No es para ti, es para ella.

152 13 0
                                    


Esto no es para ti, es para ella, a ella quien llegó sin saber cómo, ni porqué, a ella quien llegó con otro objetivo, objetivo que al fin y al cabo fue quedarse contigo.

Esto es para ella y no para ti, porque sin su llegada, tus manos y las mías seguirían entrelazadas.

Esto es para ella y no para ti, porque fue ella quien se robó tus ojos sin piedad en su mirada.

Esto es para ella y no para ti, porque ella no conocía nuestra historia, tan siquiera te conocía a ti. No es para ti, es para ella porque el desenlace de nosotros nunca habría ocurrido si ella no te hubiera embestido, embestido el alma, y los ojos, sino hubiera agarrado tu amor al agarrar tu mano.

Esto no es para ti, es para ella, porque fue ella quien traicionó la amistad que nunca existió al haberse encontrado contigo.

Mi desilusión llegó cuando ella contaminó el mismo oxígeno que compartíamos, cuando sin saber la historia decidió que ya no sería secundaria en el cuento.

Sería la protagonista, protagonista que no tardó en otorgarme el papel de villana.

¿Qué no es la villana quien roba al héroe?

Sentí entonces que robaban mi joya, mi núcleo, el centro de mi alma, y la razón de mis caladas de aire.

Pues ella nunca fue razón de mi tormento, no hasta que tus ojos decidieron dejar mis pupilas para encarnarte en las de ella.

¿Cómo pudo ella ver mi sufrimiento y no robar otra joya?

¿Realmente robó mi joya?

Robó el óxido que quedaba, robó lo poco que me amabas.

Tal vez ese oro nunca fue mío, o tal vez tú nunca fuiste el oro. Tal vez yo te estaba robando del lado de ella, que pronto pero no antes estaba predestinado.

No.

Aún no soy capaz de pasar los ojos por ella sin recordar el dolor que me ha causado. No la culpó a ella, pues su religión la ha salvado de que yo te aparte de su lado, religión que no alaba a la deidad, religión que te pone a ti como a su deidad.

Esto no es para ti, es para ella. Quién seguro sufrió cuando tus palabras decidieron difamarla y decir que había sido ella, nunca fue ella, fuiste tú.

Ella no era la loca, la desesperada, la desalmada, la traumada, la enferma.

Ese eras tú.

Esto no es para ti, es para ella, quién llegó a ser motivo del tornado de mi cabeza que simplemente no comprendía porque había tanta tristeza.

Mi psique no asimilba porque las nubes llevaban tanto tiempo siendo oscuras, tiempo que al pasar de los segundos, minutos, horas...Pasó a ser días, meses y dentro de poco años.

Y es que nunca lo entenderé, por qué debía yo soltarte, por qué debía yo dejar que arrancarán tu raíz de mi tierra cuando fui yo quien la sembré, quien le dió agua todos los días y murió en vida para hacer que el sol siempre te rodeará, no es para ti, mis palabras son para ella.

En los días vacíos de ocupaciones siempre me pregunto cómo sería la versión de ella y no encontré nada, pues yo era invisible ante la historia que desprendían sus labios.

Esto no es para ti, es para ella, porque aquella no es más que un fin.

Un fin entre dos niños que nunca crecieron, que nunca maduraron.

Al verte a ti, cuando yo ya estoy hecha cicatriz me he dado cuenta que no he perdido nada. A ella, a ella me gustaría decirle que lo que vive a tu lado es solo el comienzo.

¿Cómo puede ella recibir flores de ti si te has encargado de manchar su nombre en el pasado? Seguramente las flores que le llevas a ella, no son para su presencia, son para la tumba que has hecho de ella al matarla tantas veces.

Tal vez su alma era un gato, tal vez van cinco vidas las que le has quitado. No es para ti, es para ella porque aún le quedan dos a tu lado.

Yo ya te he soltado, sin embargo, el rencor a ti, ella no la ha abandonado.

-Rouse.

LAS CARTAS DE AMOR QUE NUNCA SE ENVIARONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora