El peso del silencio

Khan

Después de la confrontación con Kajol y las reflexiones profundas sobre nuestra relación, llegué a una decisión difícil pero necesaria: no presionar más sobre el tema del matrimonio. Me di cuenta de que nuestras emociones estaban demasiado cargadas y que forzar la cuestión solo aumentaría la tensión entre nosotros.

En lugar de ello, me enfoqué en fortalecer nuestra conexión y en cultivar una atmósfera de apoyo y comprensión. Decidí ser más presente en su vida diaria, asegurándome de que se sintiera amada y cuidada en cada momento. Cada mañana, me aseguraba de que desayunara adecuadamente antes de salir de casa, y preparaba un almuerzo para llevar que la acompañara durante el día.

A medida que pasaban los días, noté un cambio en nuestra dinámica. Nuestra relación se volvió más tranquila y serena, sin las tensiones que antes nos habían consumido.

Decidimos hacer un viaje a Estados Unidos para visitar a Nysa durante sus exámenes. La idea era simple: apoyarla en este momento crucial de su vida académica, pasar macro, era su última oportunidad o tendría que irse de la facultad, así que estábamos allí para apoyarla y pasar tiempo juntos como familia.

Durante el vuelo, estábamos emocionados por lo que nos esperaba. Ver a Nysa, ayudarla con sus estudios y simplemente disfrutar de estar juntos era todo lo que necesitábamos.

Al llegar al departamento, nos encontramos con un caos total. Desorden por todas partes, cosas fuera de lugar y un aspecto general de desastre. Kajol abrió los ojos, claramente molesta, y dejó escapar un comentario sarcástico.

— Más te vale que haya sido un huracán— dijo, su tono cargado de irritación y humor al mismo tiempo.

— Me voy a volver loca— Nysa corrió en dirección a su madre, y ambos nos quedamos sorprendidos de su estado, estaba ojerosa, temblorosa y claramente afectada por la cantidad de café que tenía en el cuerpo, no hacía falta adivinar, tenía una pila de tazas y dos paquetes de café abiertos— Jalaré de nuevo.

Mientras Kajol intentaba consolar a Nysa, quien se encontraba en medio de un ataque de ansiedad por la abrumadora cantidad de material de estudio que debía comprender para la próxima semana, ofrecí ocuparme de la limpieza del departamento.

—Tranquila, cariño—, le dije a Nysa, poniendo una mano reconfortante en su hombro—Vamos a encontrar una solución juntos. No estás sola en esto. No te preocupes por el desorden, yo me encargo—, le dije a Kajol, tratando de aliviar su preocupación por el estado del departamento. 

Con determinación, me puse manos a la obra, limpiando y ordenando cada rincón del departamento mientras Kajol continuaba consolando a Nysa.

Kajol intentaba tranquilizar a Nysa, quien estaba visiblemente frustrada por la situación académica. — Nysa, cálmate. Eres inteligente y capaz—  le dijo Kajol, tratando de infundirle confianza.

Sin embargo, Nysa expresó su frustración, mencionando que su maestra la detestaba y la describió como una mujer mayor y soltera. —La profesora me odia. Es una mujer vieja, tiene como 40 años y es una solterona que...— se quejó Nysa.

Kajol rechinó los dientes, tenía casi la edad de la maestra.

Ante la idea de intervenir para resolver el conflicto, Kajol sugirió: —Podría hablar con ella, intentar resolver las cosas. 

Pero Nysa, con un destello de ingenio, propuso: — Mejor que lo haga mi tío Khan. Tal vez ella cambie de opinión si él habla con ella.

La idea tomó a todos por sorpresa, pero Nysa pareció considerarla con seriedad. Después de un momento de reflexión, asintió con la cabeza, como si hubiera encontrado una solución que le parecía razonable.