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Actually going for it

La ropa fue tirada descuidadamente en el suelo de la oficina de Sergio, junto con todos los artículos que habían estado sobre el escritorio. El escritorio en el que Sergio estaba actualmente desplegado.

Sergio jadeó el nombre de Max mientras sus manos agarraban los lados del escritorio.

Max había imaginado este escenario exacto una docena de veces. Sergio debajo de él sobre un escritorio, Max penetrándolo. Ahora, mientras presionaba suaves besos en los lunares que salpicaban la parte interna del muslo de Sergio, se dio cuenta de cuánto mejor era la realidad que su imaginación.

—¿Qué estás pensando?— Preguntó Sergio, soltando el escritorio, para levantarse sobre sus codos.

Max presionó a Sergio lentamente, provocando que dejara escapar un gemido bajo.

—Sólo en ti.— Respondió Max.

Sergio se mordió el labio inferior mientras intentaba concentrarse. —¿Qué de mí?— Tartamudeó mientras Max retrocedía y empujaba hacia adelante de nuevo.

—Qué increíble te ves acostado sobre este escritorio.—

Sergio sabía que sonrojarse era estúpido considerando su posición actual, pero de todos modos sintió el calor en sus mejillas.

—Eres impresionante.— Susurró Max, inclinándose hacia adelante para conectar sus labios.

Sergio sintió la mano de Max rodearlo mientras empujaba hacia adelante. Un grito ahogado escapó de sus labios mientras Max continuaba acariciando y empujando. Cayó de espaldas, con la cabeza inclinada, exponiendo algunos lunares que le recorrían el cuello y el pecho.

Una breve conversación sobre una modelo con lunares cruzó por la memoria de Max.

Max usó su mano libre para pasar su dedo por Sergio como si conectara los lunares. —Hasta abajo, de hecho.—

Sergio arañó la madera debajo de él mientras sentía el calor acumulándose en la parte inferior de su abdomen.

Max continuó con sus movimientos, lentos pero duros mientras la espalda de Sergio se levantaba del escritorio. Tomó una imagen mental, tratando de recordar este momento para siempre.

Sergio terminó con un grito ahogado de su nombre. Jaló a Max hacia abajo para darle un beso desesperado mientras disfrutaba su clímax, sus dedos arañando el cuero cabelludo de Max.

Los movimientos de Max se volvieron descuidados a medida que aceleraba, acercándose su propio clímax.

Sergio se apartó lo suficiente para mirar a Max a los ojos.

El puro éxtasis y el cariño en la expresión de Sergio fueron suficientes para llevar a Max al límite.

No sabía si alguna vez había visto una mirada así dirigida a él.

Su cabeza cayó sobre el hombro de Sergio mientras luchaba por recuperar el aliento.

Sergio, cuya mano todavía estaba enredada en el cabello de Max, lo abrazó. Ninguno de los dos dijo una palabra durante un largo momento.

Finalmente, Sergio habló. —Esta cita oficialmente supera a la primera.—

Max se rió mientras se alejaba de Sergio. La tenue luz de la lámpara en la esquina bailó en los ojos de Sergio, haciéndolos brillar como un vaso de whisky recién servido. Max no era ajeno a ahogarse en alcohol, pero nada podía compararse con la sensación que le daba Sergio.

｡･ﾟ･♡

Max se despertó por un ruido metálico en la cocina. Se talló los ojos mientras se sentaba en la cama de Sergio. Frunció los labios para contener una sonrisa mientras el recuerdo de la noche anterior lo inundaba.