Cap 15

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Amara no perdía oportunidad de colocar sus manos sobre Melanie con el pretexto de corregir su postura a medida que le enseñaba una rutina sencilla para principiantes.

Le enseñó cómo meter la la barriga, explicando cómo debía imaginar que su ombligo y su columna debían estar juntos en todo momento.

Trazó la curva de su cintura hasta sus caderas mientras estaba con las manos y pies sobre la esterilla en la postura de perro abajo. Después de 15 minutos, Melanie no sabía si estaba sudando por el esfuerzo físico o por la tensión que le provocaba la íntima atención que le proporcionaba Amara.

Concluyeron una frente a la otra, en la misma posición que habían empezado, Melanie estaba de espaldas a la piscina, ahora una fina capa de sudor la recubría y su respiración era más fuerte.

Ambas mujeres alzaron sus manos al cielo despejado, y cuando las bajaron en figura de oración en el centro del pecho, se miraron la una a la otra a los ojos.

–Namasté. Le dijo Amara a Melanie, con su mirada más felina que nunca.

–Namasté. Respondió Melanie, sus ojos negros brillaban.

La conexión entre ambas chicas
estaba tan cargada que el aire parecía chispear a su alrededor.

–Creo que ahora nos caería
bien un chapuzón refrescante en la piscina, ¿no?.

Dijo Amara, apartando un mechón humedecido con sudor de su rostro.

–Perfecto, déjame buscar mi bañador.

Dijo Melanie con entusiasmo.

–No necesitas bañador.

Dijo Amara, con una sonrisa pícara dibujada en su rostro.

Melanie suspiró al ver a Amara le extiende los brazos, sintió la fuerza de sus manos empujándola hacía atrás por los hombros. Cayó de lleno en la piscina, el agua envolviendo su cuerpo en un abrazo refrescante.

–¡¡¡Eey!!! ¡¡Pensé que eras una mujer adulta!!.

Amara la miró riendo y luego dijo

– ¿Yo? ¿Adulta? ¡¡Jamás!! Yo seré una a adolescente de por vida.

Así que prepárate que lo que viene es ¡¡bombaaaa!! gritando lo último mientras se lanzaba al agua.

Amara salió a la superficie y ambas chicas reían a carcajadas. Melanie hizo un movimiento con la mano para echarle más agua en el rostro a Amara; pero la sorprendió cuando la atrapó por la muñeca y la atrajo hasta ella, estrellando su boca contra la suya en un beso deseoso.

Era la primera vez que Melanie besaba a otra mujer, y la sensación era totalmente diferente.

Antes de poder preguntar el porqué, Amara rompió el beso, sus rostros separados por pocos centímetros, aún la tenía agarrada por la muñeca. Amara la miraba, buscando en su expresión si lo que había hecho estaba bien o mal, pero Melanie acortó la distancia, esta vez siendo ella la que iniciara nuevamente el beso.

Las dos mujeres se besaban hambrientas, sus lenguas cálidas y húmedas se entrelazaban en un cálido abrazo, sus bocas explorándose con ansias y curiosidad, chupando, mordiendo, descubriéndose.

Amara la atrajo hacia ella, invitó a que su cuerpo en el agua se abrazara al suyo.

Melanie rodeó sus caderas con las piernas y su corazón se aceleró aún más al sentir las manos de Amara agarrarla por las nalgas.

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𝚃𝚑𝚎 𝚝𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝚝𝚑𝚎 𝚊𝚙𝚙𝚛𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌𝚎 (𝚃𝚘𝚖 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora