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Ended It

Sergio observó a Daniel seguir con la mirada a Max por el pasillo hasta que se perdió de vista, antes de volver a él.

—Mi presencia aquí parece ser estresante para él.— Suspiró Daniel.

—¿Es eso una sorpresa para ti?— Sergio se burló.

Daniel no apartó la mirada de Sergio. Un tic en la comisura de sus labios le dijo a Sergio que estaba conteniendo una sonrisa.

—No pensé que sería un problema ya que ustedes dos están juntos y todo eso.—

La mandíbula de Sergio se apretó. ¿Estaba insinuando que él no era suficiente? ¿Estaba buscando pruebas de que no era real?

—Bueno, nuestra relación aún es nueva. Seis meses pueden parecer mucho tiempo, pero hemos estado tomando las cosas con calma. Ustedes dos solo se separaron hace aproximadamente un año.—

—¿Crees que todavía está herido?— Daniel frunció el ceño.

Sergio entrecerró los ojos, o de verdad no se daba cuenta, o tratada de molestarlo.—¿Eso es una broma?— Sergio practicamente espetó.

—No fue una ruptura particularmente desastrosa.— Daniel se recostó en su silla como si estuviera contemplando algo.

—¿Qué pasó?— Sergio se atrevió a preguntar. Había asumido que había sido una ruptura desastrosa.

—Estábamos... a la deriva. Al principio él era... bueno, ya sabes. Dulce, gentil, cariñoso. Pero luego... el trabajo comenzó a afectarlo más, ¿Sabes? Siempre estaba hablando de eso. Yo quería ir a bailar y viajar. Él... no podía tomarse el tiempo.—

—Entonces, ¿Él cambió?— Sergio se cruzó de brazos. Daniel seguramente estaba omitiendo detalles.

—Bueno... según él... yo me alejé. 'Busqué atención en otra parte', o eso dijo.—

—Lo engañaste.— Sergio levantó una ceja.

—No.— Espetó Daniel. —Nunca lo engañé. Le fui leal en todo momento. Admito que coqueteé mucho, pero nada más.—

Sergio inclinó la cabeza. —¿Y qué, lo terminas en lugar de resolverlo?—

Daniel soltó una carcajada. —¿Es eso lo que te dijo?—

—Simplemente estoy juntando las piezas.— Sergio levantó las manos en defensa. Podía ver que la conversación estaba molestando a Daniel.

—Yo no lo terminé, él lo hizo.— Daniel se apartó de la mesa, la silla de metal chirrió por el suelo.

Sergio observó a Daniel salir de la habitación. Se sentó confundido. ¿Por qué Max lo habría terminado? ¿No dijo Max que Daniel lo terminó?

Sergio comenzó a preocuparse. ¿Y si fue una falta de comunicación y ninguno de los dos terminó realmente? ¿Y si ambos todavía querían estar juntos? ¿Y si Max terminaba con él y volvía con Daniel?

Su estómago se revolvió de una manera que no le gustó. —En realidad no estamos juntos.— Se recordó a sí mismo en voz alta. —Él puede estar con Daniel si quiere.—

A pesar de las palabras que pronunció en la habitación vacía, un dolor en su pecho no permitió que la preocupación se calmara.

Max iba de regreso a la habitación en que había dejado a Checo y Daniel, cuando Daniel dio la vuelta en la esquina y casi se estrelló contra él.

—Daniel.— Max notó la irritación y la incomodidad en sus hombros. ¿Qué había hecho Checo?

—Max.— Los hombros de Daniel cayeron un poco.

—¿Qué ocurre?— Max extendió una mano, pero se detuvo antes de que pudiera alcanzar el brazo de Daniel.

Daniel notó la vacilación. La ira lo invadió una vez más. —¿Les estás diciendo a todos que yo terminé esta relación?— Hizo un gesto entre él y Max.

Las cejas de Max se levantaron. —¿Disculpa?—

—Acabo de hablar con Sergio, y cree que yo terminé con nuestra relación.— Espetó Daniel, con los brazos cruzados sobre su pecho.

