27 | Regaño.

1.4K 151 332
                                    

Al día siguiente, 4 p. m.

Jeongin estaba libre ese día, por lo que tendría que ponerse a hacer trabajos. A cambio, iba a descansar un poco, o más bien, no hacer nada relacionado al estudio.

—Me encantas— le susurró a la vez que lo empujaba a la cama, haciéndolo caer de espaldas a ella. Pronto, se subió encima suyo y comenzó a besarlo.

Apenas se pudo safar del beso, respondió.— Ya me lo has dicho, y a mí... Creo que también.

Justo después, Seungmin volvió a besarlo con desespero en los labios, parecía como si de aquel contacto dependiera su vida. Llevo ambas manos al inicio de la camiseta del menor, alzándola hasta arriba para quitársela.

—¿Quieres que estrenemos los condones? ¿Sí?— pronto, lanzó la camiseta ajena a un lado y con sus manos se dirigió su pantalón, bajándolo.— Los tengo guardados justo debajo de la almohada.

—¿Por qué? ¿Estabas preparado?

—Sabía que no iba a aguantar mucho tiempo sin hacerte el amor, por lo que necesitaba tenerlos a la mano.— bajó nuevamente, ahora, besándolo en el cuello. Su cuerpo se rozaba contra el otro a propósito, casi pareciera que estuviera jugando con sus nervios.

—Por Dios, ya...— soltó con un tono quejumbroso— Fóllame, te deseo.

—¿Me vas a pedir que por favor te folle? ¿O qué?

—Por favor, hazme el amor... Ya no aguanto más.— bajó sus manos hacia su propio pantalón, haciendo un esfuerzo claro para bajárselo.

—Y aunque me lo exigieras de mala forma, igual te haría caso. Maldita sea, no es posible que me pongas de esta forma.— bajó su mano hacia ahora el cuerpo casi desnudo del chico, acariciando con sus dedos la parte íntima de este. Le logró sacar un escalofrío.— Te lo haré, mi amor, porque yo también lo necesito...

Jeongin apenas logró asintir con la cabeza cuando Seungmin se inclinó para besarlo de nuevo. Se sentía tan bien, ya que comenzó a tocar su miembro de arriba hacia abajo y no se distanciaba de sus labios.

Justo cuando sintió que iban a empezar lo bueno, un fuerte tono de llamada comenzó a sonar en el bolsillo del mayor.

—Dios, lo siento, siempre olvido tenerlo en silencio.— retrocedió, sacando el teléfono de donde estaba.

—Siempre lo tienes en el bolsillo...— se quedó unos segundos esperando a que Seungmin colgara y siguiera con lo que hacían, pero no fue lo que parecía querer hacer.— Kim Seungmin... Ya, suelta eso.

—Lo siento mucho, bonito, pero tengo que responder. Me están llamando de la dirección de tu universidad, tal vez me quieren decir algo importante que tiene que ver contigo.

Aunque Jeongin se quejó en voz alta, y aunque hizo pucheros, Seungmin se acomodó la ropa y se levantó de la cama, para seguidamente, atender.

Jeongin no prestaba mucha atención a lo que decía, sólo veía su rostro confundido y unas cuantas expresiones más que hacía. La conversación apenas duró unos 40 segundos. Jeongin también se mostró confundido cuando colgó.

—¿Qué pasa?... ¿Ya podemos seguir?— se estiró un poco para tomar su mano, y aunque logró hacerlo caminar hacia él, no hizo lo que quería.

—No, oye, la directora quiere hablar con nosotros.

—¿Nosotros?

Seungmin asintió.— Alístate en un momento, a lo mejor y es algo relevante.

—Ugh, hombre, ¿cómo me vas a dejar así?— renegó, subiéndose la ropa de nuevo.

Corregir | SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora