Someplace

02

Al menos ya tenía algo seguro, Mingyu le había llamado diciendo le que la aceptarían solo después de dar a luz y que su bebé pasará la semana para que ella pudiera asistir a la empresa y firmar su contrato, aprovechando también para inscribir a su hijo en la guardería de la empresa.

En ese momento podía decir que sus manos empezaban a ser soltadas poco a poco.

Mientras más pasaban los días, ella sentía menos presión, sabía que en solo dos días más llegaría a estar en los 9 meses y el doctor le podría dar un estimado de tiempo para que sus contracciones se dieran.

Esa noche dónde la oscuridad era intensa, justo cuando sus sueños la llevaron a verlo de nuevo, algo empezaba a suceder.

—Jungkook...amor, haz vuelto.

Lo veía frente a ella, más él no sonreía.

—Cariño...te extrañe mucho.

Con cada paso que daba él lucia más lejano hasta el punto de desaparecer de su vista, ella gritaba diciendo le que regresará más la realidad la trajo de vuelta, un intenso dolor la cubrió por completo.

Jadeaba sintiendo como el colchón se encontraba húmedo,quitó las mantas encontrando se con su entrepierna mojada,ya había roto su fuente.

Cómo pudo se levantó sintiendo como el aire le faltaba y ese intenso dolor creciendo hasta llegar a su espalda.

Busco entre la oscuridad su teléfono y rogando espero a que la llamada fuera contestada.

—¿Bueno?...

Su voz adormecida y ronca se escuchó dejando le saber que lo había despertado —Mi-mingyu....

—JungMi...¿Que sucede?

—D-debo ir al hospital....¡Ah!

Su grito lo asustó logrando que él se levantará, solo minutos después la puerta de su hogar fue tocada, con ese momento donde el dolor ya no era tan fuerte camino hasta ahí tomando la mochila con todo lo necesario y abrió la puerta.

—¿Estás bien?¿Que sucedió?

—Ya viene....el bebé ya viene.

Con esas palabras él empezó a ponerse nervioso, no sabía nada sobre embarazos ni que hacer para que no le doliera, trato de hablarle y tranquilizarla pero era obvio que entre los dos él era quien más tenía miedo.

Al llegar al hospital, JungMi desapareció con las enfermeras y Mingyu solo podía morderse las uñas sintiendo extraño todo lo sucedido.

—Por favor sígame —la enfermera lo guió hasta una sala solitaria con ropa esterilizada —Coloque se esto y en un momento lo llevaremos a la sala.

No pregunto nada y solo siguió sus indicaciones, aunque se preguntaba para que era necesario vestirse así,se quedó callado.

Tiempo después la misma mujer apareció pidiendo le que la siguiera, segundos después se encontraba en la misma habitación que JungMi está vez la veía acostada con las piernas descubiertas y dobladas.

—Puje...

Escuchaba sus gritos ahogados y sin saber que hacer se acercó a ella tomando su mano sintiendo su agarré fuerte y como su rostro se contraía por el dolor.

—Tu puedes JungMi...vamos... házlo.

La animaba a continuar hasta que horas después el lamento del recién nacido se escuchó, ese momento fue tan hermoso que simplemente él no pudo evitar llorar.

—Felicidades son padres de un hermoso varón.