Cap 8

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Melanie no podía creerlo, su vida se había vuelto tan impredecible estas últimas semanas que le dejaba una sensación de alivio esta nueva oportunidad.

Se sentía tan segura con ella, iban conversando animadamente mientras
Amara conducía su carro negro
de último modelo. Al preguntarle qué hacía, Amara respondió

–Soy instructora de yoga y diseño una línea de ropa mmmm podría decir que erótica. Lo que llevas puesto es uno de mis diseños.

–En serio?. Pregunto Melanie mirando lo que llevaba puesto.

–Y tú por ahora trabajas
en la universidad, eres secretaria en la Facultad de Derecho, pero estudias Ingeniería en sistemas, ¿cierto?.

"¿Pero cuándo y qué tanto le había contado Tom sobre ella a sus amigos?" se preguntó Melanie mientras Amara seguía hablando

–Seguro que puedo conseguir empleo en lo que quiera, poco a poco he ido aprendiendo a hacer cosas con mi móvil, pero juro que hay días en los que siento que el bendito aparato es más inteligente que yo, ¿sabes?.

–¡Ah! y nunca se me va a olvidar, una vez que Tom tenía un problema con uno de los servidores en la empresa y no lograba entender ni una mierda de lo que sucedía. Llegó al punto de estar tan desesperado, que en la universidad tuvo que dejárselos como tarea, ¡y fue una de sus alumnas la que lo solucionó!

Melanie la miró boquiabierta, muda por unos segundos hasta que sonrió victoriosa.

–¡Lo sabía!. Tú eras la
alumna que había encontrado el fallo.

No tienes idea cuánto te alababa Tom cuando volvió con ese problemón resuelto. Le
salvaste una enorme cantidad de dinero, ¿sabías?

Melanie se ruborizó apenada.

–Solo se tenía que hacer una revisión metódica.

–¡Ja! No seas tan modesta linda, si tan solo hubiera sido simple, cualquiera de tus compañeros, o hasta el mismo Tom , que es un cerebro andante, lo hubiera resuelto.

Eso sucedió el semestre anterior que nos dijo que daría el privilegio de exentar su materia en el semestre completo si lográbamos completarlo.

Como olvidar sus nervios cuando estuvo de pie frente a su escritorio, los dos solos al terminar la clase por que ninguno de los que lo intentaron pudieron y solo quedaba ella. Lo había mirado con asombro y admiración, y la hizo sentir importante. Quedó extasiada cuando le preguntó.

– ¿Qué es lo que más te gustaría tener en este momento?.

Su mente sucia conjuró un millón de escenarios en donde estaba con su profesor en posiciones eróticas. Aún no había conocido a Lucas, su tía aún estaba viva, su vida seguía su curso normal, nada terrible había sucedido recientemente. Sabía que su profesor solo estaba impresionado con la calidad de su trabajo, y cerebro la traicionó que la iso formular:

– Porno en 4D.

–¿Disculpa?.

–¿Ah? No, nada, olvídelo.

–Por favor, repítelo de nuevo. El la miraba con lujuria, movía su pequeño arete en el labio con su lengua era imnotico, él sabía lo que ella avía dicho pero quería ver si tenía el valor de volvérselo a repetir.

Sin embargo Melanie se sentía orgullosa de ella... Por que este hombre la consideraba una igual en el campo de la tecnología? Por dentro bailaba La Macarena de puritito gusto. Tom se acerco a ella y susurró en su oído.

–Aquí entre nosotros dos, Melanie; el proyecto especial que tú lograste resolver me salvó las bolas. Así que, naturalmente, exentaste mi materia este semestre, pero eso no es nada especial, porque tú consigues eso por
ti sola. Así que me gustaría premiarte por tu valiosa ayuda....

Le guiñó el ojo y al día siguiente Melanie tenía un mensaje de correo del Profesor Kaulitz, con un enlace de descarga del software de un programa de diseño de Cinema 4D todo pagado pues era sumamente caro y no podía costearlo ella.

Lo primero que hizo fue desarrollar dos personajes que eran casi idénticos en
apariencia a ella y al Profesor Kaulitz.

Lo modeló con las herramientas del programa, con suma precisión para crear su doble en animación, usando su imaginación para dibujar las líneas de sus músculos, sus pectorales, su abdomen, su entrepierna.

Se había masturbado como una
perversa viendo las animaciones que había hecho de los dos.

–Planeta Tierra llamando a Melanie.

Melanie enfocó la vista sobre Amara, sus ojos revelaron que estaba pensando en algo muy íntimo... y obsceno, porque Amara le sonrió con picardía al preguntar

– ¿Donde estaba esa cabecita? o mejor dicho ¿con quién?.

Melanie se avergonzó y evitó responder cuando el GPS anunció que ya habían llegado al edificio donde hasta ese momento había vivido las últimas tres semanas con Lucas.

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Hola a todos, se viene lo fuerte chicas prepárense...

𝚃𝚑𝚎 𝚝𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝚝𝚑𝚎 𝚊𝚙𝚙𝚛𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌𝚎 (𝚃𝚘𝚖 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora