𝚃𝚑𝚎 𝚝𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝚝𝚑𝚎 𝚊𝚙𝚙𝚛𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌𝚎 (𝚃𝚘𝚖 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣)

Cap 27

Melanie y Tom desarrollaron sus rutinas viviendo juntos. Cada mañana Melanie se despertaba profundamente feliz al amanecer a su lado; a medida que más tiempo pasaban el uno con el otro, más se conocían y se acostumbraban el uno al otro. Melanie ya sabía que al igual que ella, él tomaba su café negro y con azúcar; le gustaba dormir hasta tarde los fines de semana, teniendo sexo mañanero y antes de dormir; Tom soñaba con llevarla a la playa después de su graduación y constantemente le consultaba su opinión acerca de cosas referentes a programación de la compañía de seguridad que manejaba con Bill y Tom.

Tom se sentía mejor de lo que se había sentido en mucho tiempo; si cualquiera de sus colegas de la universidad supiera que su alumna más brillante vivía con él, algunos le darían una animada palmada en la espalda, mientras que los otros pedirían su cabeza en una estaca por inmoral. Pero nada de eso importaba, además, ya no faltaba mucho para que se graduara y pudiera pasear con ella por la calle tomados de la mano y besarla frente a quien sea. Tenía pensado proponerle ser su novia formal hasta después de la graduación para hacer todo lo que tenía planeado como novios formales.

Habían desarrollado una especie de juego travieso durante sus horas en la universidad.

Resultaba un esfuerzo no delatarse frente a los demás, pero a pesar de que su comunicación verbal se limitaba a lo indispensable y necesario, las
conversaciones que mantenían a lo largo del día por mensajes de texto ruborizarían a cualquiera.

Ya hacía un mes que habían pasado aquel fin de semana sublime y decadente con Bill y Amara.

Tom había dedicado parte de su tiempo libre en editar las tomas de los videos, creando una película casera que no tenía nada que envidiarle al cine de entretenimiento para adultos.

Le envió un resumen del video por correo electrónico de escenas particularmente estimulantes, cuadros donde Amara la lamía entre las piernas mientras Bill follaba a la rubia; en ese resumen estaba una de las tomas favoritas de Tom, era cuando él eyaculaba en la boca de Melanie y ella bebía la evidencia de su orgasmo con gula, su semen chorreando por su mentón.

Cuando Melanie abrió el video apretó los las piernas, pues su sexo reaccionó de forma inmediata al recuerdo visual del primer encuentro entre las dos parejas.

Esa noche Melanie llegó antes que Tom a casa y se masturbó viendo el video que le había hecho, y cuando él entró por la puerta no lo dejó pasar más lejos y lo recibo, bajándole los pantalones para chupar deseosa su hombría antes de que la follara en las escaleras.

Al día siguiente, Melanie se tomó una secuencia de fotos al vestirse en la mañana, empezando con la ropa interior que había usado en el último encuentro sensual entre
ella, Tom, Bill y Amara.

Durante la clase que veía con él, le envió la serie de fotos, en la primera aparecía vestida con la ropa que llevaba puesta, y a medida que pasaba las fotos llevaba una prenda menos, hasta que lo único que traía era aquella malla corporal pornográficamente erótica con un texto que decía

"esto le espera hoy en casa, profe ;)"

Melanie no le quitó los ojos de encima, esperando el momento que revisó su móvil sentado detrás de su escritorio. Ella se mordió el labio al ver como inhaló profundamente antes de dirigirle una mirada cargada de deseo, notando aquellas decorativas cintas negras que se perdían bajo su blusa.

Melanie se hizo la inocente, pero por dentro vibraba al imaginar lo que le haría esa noche.

Estaba recogiendo sus cosas al concluir su última clase cuando se le acercó Eugenio, el compañero que Tom decía que sus brazos tatuados parecían estar cubiertas de algas.

–Hola. Melanie, ¿de casualidad te llegó el correo con los parámetros para el proyecto de la clase de la profesora Kaulitz?

–Sí, ¿por qué? ¿A ti no te llegó?.

–No.

Respondió con cara de pocos amigos.

–Dame un segundo y te lo reenvío.

Melanie agarró su móvil y encontró el correo con la asignación que debían entregar la próxima semana.

–¿Cuál es tu dirección

Eugenioelgeniosuperguerrero10milx@gmail.com

–¿Cómo?

El chico repitió su estrafalaria dirección, a lo que Melanie le pasó su móvil y le dijo
que lo escribiera él mismo en el espacio para el destinatario.

En ese momento un profesor se asomó al salón. Su expresión reflejó su alivio al ver que Melanie estaba allí.

–¡Melanie!.

La morena alzó la vista y sonrió al verlo.

–Hola Profesor  Listing, ¿qué
lo trae por aquí?.

–Justamente buscándola a usted. Necesito su
ayuda. ¿Recuerda el
sistema de organización que desarrolló para la facultad de Derecho?. Pues usted sabe que yo soy un dinosaurio con esto de la tecnología.
Por favor puede ayudarme a encontrar la programación de mis clases.

–Claro que sí, y tranquilo, ya le daré unos truquitos para que recuerde como acceder al sistema.

Melanie no demoró más de cinco
minutos en ayudar al profesor  Listing en resolver su problema. Melanie miró el perfil del profesor y era un monumento ala escultura muy guapo.

Se despidió agradecido y Melanie volteó para ver qué pasaba con Eugenio.

–¿Ya te lo reenviaste?.

Asintió y le devolvió el teléfono a Melanie.

– Sí, gracias.

–Quizás deberías considerar un correo más... corto.

Dijo Melanie.

–Mientras más largo hay más posibilidades de escribir una letra mal.

–Me va bien con el que tengo.

Modo molesto.

–Ok. Nos vemos.

Melanie se encogió de hombros, acostumbrada ya a la personalidad abrupta y
defensiva de Eugenio. Él formaba parte del grupo de amigos de Lucas, por lo que trataba de mantener la menor comunicación posible. No tenía idea cómo eso iba a cambiar repentinamente.

Pero nunca pensó que eso le daría un giro para mal, a su vida haber dejado en descuido le cobraría caro...........

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Hola hoy si o si subo dos cap, no pude por el trabajo no me dio chanza pero hoy sí o sí los subo falta poco para que acabe esta historia de sido no hacerla tan larga pues después aburre.
Espero su apoyo