💐 *:･ﾟ 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓢𝓸𝓫𝓻𝓮𝓹𝓻𝓸𝓽𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻 ﾟ･:* 💐 YoonMin

🌸 𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓣𝓻𝓮𝓼 🌸

— Ay, Yoonie, ven aquí.

YoonGi no dudó en abrazar a Zael y aferrarse a él solo porque no quería que se fuera.

— Sabes que debes ir a visitarme y yo vendré a visitarlos — Zael sonrió — Yo los amo demasiado como para dejarlos.

— Intenta decirle eso a mi papá.

— Hablando de Jaeh, ¿en dónde está? — Curoseó — Creí que se despediría de mí.

— Lo que menos quiere mi papá es despedirse de ti — Murmuró YoonGi — Sabes que esto está siendo difícil para él.

— También lo es para mí.

Zael sonrió suave cuando GiYoon se acercó para abrazarlo porque no soportaría que se fuera sin despedirse de él.

— Chicos, están actuando como si me fuera a ir del país — Rió — Solo me voy a vivir a otra casa.

— Pero vas a estar alejado de nosotros, tío — YoonGi susurró — Siempre hemos sido los cuatro.

— Y lo seguiremos siendo, Yoonie — Aseguró — Estas cosas debe pasar, habrá un día en el que tú también te irás porque encontrarás al amor de tu vida.

— Que está difícil, ¿eh? Porque con ese color de muerto que se carga, quien sabe si pueda encontrar algo.

Detrás de él, YajaTzael le sonrió a YoonGi, quien le sacó la lengua mientras escuchaba que Jaeh bajaba la escaleras.

— Jaeh, creí que debía subir para despedirme de ti.

Cuando YoonGi lo soltó, Zael se dirigió hacia su hermano mayor, fue ahí en donde notó que éste había estado llorando porque tenía la nariz y los ojos rojos e hinchados.

— Uh... No podía dejarte ir sin despedirme, ¿no?

Claro que intentó sonreírle a Zael, pero estaba siendo muy difícil, y es que siempre habían sido los cuatros. Cuando sus padres murieron a causa de un tiroteo, a él le tocó dejar su infancia y su vida para dársela a sus hermanos menores y luego también se la dio a YoonGi cuando nació.

Ahora era difícil ver cómo uno de los tres amores de su vida se iba porque ya había creado una junto a otra persona.

La separación era dura, pero debía entender que las cosas eran así y que Zael tenía que irse con su Alfa.

Ese maldito.

— Jaeh, debes ir a visitarme, ¿bien?

Con las manos en los bolsillos de la chaqueta, él asintió mientras veía a YajaTzael.

— Dame el horario de entrada y salida de YajaTzael.

— ¿Para qué?

— Para saber a qué hora debo ir y regresar.

Zael soltó una risita antes de acercarse para abrazarlo y apoyarse en su pecho.

— Te amo, Jaeh — Murmuró — Gracias por cuidarme y ser tan buen hermano mayor.

— No sé si lo fui o si lo soy realmente, pero hice lo que pude, gatito — Respondió Jaeh — Sabes que aquí tú vienes siempre y si ese imbécil Alfa te hace algo, no dudes en llamarme.

— Lo tendré en cuenta.

El menor le sonrió y con esa sonrisa dejó un beso en su mentón para luego separarse y así buscar cómo ir con su Alfa.

— ¿Nos vamos ya?

— Sí.

YajaTzael tomó sus maletas para salir de la casa y llevarlas al coche, así que cuando él quedó solo con sus tres personas favoritas, no dudó en abrazarlos al mismo tiempo.