Cap 12

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Ojo👀 si no te gusta el contenido sexual este cap lo tendrá, simple mente no lo leas. Y si te fascina pues espero y lo disfrutes solo es el comienzo de🤩☺️.

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Tom llevó a Melanie hasta la cocina y la sentó sobre el borde de la mesa.

Melanie contemplaba cuando le dio la espalda, buscó un paño limpio y del congelador sacó varios cubos de hielo,
envolviéndolos en el.

Sus miradas se conectaron, la electricidad entre ellos presente. Melanie vio la intensidad en sus ojos color café, relamió su sus labios rápidamente al recordar sus besos.

Tom  se acercó y con cuidado apoyó el paño con hielo sobre su mejilla. Melanie hizo una mueca del frío y el dolor que sentía. Con su mano libre, Tom apartó un mechón de cabello oscuro detrás de su oreja, sus dedos acariciando su piel, bajando por la mejilla ilesa hasta su cuello, rozando las marcas que dejaron las manos de Lucas; la rabia volvió aparecer en su interior, pero sus dedos no se detuvieron hasta llegar al escote de la blusa. El borde de la tela estaba rasgada, como si alguien hubiera intentado romperla por la mitad.

–Lo voy a matar. Susurró Tom, con odio cada palabra

–Voy a matarlo por lo que te
hizo e intentó hacer.

–No, por favor no hagas eso,
estoy cansada de tanta muerte.

El semblante de Tom cambió a una de confusión y por segunda vez en el mismo día, Melanie relató los acontecimientos más tristes de su vida.

Tom le prestó atención sin interrupción, salvo el momento que quitó el paño frío del rostro de Melanie, dejando los restos de los cubos de hielo en el fregadero y sacando dos copas y una botella de vino de la despensa.

Para cuando Melanie terminó, relatando lo que Amara había hecho y cómo la había rescatado de Lucas, casi habían terminado de beber la botella de vino.

Melanie desvió la mirada de su rostro y contempló por la ventana, sorprendiéndose de que no se había dado cuenta del lindo jardín y la piscina. Observó sus alrededores, aún sentada sobre la mesa de la cocina, sujetando la copa casi vacía mientras Tom estaba en una silla, él tenía una mano sobre su muslo y la otra agarrando su mano con cariño.

Tom comenzó a hablar, pero sus palabras cayeron sobre oídos sordos, porque Melanie se había percatado del balcón que estaba en la segunda planta de la casa, y a través de la puerta corrediza de cristal pudo ver perfectamente la imponente figura de quien suponía era Bill, el novio de Amara.

Parado en la orilla de la cama, totalmente desnudo. Hasta el momento solo lo había visto de reojo cuando Tom la cargó hasta su casa unas horas atrás, pero ahora estaba viendo a un hombre que parecía un dios, con una estatura extraordinaria.

Instantes después vio la hermosa figura de Amara, ella estaba de pie sobre el centro de la cama, su larga melena dorada cayendo por su cuerpo hasta su cintura. Giró la cabeza sobre su hombro para mirar a Bill, aún desde la cocina, Melanie podía ver claramente
la mirada coqueta y juguetona de la Amara inclinó su columna hacia atrás, flexionando su cuerpo, haciendo un puente. Sus pechos se veían exquisitos y redondos, sus pezones rosados asiendo juego contra su piel pálida, dos objetivos que Bill no tardó en meterlos a su boca, chupando uno y luego el otro.

Al saciar el apetito de sus senos, se apartó, y Amara apoyó los antebrazos sobre la cama, una postura imposible para cualquiera, salvo en ella tenia la flexibilidad  de una bailarina, sensual y felina.

𝚃𝚑𝚎 𝚝𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝚝𝚑𝚎 𝚊𝚙𝚙𝚛𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌𝚎 (𝚃𝚘𝚖 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora