Kajol

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Sentada frente a mi teléfono, me enfrenté a la pantalla iluminada con una mezcla de ansiedad y determinación. Sabía que era necesario expresar lo que estaba sintiendo, aunque eso significara admitir mi propia vulnerabilidad y egoísmo. Las palabras se formaron en mi mente antes de que mis dedos se movieran sobre la pantalla para escribir el mensaje.

Kajol: Te necesito.

Mientras escribía esas palabras, sentí un nudo en la garganta, pero era aún mayor mi euforia. Era difícil admitir mis propias debilidades y reconocer que mi necesidad de Khan era tan profunda que a veces me asustaba.

Envié el mensaje con un toque ligero y esperé, con el corazón en la mano, por su respuesta. Sabía que había dicho que no me sentía bien con su toque, pero también me sentía vulnerable y ansiosa ante la pasión que sentí como nunca antes.

Khan: ¿Dónde estás?

Kajol: Estoy en casa- escribí, sintiendo cómo la ansiedad aumentaba mientras esperaba su reacción.

No pasó mucho tiempo antes de que llegara su siguiente mensaje: "Voy para allá."

Mis ojos se abrieron con sorpresa ante su rápida respuesta. Sabía que esta conversación era inevitable, pero enfrentarla cara a cara me llenaba de temor y expectativas. Mientras esperaba su llegada, me invadió una mezcla de emociones: nerviosismo, culpa y una chispa de emoción de que tal vez, sería opacada por mi deseo al verlo. 

Me puse el traje que nunca usé, y arreglé mi cabello intentando verme sexy, y es que así me hacía sentir él, amada, deseada, justo como necesitaba en ese momento. Mirándome al espejo me di cuenta cómo el matrimonio había arruinado mi percepción de mí misma y de mi sexualidad.

El sonido de la puerta resonó en la distancia y mi corazón latía más rápido a medida que se acercaba. Preparé mi mente para la conversación que se avecinaba, sabiendo que nuestras palabras podrían cambiar el curso de lo que teníamos juntos. Con un suspiro, me levanté y me dirigí hacia la puerta, lista para enfrentar la realidad y la verdad que nos esperaba.

La puerta se abrió con suavidad, y mi mirada se encontró con la de Shahrukh. En ese instante, el aire pareció cargarse de una tensión palpable. Ambos éramos conscientes de las palabras no dichas que flotaban entre nosotros. Antes de que pudiera articular una sola palabra, sentí la suavidad de sus labios presionándose contra los míos.

El beso fue una explosión de emociones reprimidas. Mis manos instintivamente se aferraron a su camisa, como si intentaran sostener ese momento en el tiempo. El mundo exterior pareció desvanecerse mientras nos sumergíamos en la intensidad del beso, un lenguaje que hablaba más allá de las palabras.

El roce apasionado de sus labios desató una tormenta de fuego  en mi interior. Cerré los ojos, entregándome al torbellino de sensaciones. 

Otra vez me desperté y me vestí para ir al trabajo sin despertarlo, no estaba lista para ver su rostro, ni para conversar sobre lo que pasaba, solo quería vivir el momento, disfrutarlo, y él, serio como suele ser, iba a presionarme para hablar.

Al llegar al trabajo, Josune estaba ahí.

— Señora— Rodé los ojos antes de prestarle atención— Perdón, Kajol— Asentí— ¿La pasó bien a noche, no?— Mi rostro se ruborizó y mis ojos se entornaron furiosos, haciendo que la pecosa tartamudeara— Lo digo porque, b-bueno, tiene una pequeña marca o...— Instintivamente me toqué el cuello donde su mirada señalaba.

Y corrí a mi oficina.

— ¡LO VOY A MATAR!

Kareena: Corazones vieron el IG de la horrorosa de Pooja Bhat.

El peso del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora