Cap 9

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Al estar frente al edificio, parecían un par de chicas llegando del gimnasio un viernes por la mañana.

Melanie sacó las llaves de su
bolso, los nervios se apoderaron de ella al recordar lo estúpido y salvaje que se había portado Lucas ayer. Sin poder evitarlo sus manos comenzaron a temblar, impidiendo que metiera la llave en el cerrojo de la puerta.

Las manos suaves de Amara tomaron las suyas, la giró para que estuviera frente a ella. Miro los ojos negros de Melanie con los suyos.

–Todo estará bien. No podrá hacerte daño.

–Tienes razón. Dijo Melanie con
voz segura.

–Él no es tan malo, solo que ayer se emborrachó demasiado y desde que vivo con él no hemos... ¿ya sabes?.

Amara la miró con curiosidad, generalmente cuando una pareja empezaba a vivir juntos estrenaban todas las habitaciones y superficies con maratones de sexo duro y desenfrenado. Pero se guardó sus preguntas, ya tendrían tiempo para conversar.

–Necesitas calmarte. La voz de Amara era serena

–Vamos a respirar. Con las manos
en las suyas apoyó una sobre su abdomen y la otra sobre su pecho.

Un estremecimiento recorrió la columna de Melanie mientras inhalaba y exhalaba por la nariz, buscando expandir su diafragma como le indicaba Amara.

Cuando terminaron la serie de 5 respiraciones se sintió más tranquila. Lo Ideal sería que Lucas siguiera dormido superando la resaca, por que si se encontraba despierto se enfadaría con ella y la insultaría de mil formas,
¿no?.

Introdujo la llave en el cerrojo, sus manos menos temblorosas que antes.

Melanie abrió la puerta del apartamento lo más silenciosa posible. Lucas estaba dormido en ropa interior sobre el mueble con la televisión aún encendida. Se dirigió rápidamente a la habitación y recogió sus cosas mientras Amara vigilaba al hombre durmiendo.

En 10 minutos estaban casi listas. Lucas seguía roncando profundamente, Amara se encargó de llevar las dos maletas al auto mientras Melanie se aseguraba de que no olvidara nada importante en aquel lugar.

Había dejado su mochila lista al lado de la puerta cuando recordó que no había
guardado su laptop. Era muy importante para ella y la única que tenía, pues se lo había regalado su tía.

Estaba guardándola en su mochila cuando todos los vellos de su cuerpo se erizaron.

–¿Ya hiciste el café?. Preguntó la voz recién despertada de Lucas.

Melanie lo miraba, con miedo, muda y avergonzada.

–No, Lucas. No he hecho café. Me voy. Gracias por todo lo bueno, pero desde el fondo de mi corazón... Vete mucho a la mierda por todo lo malo.

–¿Malo?-¿Malo?Si deberías tratarme como a un maldito santo por todo lo que he hecho por ti. ¡Si no fuera por mí estarías viviendo debajo de un puente, vendiendo la caricia por un dólar!.

Vociferó poniéndose de pie enojado.

Melanie sintió su espalda paralizada como si hubiera caído un relámpago en su interior.

Ciertamente Lucas la había ayudado en un momento muy difícil, pero no había nacido de una intención noble y compasiva; era alguien abusivo y vulgar cuando no obtenía lo que quería, y se creía dueño de ella al darle techo y comida cuando se encontró desamparada.

Se volteó y lo miró  furiosa.

–Tú no me ayudaste por tu corazón lleno de nobleza Lucas, tú te aprovechaste de una situación como la mía, una situación que me dejó completamente vulnerable. Si realmente me quisieras, no me
trataras como lo haces. Tú no quieres una novia, tú quieres una esclava sexual. Y no pienso quedarme ni un minuto más contigo.

-Sobre todo después de lo salvaje que fuiste anoche. ¡¡Con orgullo como si estuviera en tu derecho!!.

–¡Eres mí novia! Y te di tu
espacio por tres semanas. ¡Tres semanas! Melanie. Pero eres una egoísta, solo piensas en ti.

–¿Cómo?... si te hubiera dicho que
ya no quería ser tu novia ¿me hubieses echado de tu casa? ¿Eso es lo que dices? ¿Tengo que acostarme contigo por obligación?. Pues olvídalo, me voy a un sitio donde no tengo que pagar mi estadía con mi cuerpo, a menos que yo quiera.

Lo último lo dijo como un veneno que goteaba su lengua, pensando en cuánto hubiera querido pasar la noche entera haciendo el amor con Tom.

Algo en los ojos de Melanie debió delatar sus pensamientos porque el enfado de Lucas estalló súbitamente.

–¿Te acostaste con él? ¿Te
follaste al tipejo que me Puteo anoche Melanie?

–¡Sí! ¿Y qué te importa?

La vena en la frente de Lucas pulsaba visiblemente por su ira.

–¿Así me pagas todo lo que he
hecho por ti? ¡Maldita Zorra!.

Antes de que Melanie pueda reaccionar, Lucas se abalanza sobre ella, apretando su cuello con las manos. La empuja contra la pared y empiezo a gritarle:

–¡Maldita puta! ¡Eres una maldita puta!.

Se lo decía una y otra vez la golpea contra la pared nuevamente, con su olor a alcohol, su mirada tanstornada en ira. Melanie se estaba asustada quería recuperar el aire, necesitaba respirar, su visión se están nublando y entonces hizo lo que no pudo hacer anoche, alzó la pierna con fuerza, dándole un rodillazo en las bolas.

Lucas se encorvó con un chillido y la suelta para agarrar su entrepierna.

Melanie cae de rodillas, con una mano en su cuello, tosiendo, su garganta ardía, traga aire  para
llenar sus pulmones de oxígeno mientras apoya la otra sobre el piso para mantener el equilibrio y no caer a un lado. Con ojos llorosos se va hacia la puerta del apartamento, pero Lucas ya se avía recuperado y se va nuevamente sobre ella. La arrastra por el suelo, volteándola para arrodillarse encima de su cuerpo y empezar a jalar violentamente la blusa que lleva puesta.

Ella lucha contra él, pero el estampa el puño cerrado sobre su rostro, dejándola inconsciente  por unos momentos mientras un intenso dolor comienza a un lado de su cara.

Los gritos desgarradores que salían de la boca de Amara lo distrajo, miró desconcertado como una mujer de cabello dorado entró a su apartamento un segundo antes de sentir la patada que apuntó a sus costillas. Se encorvó sobre su costado y Amara aprovechó para quitárselo de enésima de Melanie.

Ella logró que Lucas cayera de espaldas sobre el piso, Amara rodeó sus pies
hasta estar parada cerca de su cara, no dudó por un momento y pateo su rostro con fuerza y le hizo perder conocimiento por unos segundos.

Amara corrió a ayudar a Melanie le ayudó a  levantarse. Amara sostuvo la mochila y metió el hombro de Melanie bajo su brazo para ayudarla a salir de allí antes de que el maldito
pudiera levantarse.

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Chica hola aquí les dejo este cap me nadaron mensajitos pidiendo que subirá, pero es que, soy enfermera y mi trabajo es súper pesado jeje y tuve guardia muy pesada . Por eso no pides subirles  nada pero les voy a dejar varios cap para compensar. Espero y les guste.
No se olviden de botar y comentar.

𝚃𝚑𝚎 𝚝𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝚝𝚑𝚎 𝚊𝚙𝚙𝚛𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌𝚎 (𝚃𝚘𝚖 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora