Khan

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Después de una deliciosa velada con Kajol, se acomodó dejando su rostro sobre mi pecho, y haciendo círculos con sus uñas la vi entrecerrar los ojos, como si pensara algo— ¿La buscarás?

— ¿A la modelo de Vogue?— Me reí a su expresión— ¿No crees que ya estamos grandes para hacer estas preguntas? Soy monógamo Kajol, me sentí incómodo, y solamente hablamos del café— La sonrisa de Kajol me hizo saber que estaba actuando segura, cuando se moría por dentro

— Te recuerdo, señor Khan, que antes de tener una relación conmigo, te la pasabas con "modelitos de Vogue"— Su uña me dio un ligero incón.

— Recuerdas que estuve ahí el día que descubriste la infidelidad de Ajay ¿No?— Ella asintió mirándome atenta— Yo recuerdo muy bien tu rostro, y es una expresión que no quiero volver a ver en ti.

— Uhm... Sé que solo lo haces por Nysa, y te agradezco, pero podrías...

— Esto se termina hoy, no te preocupes— La vi respirar con tranquilidad, y acaricié su cabello peinándolo detrás de su oreja para poder ver mejor sus ojos— Hablaré con Nysa. E iré directamente a la universidad.

— Te habría encantado tener niños ¿No?— Me preguntó atenta, y yo asentí.

— Es uno de mis sueños— Confesé. 

Nysa entró a la casa, y ambos nos apresuramos en vestirnos, y hacer como si nada hubiera pasado. La pobre apenas pudo prepararse un café antes de volver a su habitación a hacer sus tareas para mañana.

— Tío Khan, no se olvide de escribirle a mi maestra.

Asentí, aunque solo lo haría para preguntarle por Nysa y sus horarios de atención de la universidad. Kajol me miró incrédula, seguramente pensó que no tenía palabra, y todo lo que le dije era solo una mentira, y yo me senté en el sofá con mi celular

— No puedo creerlo— comentó con un tono entre sorprendido y molesto. 

Nysa, tratando de calmar las cosas, respondió— Mamá, no te pongas celosa, es solo actuación, ¿sí?.

— No puedo decirle nada si me miras como si quisieras matarme— señalé. Su respuesta fue un simple asentimiento mientras decidía retirarme de la escena.

— Bueno, beberé té—, dijo algo molesta, seguramente en vez de tomar el té iba a mirar la taza y darle miles de vueltas a lo mismo y al azúcar con una cuchara.

La vi caminar inquieta una y otra vez delante de mí. La preocupación se reflejaba claramente en el rostro de Kajol mientras observaba cómo me reía más de lo habitual mientras chateaba. Suspiré levantando las cejas hacia ella preguntándole— ¿No confías en mí, verdad?

— ¿Qué quieres que haga si te veo riendo como un idiota frente al teléfono? 

— Es Karan, Kajol ¿También estás celosa de Karan?— Le mostré el teléfono, con el chat de Karan, me había mandado un video de las cámaras de seguridad de su casa, donde sus dos hijos intentaban hacer un pastel y se les caía la harina.

— Dios santo, la harina...— Asentí, abrazándola.

— No la he agregado a WhatsApp, si estás preocupada, por eso, su número sigue en el vaso de Starbucks, bótalo tu misma— Sin pensarlo por un momento, tomó el vaso y abriendo el bote de basura con pisando el pedal lo tiró— ¿Fin?

— Fin— Aceptó en señal de rendición. Kajol se acercó a mí y me abrazó, buscando consuelo en mi presencia—. ¿Quieres ver una serie? Puedo hacer palomitas.

— Las haré yo, cambié de lugar, elige lo que quieras ver, cariño— Fui hacia la cocina, y la dejé con el control del televisor, al volver, nos acostamos juntos en el sofá cama, y vimos "The Big Bang theory", ella sostenía mi mano y me daba palomitas de vez en cuando, no supe de qué trataba el capítulo, me quedé dormido al poco tiempo, y Kajol igual.

El peso del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora