𝚃𝚑𝚎 𝚝𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝚝𝚑𝚎 𝚊𝚙𝚙𝚛𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌𝚎 (𝚃𝚘𝚖 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣)

Cap 31

Llamaron su nombre y Melanie subió las escaleras a la tarima. Le dio la mano a quienes debía, atenta de no estrujar el rollo de papel que representaba su diploma por los nervios y emoción que la embargaban.

Al cambiar la cinta de su birrete de un lado al otro escucho los enérgicos gritos del público. Allí, en medio de la sala repleta de gente, aplaudiendo y animándola estaban Bill y Amara, incluso Tom, de pie.

Tenía personas en su vida quienes la querían, a quienes ella quería, ya no estaba sola. Podría decir que ahora eran su familia, Bill se acercó junto con Amara y le dijo:

–¡Felicidades! Cuñada te lo has ganado.

–Si Melanie me siento orgullosa linda.

Ella se sentía amada aunque eran un poco peculiares en otras cosas ella se sentía igual a ellos, compartían mucho.

***

Estaban los cuatro bajo el sol en el jardín de Tom, el reconocible pop de la botella de champaña resonó cuando el corcho salió disparado y la bebida espumosa corría del
pico de la botella, llenando las copas de cristal.

–¡Salud!

–¡Por Melanie!

–¡Por la Ingeniera!..... Salud por este día tan importante amor, aquí en medio de todos te quiero proponer algo, estoy demasiado nervioso pues no sé cómo vallas a reaccionar.

Dijo Tom trabado por los nervios.

Bill le tocó el hombro y le dijo:

—Hermano recuerda que el que no arriesga, no gana y creo que ya es tiempo para ti viejillo.

Tom lo miró con desagrado por decirle viejo y respondió.

–Ja. ¿Viejo yo ? Recuerda que somos gemelos Bill, tenemos la misma edad.

– Si hermano pero eres mayor que yo naciste primero.

–Por Dios solo son 10 minutos. Comentó Tom.

– 10 minutos son 10 minutos hermano, sin escusas eres más viejo.

Respondió Bill con risa.

-Bueno Melanie no sé cómo decirte esto, me sudan las manos jeje.

Melanie lo miraba con preocupación.

–Desde que te vi por primera vez en mi clase me enloqueciste, sin embargo cuando te tuve por primera vez sentí una conexión hermosa que aún no logro explicar, cuando te conté mis gustos no saliste corriendo y me aceptaste tal cual soy.

Melanie sudaba en frío, no sabía a qué se debía tanto misterio. Tom siguió hablando:

– Te fijaste en mí a pesar que soy más grande que tú y sin dejar pasar tu profesor, sin embargo sigues aquí y eso me a llevado a tomar la decisión más grande de mi vida pues sé que no te e propuesto ser mi novia formal mente, pero....pero creo que ya no hace falta pues llevas viviendo con migo 11 meses, en los cuales nos emos conocido a fondo y creo que no hace falta pedirte que seas mi novia cuando los dos sabemos que eres mi mujer en todos los aspectos.

Esas palabras provocaron que Melanie se sintiera nerviosa, mareada y con náuseas pues savia por donde iba todo esto o al menos se daba una idea.

Pero lo que Tom no sabe es que ella ya avía tomado esa decisión, de estar a su lado por siempre el día que la rescato del departamento de Lucas, e hay cuando callo en cuanta de qué estaba más que enamorada de él de su profesor, Tom seguía hablando hasta que iso la maniobra que no se esperaba Melanie, pues ella creía que solo le propondría ser novios pero no se esperó lo que sus ojos estaban viendo.

Tom se se agachó poniendo una rodilla doblada y la otra sosteniendo su peso agarró la mano de Melanie, Bill se hacerco a Tom y sacó de su bolsillo del pantalón una cajita negra de terciopelo en su interior tenía, el objeto que definiría su futuro.

Tom tomó la caja la miro con una sonrisa nerviosa y dijo:

—Melanie Castillo aceptarías ser mi esposa, caminar junto a mi hasta viejitos.

A Melanie se le borró la sonrisa y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, Tom la miró asustado y duda por su reacción.

Melanie se desconecto de ese universo por unos segundos cerrando sus ojos y visualizando a sus padres y tía, que le hubiera gustado que estuvieran presentes ante semejante momento tan importante para ella. Sin avisar Amara la tomó del hombro y le susurró:

–Linda... linda ¡Te encuentras bien!.

Melanie salió del transe donde se encontraba y miró a Amara y después bajó su mirada hacia Tom que seguía en la misma posición, se limpió las lágrimas de su rostro y le regaló una dulce sonrisa, se inclinó un poco hasta la altura de su rostro y lo besó.

Tom se levantó y continuó besándola hasta que el aire comenzó a faltar y se distanciaron un poco, tomó la mano de Tom que sujetaba el anillo hermoso, con un diamante de admirar y extendió su mano para que Tom se lo colocará y en sus labios susurró :

–Claro que acepto.

Y sellaron ese momento con un beso aún más intenso.

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Hola a todos se hacer a el fin de esta historia dios ami en lo personal me a encantado escribirla, con sus faltas de ortografía una disculpa, pero me a gustado.
Ya estoy elaborando la nueva fanfic pronto les súbete un adelanto sigan votando y comentando

Lean estas historias con la música que les dejo le da un buen toque a cada una.