—¿Por qué estabas hablando con Sergio sobre nosotros?— Los hombros de Max se tensaron.

—Solo respóndeme, maldita sea.— Gruñó Daniel, sus brazos cayendo a los lados, sus puños apretados.

—¿Es una broma? ¿Tu terminaste nuestra relación?— Max miró a su alrededor en busca de alguien que pudiera estar al alcance del oído.

—¡¿Yo la terminé?!— Daniel se burló. —¿Estás bromeando? Me acorralaste y exigiste algo que no podía darte.—

—Todo lo que quería, era a ti, pero ese era un precio demasiado alto, así que lo terminaste.—

—Nunca te terminé. Tú eres el que se fue.—

Max levantó las manos, dando un paso atrás. —¿Por qué me quedaría? No me querías. Nunca lo hiciste.—

Daniel respiró hondo antes de responder lentamente. —Max, siempre te fui leal. Sé que no me crees, pero yo no haría eso.—

—Coqueteabas con todos a la vista.— Se burló Max. Odiaba tener esta conversación de nuevo. Le recordó las muchas noches que se quedaron despiertos peleando.

—Coquetear no es lo mismo que acostarse con ellos.— Daniel elevó la voz.

La mandíbula de Max se apretó. —Ya no quiero tener esta conversación.— Se pasó una mano por la cara y dejó escapar un suspiro. —No puedo creer que la estemos teniendo ahora. ¿Por qué estamos peleando? Ya no estamos juntos. No queda nada por lo que pelear.—

Daniel no respondió. Ignoró el nudo en su estómago ante las palabras de Max. Sabía que tenía razón, pero aun así no le gustaba escucharlo.

—Y te agradecería que no hablaras de nuestra relación con Sergio.— Max luchó por mantener la calma en su tono.

—¿Lo amas?— Daniel preguntó, su tono parcialmente acusador.

Los labios de Max se abrieron y levantó las cejas. Miró boquiabierto a Daniel por un momento antes de balbucear una respuesta.

—Yo-él uh-estamos... tomando las cosas con calma.— Max tragó el nudo que se formaba en su garganta.

—Eso es lo que él dijo.— Daniel entrecerró los ojos. —Recuerdo que me dijiste que me amabas después de tres meses.—

La mandíbula de Max se apretó una vez más. —He aprendido a ser más cuidadoso de a quien le doy mi corazón.—

Los hombros de Daniel se hundieron. —Extrañaba tu forma de hablar. Siempre fuiste un conversador tan dulce.— Una sonrisa gentil se dibujó en sus labios.

La postura de Max aún era rígida; él sabía lo que Daniel estaba haciendo. Así es como siempre lo ablandaba después de una discusión. Palabras amables, ojos tristes. Funcionó cada vez. Siempre terminaba con Daniel besándolo suavemente.

Los ojos de Daniel se deslizaron hasta la boca de Max. Su mano se cerró suavemente alrededor de la muñeca de Max.

Max respiró hondo. ¿Iba a dejar que Daniel hiciera esto? ¿Él quería esto? Había soñado con besar a Daniel por última vez durante meses después de que se separaron. Pero aquí, ahora, ¿Iba a ceder?

Daniel se inclinó hacia delante. Deteniéndose a solo unos centímetros de la cara de Max, suspiró. —No quiero pelear contigo.—

Dio un paso atrás, liberando a Max.

La mandíbula de Max se apretó tanto que le dolía. Esas palabras fueron prácticamente un mantra al final de su relación. Daniel siempre decía eso antes de que Max se marchara. Algunas cosas nunca cambiaban. Excepto que no lo había besado. Eso era nuevo. ¿Por qué Daniel no lo había besado? ¿Y por qué Max estaba tan molesto por eso?

—Entonces acordemos mantener esto estrictamente profesional, ¿De acuerdo?— Espetó Max, empujando a Daniel. Tenía que alejarse de él.

Dobló la esquina y presionó una mano contra la pared, como si eso lo ayudara a mantener la compostura. No debería estar molesto porque Daniel no lo besó. Por supuesto que no lo besaría, no quería regresar con Max. Se sentía como un tonto.