Soy un borrador, uno que no puede pasarse a limpio, que no puede estar libre de aquella contaminación a la que se exponen mis pupilas.
Soy aquel papel sucio y desgastado, que no suele ser el oficial, no suele ser el real pero sí el original.
Y es que nadie ve la autenticidad que guarda el baúl de mi pecho, mi cuerpo hablando por mis labios y mis labios luchando por mi cuerpo.
Por un cuerpo que conserva el anhelo de ser más que un borrador.
Aquel documento empapado de blanco y letras organizadas que son imposibles de juzgar, imposible de no llevarse a los brazos y hundir sus palabras entre sus pliegos y nunca más soltarlo, pues los espectadores saben que es de mi quien hablo al narrar tal documento.
Yo soy aquel papel usado lleno de tachones y letras inentendibles, inentendible como las evocaciones de mi aliento.
Incomprensible.
Irrazonable.
Interesante.
Interesante lo que ojos que se estiran para agarrar mi piel notan, pero aburrido cuando al abrir con sus manos el contenido tiran cual borrador a la basura.
Soy el borrador, no el papel oficial.
Porque nunca nadie querrá abrir mi tez para ver mi literatura.
Nadie querrá escucharme hablar interminablemente sobre mis historias, no desean escuchar mi risa.
En el olimpo escuchan mis lamentos, mi tristeza convertida en depresión por no ser aquel pliego, aquella hoja que todos admiran, no aquella con la que vacilan.
Tus ojos me miraran, cualquier par de ojos lo hará y tal vez algún día llegue a ser la oficial, aquel papel original que todos suelen admiran.
¿Mis risas son desechadas pero mis llantos no?
Mis palabras se las lleva el viento, viento que no es mío, pues jamás podré poseer a alguien, jamás nadie será mío.
Porque yo soy de nadie, nadie que osa amarme.
Nadie me posee y yo no poseo a nadie, pues yo no soy de nadie.
Porque mi mirada es de nadie, nadie que quiere invocarme.
Porque mis labios son de nadie, nadie que quiera enredarse.
Soy un sinfín de palabras no dichas y frases que eran más dolorosas sin escucharlas.
Porque a veces necesitamos leer al borrador para entender el oficial.
Para la memoria existe el recuerdo, para mi recuerdo no hay memoria.
Mi historia ya está escrita, pues soy el borrador, aquel borrador del que nadie suele hablar y con vergüenza suelen ocultar.
Soy la vergüenza hecha palabras cuando se trata de tomar mi mano, de manchar mis labios y maltratar mis ojos.
Mis ojos rojizos, que no eran rojos pero que al llorar se han vuelto sangre desparramada.
Porque el amor te vuelve tan borrador.
El amor te vuelve débil, te regresa a la punta del lápiz roto y el cristal caído.
A aquellos pedazos que no se pueden revertir.
Soy un borrador de palabras que se estancaron en mi garganta.
Del nudo que nadie deshace pero que tampoco amarran.
Nadie resiste mi Bochorno
Nadie ama mi Orgullo.
Nadie comparte mi Rabia.
Nadie desea mis Rosas.
Nadie ayuda a mis Alas.
Nadie escucha mi Duda.
Nadie tampoco vive mi Osadía.
Nadie menciona mi Resilencia.
Es que eso es un borrador, líneas de nadie.
Eso soy yo.
Aquel borrador.
Pues no soy la que es amada, pero sí soy la que es reemplazada.
No soy de quien se esta enamorado, pero por supuesto soy el que es rechazado.
Soy el rechazo acumulado de aquellos que no buscan un corazón enamorado.
Dijeron que el amor nos hace inmoral pero yo estoy muriendo.
Mi estómago no siente mariposas, la verdad nunca tuve remota idea sobre aquella sensación.
No sé qué es el amor y si lo supiera tampoco desearía haberlo entendido.
Desearía no saber amar.
No saber amar a aquellos que rayan su cuento en mi.
Que usan mis espacios para llenarlos de espinas que han ocupado el vacío.
Pues al menos no estoy vacía, pero esto5 condenada.
Condenada a no ser amada.
Maldito, betado a ser escuchado.
Mi sonrisa no sabe sonreír, sabe llorar.
Yo no sé mentir, sé engañar.
Me engaño a mi, todos los días, al creer que puedo ser una hoja limpia, una hoja oficial, bendita, cuando siempre he sido...
Un borrador.
-Rouse.
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LAS CARTAS DE AMOR QUE NUNCA SE ENVIARON
شِعرSon trece las cartas que nunca se enviaron, y que están presentes en la memoria para aquellos a los que fueron escritas, un dolor, un amor, una historia plasmada en letras que su humilde escritora espera que ustedes puedan entender, puedan sentir. M...