La apoyó sobre la cama, Melanie se puso de rodillas, y lo besó apasionada, percibiendo su propio aroma y sabor en su aliento.Sus manos desabrochaban la camisa de Tom con impaciencia. Su piel cálida se presionó contra la de ella, los botones de sus pezones rozando el muro firme de su pecho.
El gruñido excitado de Tom salió dentro de él, no se resistía más, ya bastaba de preocuparse por cruzar el límite de lo prohibido, algo que despertaba tanto en él y en ella no podía aunque fuera incorrecto.
Él nunca la lastimaría, Melanie era suya, se había convertido de él desde que se perdió en su cuerpo aquella noche en el baño del bar, y cuando le entregó su tesoro más prestado que era su virginidad.
Las manos de Melanie exploraban su torso, memorizando la fuerza de sus brazos, la extensión de su espalda, la curva de sus hombros, la manera que suspiraba excitado cuando sus dedos acariciaron el círculo erguido de sus pesones.
Quería probarlo, descubrir su sabor, así como había visto a Amara atragantándose con el miembro de Bill hasta el fondo de su garganta, ella quería devorar su longitud y darle aunque sea la mitad del placer que él le había proporcionado cuando abrió sus piernas sobre la mesa de la cocina.
Trazó un camino de besos desde sus labios, pasando por su cuello, descendiendo por su pecho hasta llegar a la barrera de su pantalón, la cual desabrochó y deslizó por sus muslos junto con su ropa interior.
Su olor puramente masculino invadió su olfato y suspiró al ver como su grande erección se liberó de los confines de su ropa, rebotando contra la parte baja de su abdomen para luego apuntar directamente a su cara.
La cabeza de su sexo, hinchada y tersa, estaba adornada con una gota translúcida de líquido preseminal. Melanie sacó la lengua y delicadamente lamió la gota cristalina y salada.
Tom gruñó ante el contacto sin dejar de contemplar la sensual pendiente de su
espalda, arrodillada sobre el borde la cama.Esta chica lo traía loco, y cuando envolvió su cabeza de su miembro con sus labios suaves, un sonido masculino y complacido salió de su garganta.
Sus finos dedos rodearon la base de su Pene, sujetándolo mientras introducía más y más de su longitud en la boca.
El placer salía desde a dentro de Tom al mirar como su aprendiz preferida chupaba su Pene.
Trató de meterla por completo, pero no pudo, dejando un rastro de saliva lubricando su erección.
–Lo estoy haciendo bien profe?. preguntó, la cabeza de su sexo apoyada contra su boca.
Tom gimió.
–No tienes idea cuánto señorita Melanie.
–Es la primera vez que hago
esto, ¿en serio lo estoy haciendo bien?.Tom la miró anonadado, no
podía negar la sensación de gozo posesivo que se apoderó de él al saber que era el primer hombre que se follaba la boca de esta joven así como la vagina de esta atractiva mujer.–Por favor, sigue y no te
detengas.Respondió con voz gruesa y la agarró suavemente por el cabello.
Melanie hacía ruidos mojados, como si estuviera chupando una paleta, disfrutaba saborear su hombría. Sus caderas comenzaron a moverse por voluntad propia, y tuvo que controlarse para no tomar el mando y agarrar su rostro y hundirla como una bestia, aun así no podía evitar sus movimientos, deslizando la piel sensible de su sexo sobre su lengua. Sabía que no podría aguantarse para siempre, y a pesar de que moría de ganas de llenarle la boca con su tibia leche hasta desbordarla, ver como chorreaba por la comisura de sus labios, eso sería para otro momento, no quería sobrecargarla con esta nueva experiencia, además ansiaba perderse nuevamente en el calor de su sexo y disfrutar de tenerla completamente desnuda bajo él, quería ver su rostro contraerse en éxtasis mientras se corría con fuerza adentro de ella.

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𝚃𝚑𝚎 𝚝𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝚝𝚑𝚎 𝚊𝚙𝚙𝚛𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌𝚎 (𝚃𝚘𝚖 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣)
FanfictionNunca beses a alguien en una fiesta con antifaz porque no sabrás quién se esconde detrás de él. No importa si es irresistiblemente atractivo. Y definitivamente no deberías volver a besarlo cuando sabes que una relación con él puede traer serias cons...