¿Alguna vez han fingido? ¿Mentido?Yo sí, lo hago todos los días cuando me doy cuenta de que debo forzar mi cuerpo a no correr al tuyo.
A no buscar tus caricias porque tú....
Tú poco sabrás de mi existencia.
Mientras yo tengo la tuya memorizada, cual canción pegadiza de un diario cotidiano.
Yo te veo siempre, me deleito con tus acciones, esperando que alguna de ellas sea dedicada a mi, esperando a ser escuchada.
Escuchada por ti.
¿Tus lentes oscuros acaso no te dejan cruzarte con mi mirada?
Desearía forzar un camino de arena, otro en tu vida, que no tenga más salida que estar conmigo, que no te lleve a dar más vueltas.
Pensándolo bien, dándole vueltas a esa rueda que llamamos pensamientos, ¿cómo sería posible hacer tal cometido? ¿cómo podría?
Hacer que tus pupilas impacten con el mundo interior que conservan las mías, un mundo oculto que lleva tu nombre.
Llevo tu nombre en la espalda como una maldición, incapaz de pronunciarlo, incapaz de llamarte por aquel...
Miedo, miedo que recorre, no un camino de arenas, sino de sangre, mi sangre que desangra por la tuya.
Desearía que me miraras, que estoy ahí tras de ti esperando poder tan solo tocar tu espalda.
Rozar tu hombro.
Caminar tus pasos.
Llevar tus labios.
En mi mente están grabadas, como videoclips de los ochenta. Así te ves tú, como algo ambiguamente bello.
Me pregunto cada amanecer y anochecer si el día siguiente tal vez logré hablarte, mandarte un mensaje con miradas y casualmente encontrarnos entre fachadas que llamamos caras.
Y es qué no, no son suficientes la cartas hoy en día, es necesario lo tangible para poder llegar a lo intangible.
Poder, no puedo.
No lo poseo, las personas que arraigan el poder en sus manos, no solo el verbo, la dominación, no son capaces de bajar a donde están.
Como tú no eres capaz de bajar a mi lugar.
Estas en un frasco, conservada en mi memoria porque es el único momento que puedo guardar para así, en noches como esta recordar.
Te nombro silenciosamente, mi silencio es más fuerte que mis palabras.
Mi mirada es más fuerte que mis frases.
O tal vez mis frases se predican en miradas.
Miradas que no se han hecho, no han sido realizadas.
¿Cómo puedo mirarte si tienes una venda? Unos lentes oscuros.
Porque no eres digna de la ceguera pero tampoco eres hábil para observar.
Porque si lo fueras, a tu lado yo estuviera.
Te extraño, sin conocerte, porque a veces extrañamos lo que no poseemos, confundiendo el añoro con nostalgia.
Eres como una enfermedad, se mantiene viva hasta convertir mi cuerpo en cadáver por tu partida.
Y es que mi melodrama no es suficiente para hacerte saber que siempre he estado aquí, detrás de ti.
Esperando que repentinamente tu cuello sea hábil y de una vuelta, me mires.
Tal vez aún así no logre conseguir mi cometido.
Tal vez aún así no pueda ser amada.
Porque los que más amamos, somos aquellos que valoran incluso el pasado de un cielo, como si no se repitiera de nuevo.
Para aquellos que amamos a escondidas, apreciamos las miradas por coincidencia y las señales confusas que tomamos como evidencia.
Evidencia de lo se anhela pero no se es.
Evidencia de que tal vez el lunes me miraste.
Cambiando las posibilidades de que el martes me hayas pensado.
Y es que miércoles, jueves y viernes, te he mirado, deseando quitar tus lentes oscuros.
Romper tu venda.
Tu tristeza me consuela, me hace saber que también eres real, a veces escondidos no somos capaces de dejar de idealizar.
Idealizo todo lo que tenga ver contigo, pues tu presencia es un castigo.
Al mismo tiempo es un valor, es la fuerza de seguir viviendo la monotonía de la vida para encontrarme contigo.
Esto es para aquellas almas que no conectan.
Para aquellos amantes.
Aquellas personas las cuales parece que su meñique ha perdido el hilo rojo.
A los que se esconden bajo las sábanas del rechazo, como si fuera un placer cuando es más que tortura, más que dolor.
Sufrimiento.
Porque esos que se esconden detrás, son los que más poseen unos lentes oscuros.
-Rouse
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LAS CARTAS DE AMOR QUE NUNCA SE ENVIARON
PoesíaSon trece las cartas que nunca se enviaron, y que están presentes en la memoria para aquellos a los que fueron escritas, un dolor, un amor, una historia plasmada en letras que su humilde escritora espera que ustedes puedan entender, puedan sentir. M...