Feeling Things

7.5K 1.1K 213
                                    

Sergio, sin dejar su café en su escritorio como lo haría normalmente, se dirigió directamente a la oficina de Lance. Abrió la puerta de vidrio hacia donde estaba sentado el castaño en su prístino escritorio en forma de L que daba a la Novena Avenida.

Lance giró su silla lejos de uno de sus tres monitores. —Checo.— Miró el reloj, el café en su mano y la forma en que sus dientes estaban enterrados en su labio inferior.

—Tenemos que preocuparnos.— Checo dejó su café y se apoyó en el escritorio de Lance.

—¿Por qué?—

—Estoy... sintiendo cosas...— Sergio agitó una mano mientras intentaba expresar sus sentimientos en palabras.

Lance frunció sus labios. —¿Una noche? ¿Pasaste una noche con él y estás enganchado?— Él se levantó de su silla.

—No dije que estaba enganchado... Dije que estaba sintiendo cosas.— Corrigió Checo, su tono ligeramente defensivo a pesar de que esperaba esta reacción de él.

—¿Qué te dije? Te dije que tuvieras cuidado. ¿Qué hizo?— Lance se paseaba por la alfombra de su oficina.

—Es solo que... no sé... no es tan malo como pensaba, y me siento mal por él y...— Checo se pasó una mano por la cara. —Dijo algunas cosas que...— Se calló de nuevo, sin saber cómo describir la adulación anterior de Max.

—¿Qué te dije?— Lance ahora estaba frente a Checo, con los brazos cruzados sobre el pecho.

Sergio levantó las manos. —Ni siquiera sé por qué estás tan molesta, dije que estaba sintiendo cosas, no que me acostaré con él.—

—¿Ahora quieres acostarte con él?— Lance se burló, sus brazos cayendo.

—¿Qué? No.—

—Te dije que era dulce, ¿No? Esto es peligroso, Checo. Max se enojará cuando se entere.— Lance señaló a Checo.

—Espera.— Sergio negó con la cabeza. —Dijiste que Daniel era dulce.—

Las cejas de Lance se enarcaron. —¿No estamos hablando de él?—

La expresión de Checo cambió tan rápido que a Lance le costó seguir sus emociones.

—Vamos, ¿De verdad crees que haría eso?—

—Espera, pero si no es Daniel entonces eso significa...— Lance sonrió mientras rodeaba su escritorio.

Los hombros de Checo se enderezaron.

—Te estás enamorando de Max.— Se rió Lance mientras volvía a tomar asiento en su silla de cuero.

—No, dije que estaba sintiendo cosas.— Corrigió Checo.

Estaba empezando a arrepentirse de haberle dicho a Lance.

—¿Qué tipo de cosas?— Lance presionó, alcanzando el café de Checo.

—Te dije que él... no es tan malo como pensaba... me siento un poco mal por él. Además, antes, en el desayuno, dijo algunas cosas que me hicieron darme cuenta de que no es un completo imbécil.—

—¿Desayunaste con Max?— Lance sonrió desde detrás de la taza de café de Checo.

—Estamos tratando de hacer esto creíble.— Resopló Checo. Definitivamente se arrepentía de haberle dicho a Lance.

Lance tomó otro sorbo de café antes de dejar la taza y suavizar su sonrisa. —Está bien, entonces obviamente estás molesto por esto. ¿Por qué?—

—Yo... no sé...— Sergio pasó su lengua por su labio inferior. —Simplemente no me gusta.—

—¿Qué es lo que no te gusta de eso?— Toda burla se había ido del tono de Lance. Ahora estaba en modo arreglarlo.

—Estoy tan acostumbrado a odiarlo, ¿Sabes? Es extraño sentirme realizado cuando lo hago sonreír. Es extraño verlo sonreír. Además, tenemos cosas en común. No sé cómo manejar eso.— Sergio agitó su mano.

—Tiene una linda sonrisa.— Coincidió Lance.

—Pensé que sería más difícil, ¿Sabes? Como cada vez que lo tocaba, prácticamente se convertía en piedra. Pero justo ahora en el pasillo... cedió y... es un gran besador.—

Lance se inclinó hacia adelante, con los ojos muy abiertos. —Lo siento, ¿Lo besaste?—

—Tenemos que hacerlo creíble, así que sí.— El tono de Checo se estaba volviendo defensivo nuevamente.

—Wow, así que no solo lo estás reclamando, también estás actuando el papel.— Lance inclinó la cabeza mientras estudiaba a Sergio.

—¿Qué?— Checo se movió incómodo bajo su mirada.

—Tal vez eres lo que él necesita.— Tarareó pensativo, casi como si no estuviera hablando con Sergio.

—¿Qué necesita quién?—

—Max no es un mal tipo... Solo creo que está roto. Tal vez puedas ayudar a componerlo.—

Checo se burló, retrocediendo dos pasos. —Eso es ridículo. Por supuesto que está roto; el hombre que ama está actuando como si Max fuera una vieja aventura.—

—Solo digo que Max se alejó cuando él y Daniel terminaron, tal vez puedas sacarlo un poco de su caparazón.—

Checo miro a Lance con los ojos entrecerrados.

—No digo que tengas que enamorarte de él.— Lance puso los ojos en blanco. —Pero si alguien puede hacerse amigo de Max Verstappen, eres tú.—

—Hace una semana, me hubiera reído en tu cara por la mera idea de hacerme amigo de Max, pero considerando cómo fue esta mañana... puede que no sea tan imposible, sin embargo, no me enamoraré de él.—

Lance levantó las manos en fingida rendición. —No estoy diciendo que lo harás.—

—Esa es la menor de mis preocupaciones.— Suspiró Checo al ver a Daniel caminar hacia la puerta de la oficina de Lance.

Lance se burló cuando lo vio. —Es tan encantador y sexy que me dan ganas de golpearlo.—

Sergio se rió justo cuando su puerta se abrió un poco.

Daniel golpeó suavemente el vidrio con un nudillo. —¿Puedo interrumpir?—

—Ya lo has hecho.— Se burló Lance, haciéndole un gesto para que entrara.

—Mis disculpas, solo quería hablar con Sergio.—

—Soy todo tuyo.— Sergio le hizo un gesto a Daniel para que salieran. Sabía que no era mejor para ellos quedarse.

—Oh, eso sería divertido.— Daniel le guiñó un ojo a Sergio.

—Cuida tu boca, no está disponible.— Espetó Lance, sus ojos lanzando dagas a Daniel.

—Era simplemente una broma.— Le aseguró Daniel antes de seguir a Sergio por el pasillo.

—Tengo la sensación de que no es tu mayor fan.— Sergio miró a Daniel en busca de una reacción.

—Max se quedó con los niños en el divorcio.— Guiñó Daniel.

—¿Qué pasó entre ustedes dos de todos modos?— Sergio se atrevió a preguntar mientras él y Daniel se dirigían hacia su escritorio.

—¿No sabes?—

—Max fue... escaso con los detalles. Parece que cinco años es mucho tiempo para terminar sin razón.—

Daniel tarareó en respuesta. —Cinco años también es mucho tiempo para separarse.—

Sergio frunció el ceño, pero supo por la forma en que los hombros de Daniel se tensaron que esta conversación no iría más lejos.

—¿De qué querías hablar conmigo?—

—Me gustaría una lista de tus modelos. Necesito decidir quién se pone en qué época.— Daniel parecía aliviado por el cambio de conversación. Sergio sintió aún más curiosidad por lo que sucedió entre Daniel y Max. Era algo de lo que a ninguno de los dos le gustaba hablar.

LIKE IT OR NOT [CHESTAPPEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora