LAS CARTAS DE AMOR QUE NUNCA SE ENVIARON

Un día de estos

Un día de estos me pregunto...

¿Por qué ella y no yo?

Digo que ya no me duele, que no siento nada al respecto.

Miro fotos de ustedes y lloro en silencio preguntándome que hice para no merecer aquello.

Quiero quitarme los ojos para no condenarme a la cruel verdad.

No soy suficiente para ti, nunca lo seré, desearía poder mirarte y saber que te tengo.

Pero sería una gran mentirosa, porque eso no es cierto.

En las noches me abrazo con tanta fuerza que me hago daño, quiero olvidarte, olvidar tus atajos para el engaño.

Ella tiene tu cariño, tu amor, tal vez no el respeto.

Yo no tengo nada de ti más que patadas y bofetadas.

Porque soy tan puta que eso es lo que merezco.

Porque soy tan asquerosa que jamás podría mojarte.

Siempre digo, recuerda la diferencia.

Lo digo para olvidar lo mucho que me pesa tu ausencia.

Me reconozco en tu mirada, frágil, rota, cortada.

La veo a ella, fresca.

Ella no te ha sufrido, no te ha llorado, tan siquiera te ha extrañado.

La odio, la odio por merecer con sonrisas lo que yo intenté abrazar con lágrimas.

Un día de estos cuando me estés tomando quiero que aprietes, que me asfixies, quiero que no me permitas que vuelva a respirar.

Un día de estos, mátame.

Ya no deseo sufrir más.

Solo quiero llorar, todos los días.

Lo lamento, lo lamento hasta no hacerlo porque yo fui quien te sostuvo.

Yo soporté las balas de tus crueles palabras, yo me desangraba, yo te amo y te amé incluso cuando fuiste el peor tú conmigo.

Yo te amo y te amaré aunque me ahogues sin testigos.

Ella no, ella nunca.

Un día de estos te haces pasar por mi amigo, olvidando que me has desvestido.

He permitido lo que nunca, me han manchado de sangre las piernas y he suplicado que se detengan.

Solo para ignorar que ya no te tengo de abrigo.

Y es que un día de estos nadie me salvar, iré a la bañera, me he de ahogar.

No quiero aguantar.

Sé que miento al decir que no te siento, que no eres mi sentimiento.

Un día de estos me acuerdo que me cerraste la puerta en la cara mientras yo arrodillada como una niña te rogaba.

Quédate, dije.

Te quedaste, me abrazaste.

Al día siguiente me maltrataste.

Un día de estos quiero que no olvides que es poesía, que jamás sabrás de verdad si lo que siento es mentira.

Veo como la tratas, sentada en el parque, escondida como una rata.

De lejos cualquier ignorante por la ciudad pensaría que es veracidad.

Que lo que gritas sobre ella, que la amas, que todo eso es verdad.

Te odio tanto como te amo, y ese siempre será mi mayor pecado.

Quiero que me abraces, quiero dejar de sentirme un desplante, no deseo que me desplaces.

Quiero tus besos, quiero sentir que soy suficiente para merecerlos.

Quiero sentir que soy.

Quiero sentir.

Que soy.

También quisiera en murmullos que otros me conozcan, ser de tu orgullo.

No quiero ser el silencio, quiero que llegues a mi y sonrías, que sonrías como si me amarás tanto como la amas a ella.

Un día de estos te quiero advertir, que si un día forman una familia.

Te vas arrepentir, que aunque no quisiera te lastimaria.

Que enloquecería, que a ella todo se lo diría.

Intentaría destruir todo aquello que han construido.

Porque yo lo merezco, porque quiero ser parte.

Quiero ser amada, quiero ser escuchada y acariciada.

En cambio, soy olvidada.

No soy un recuerdo, soy olvido, soy el suicidio.

Entre palabras tristes quiero que sepas que un día de estos lo confíeso.

Confieso que te amo, que nunca dejaré de hacerlo.

Que desearía estar muerta y no estar viviendo esto.

No conocerte y fingir que en mi mente lo de nosotros ya está muerto.

Pero no es cierto.

Es un engaño, entre sábanas blancas quiero ser ella.

Tal vez ella sea tu otoño, verano, incluso primavera.

Pero yo soy el invierno, el bosque frío, la luna y el café.

Un día de estos quiero que lo recuerdes...

Siempre mi masoquismo te hará tenerme.

-Rouse.