Sergio terminó su historia con un gesto de la mano. -De todos modos, es por eso que tuve que fingir ser el novio de Lance.-
Max no pudo evitar la sonrisa que apareció en sus labios. Checo tenía una habilidad con las palabras. Sabía cómo hacer que cualquier historia fuera entretenida.
Sergio bebió lo último de su bebida y frunció el ceño al mirar a Max. -¿No te gustó la bebida? Apenas la tocaste.- Señaló.
Max miró hacia donde la hoja de menta se había marchitado sobre el hielo casi derretido. La bebida no estaba ni a la mitad. Parpadeó, dándose cuenta de que no había sentido la necesidad de beber con tanta frecuencia.
-Oh.- Comenzó. -En cierto modo lo olvidé.-
Sergio arqueó las cejas. -La última vez que fuimos a cenar juntos, te bebiste la mesa.- Su tono era sólo ligeramente burlón.
Max le lanzó una mirada que no pudo desifrar.
Era casi... ¿Cariñosa?
-Supongo que no me haces querer beber hasta que no puedo sentir.- Max se encogió de hombros como si ese comentario no golpeara a Sergio como un picahielos en el pecho.
Puso su mejor sonrisa, esperando que ocultara la confusión. -Me alegro.-
En ese momento el camarero regresó con la cuenta.
Sergio sacó su tarjeta e hizo un gesto hacia la salida. -¿Te llevo a casa? Sé que no te gustan las salidas nocturnas los días laborables y supongo que tienes planes de llegar temprano a la oficina debido a que te fuiste temprano, así que...- Se detuvo mientras metía su billetera en el bolsillo de su pantalón. Tuvo cuidado de evitar el contacto visual. Algo en los últimos momentos hizo que Sergio se sintiera vulnerable de tal manera que no podía identificarlo. Y no le gustó.
-Son casi las ocho.- Max miró la hora en la parte superior de su teléfono. Rápidamente descartó los mensajes de texto de Martin. Los leería más tarde.
Sergio sacó a Max del restaurante con una conocida sensación de náuseas y supuso que no tenía nada que ver con la comida que acababa de comer.
-Gracias por la cena.- Dijo Max una vez que regresaron al jeep de Checo.
-Me alegra que te haya gustado.- Sergio sonrío ampliamente antes de arrancar el motor.
-¿Hay algo mal?- Max notó la repentina incomodidad de Checo.
-Uh, no, no, sólo espero que esta noche no haya sido un fracaso total.- Mintió Sergio. Si bien era una preocupación, su preocupación actual era el dolor en la boca del estómago.
-Honestamente Checo.- Max lo miró con un ceño sincero e intenso. -Creo que esta ha sido una de las mejores noches que he tenido en mucho tiempo. He aprendido que soy un pintor terrible, el béisbol es un gran reductor de estrés y me gusta la comida belga.-
Sergio se obligó a relajarse, pero el dolor en su estómago se convirtió en un nudo retorcido. Se concentró en sacar el jeep del estacionamiento.
-Espero que sea cierto, porque sólo estaba tratando de ayudar.-
El corazón de Max dio un vuelco. Inclinó la cabeza, debatiendo sus siguientes palabras.
-Realmente esperaba estar... ansioso por que esta cita terminara. Pensé que tendría que seguirte la corriente y pretender divertirme. No creo que sea nada personal. Creo que eso es justo lo que esperaba de las citas. Pero esto fue... refrescante y descubrí que... no odio del todo tu compañía.-
Las manos de Sergio apretaron el volante, agradecido por la distracción del tráfico para no tener que mirar a Max a los ojos.
-Sorprendentemente, yo tampoco te odio. De hecho, puedes ser un tipo decente cuando no estás siendo un idiota.- Sergio miró a Max para vislumbrar una expresión antes de volver a concentrarse en el camino que tenía delante.
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LIKE IT OR NOT [CHESTAPPEN]
FanfictionCheco trabaja como asistente editorial en Vogue. Ama todo sobre su trabajo, menos a su jefe, Max Verstappen. Max es el peor y Checo lo odia. Pero cuando Max lo arrastra a la cena anual de la compañía, se ve forzado a pretender ser novio de Max para...