24 | Inadecuado.

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4 p. m. Jeongin apenas había salido del baño, así que envolvió su cintura con una toalla y se dirigió a donde estaba Seungmin; su habitación.

Le extrañó un poco verlo entrar así, pero ambos terminaron sentados lado a lado en la cama, conversando.

—Y... ¿Por qué no follaste conmigo?

—¿Qué? ¿Borracho?

—Ah, ¿por eso?— se encogió de hombros, restándole importancia— Ahora eres super consciente de todo, ¿no?

—A ver, pues claro que sí. Una persona ebria no está en condiciones para dar consentimiento.

Jeongin rodó los ojos.— ¿En verdad te importa mi consentimiento?

—Por supuesto que me importa. ¿Crees que voy a tener sexo contigo si no estoy seguro de que lo quieres?

El menor le dió una mirada dudosa.— Lo de última vez... ¿Qué fue?

—Según no querías, pero ya sabes que al momento te gustó y hasta me pedías que no parara. Tampoco seas doble cara, Yang Jeongin.

—Ya, ya. Entiendo.— se cruzó de brazos y miró hacia otro lado— Igual que yo... Quería hacerlo, e igual no me hiciste caso y literalmente me mandaste a dormir.

—Ya te dije que fue porque estabas ebrio.

—No, e igualmente me insinué antes de eso y me rechazaste de nuevo. ¿Qué pasa?

—Mmh, se supone que ya no debemos hacer ese tipo de cosas— respondió en un tono suave— ¿Qué pensarían tus padres?

—¿Me lo dices después de tres veces?... Te voy a decir la verdad, ¿ok? Es que obviamente me gustó estar contigo, así que creí que lo repetiríamos.

—Me enamoras cada vez más.— se giró de nuevo hacia el pelinegro, viéndolo a los ojos y a una poca distancia.— ¿Eso quieres? ¿Cómo voy a terminar al final?

—Sí, claro. ¿Te vas a enamorar más con un polvo?

—Con un polvo y diez más, ¡claro que sí!— admitió sin problemas— Es que me encantan hasta tus gemidos, Jeongin.

—... Estás loco, hombre.

—Loco por tí, mocoso.— se colocó de pie y dió un paso para quedar adelante de Jeongin. Colocó sus manos sobre sus rodillas, se inclinó hacia él, mostrándole una sonrisa.— Te haré una pregunta, ¿lo quieres?

—¿Quiero... Qué?— inquirió, prácticamente haciéndose el tonto.

—Que te toque, ¿sí o no?— acarició su pierna con una mano, mientras lo veía fijamente. Jeongin apretaba la boca y apenas pestañeaba.— Yo lo evitaba para que me dejaras de gustar, pero creo que no va a funcionar, y... No creo que pueda seguir conteniéndome.

—Bien, tócame. Eso quería cuando estaba ebrio, pero tú no me quisiste hacer caso.— con sus dos manos, se desató la toalla, logrando descubrirse.

—Me gusta que me digas las cosas claras, no ebrio y sin saber de qué estás hablando.

Seungmin lo tomó de la mano para que se levantara igualmente. Jeongin, apenas pudo, atrajo su rostro hacia él y comenzó un beso.

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