🌸 𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓓𝓲𝓮𝓬𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸 🌸

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Ay, Satán.

— ¿Será que puedo acercarme sin que me lances algo?

— No me trates como si fuera un Omega histérico y neurótico, Park YajaTzael.

Zael le dio una mirada enojada a su Alfa, con el ceño fruncido regó todas las camisas de ese mismo estúpido Alfa sobre toda la cama, luego lanzó las que le había robado a Jaeh y a YoonGi, de esa forma logró hacer un nidito para él y su cachorro.

— Es que tú me preguntaste si estabas gordo.

— ¡Y tú me dijiste que parecía un globo terráqueo y lo dijiste sin tacto!

Sollozando se limpió las lágrimas con la manga de su suéter, después se metió al nido y se hizo bolita, todo lo que su abultado estómago le dejó, así nadie podría molestarlo a él y a sus cambios drásticos de humor de los que YajaTzael, como su Alfa, estaba siendo víctima.

— Es que solo te estaba comparando, ni te dije que parecías uno, gatito.

— ¡No dijiste que parecía uno, dijiste que era uno!

— ¿Y qué importa? Gatito, yo te amo así, aunque parezcas una pelota de playa.

— ¡Lárgate! ¡Aléjate de nosotros, estúpido Alfa sin cerebro!

— ¡¿Cómo me llamaste?!

Santa madre de Dios.

YajaTzael tuvo que esquivar muy a duras penas el libro que se le fue lanzado, luego retrocedió al ver que Zael salía del nido para caminar enojado hacia él y agarrarlo de la corbata mientras le gruñía como un Omega en estado de gestación que sufría de los síntomas lo hacía.

— Estúpido Alfa sin cerebro. ¿Lo repito, estúpido Alfa sin cerebro?

— No, ya... ya me quedó claro, gatito.

— Más te vale, estúpido Alfa sin cerebro.

— Te amo.

— Púdrete.

— ¡¿Qué dijiste?!

— ¡Que te pudras!

— Pero no me grites, ¿bien?

— ¡Lárgate a la cocina y me preparas algo de comer porque tenemos hambre!

— Pobrecito, juras.

Zael clavó sus ojos de gatito enojado sobre él, así que él salió corriendo de la habitación antes de que le lanzara algo que esta vez no pudiera esquivar. Es que ese ser que parecía más gatito que Omega estaba de un humor, ya ni él mismo se aguantaba.

Caray.

Negando se dirigió hacia la puerta cuando el timbre sonó. Tras abrir miró un espejo frente a él, por lo que se acomodó el cabello y se sonrió porque era tan jodidamente guapo que hasta ilegal debería de ser, era tan perfecto y tan sexy.

La belleza a veces le dolía.

— Deberían pagarme para ser tan guapo.

Dael solo giró los ojos antes de entrar a su casa con unas bolsas que contenían lo que él le había pedido de favor que le comprara para su gatito chiquito que ahora parecía más endemoniado que otra cosa, pero él no era nadie para recriminarlo, así que no importaba.

— Ya decía yo que mis ojos no eran de ese color.

— Tus ojos son color demonio.

— Sí, sí. Como sea, da igual, ¿a quién le importa?

— Aquí está lo que me pediste. Todavía no entiendo por qué tanta mantequilla de maní.

— Mi gatito anda con unos antojos, uno más asquerosos que el otro — Respondió — Supongo que para echarla al arroz o qué sé yo, da igual.

💐 *:・゚ 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓢𝓸𝓫𝓻𝓮𝓹𝓻𝓸𝓽𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻  ゚・:* 💐 YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora