LIKE IT OR NOT [CHESTAPPEN]

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Sergio se quitó los zapatos y arrojó las llaves en la mesa junto a la puerta. Su mente no había dejado de darle vueltas al beso. Le había gustado mucho el beso. Demasiado. Se dio cuenta de que quería acercarse de nuevo y la idea lo aterrorizó. ¿Estaba realmente tan desesperado por sentir afecto que se conformaba con obtenerlo de Max? ¿O estaba empezando a sentir algo por su jefe?

El dolor en su pecho le dijo que era lo último, pero se negó a creerlo. Seguramente no. Ni siquiera había pasado una semana, no había manera de que ya se estuviera enamorando de Max.

Sacó su billetera y su teléfono y vio una llamada perdida de Carlos.

Sin molestarse en escuchar el mensaje de voz, presionó el botón de llamada y presionó el teléfono contra su oreja mientras guardaba su billetera y se dirigía a su habitación.

—Hola cabron.— Respondió Carlos después del tercer timbre.

—Perdón por perder tu llamada, estaba... en una cita.— Sergio cerró los ojos ante lo absurdo de esa frase.

—Sí, eso escuché. Era la comidilla de la oficina.— Resopló Carlos.

—¿Qué? ¿Por qué?—

—Max Verstappen salió temprano del trabajo. Para tener una cita. Contigo.—

Sergio se mordió el labio inferior. Escucharlo en voz alta parecía una locura.

—Más que nada, era que él quería alejarse de Daniel.— Respondió con desdén, como si no fuera gran cosa.

—Bueno, te cuidare las espaldas porque estoy bastante seguro de que Daniel te odia ahora.— Se rió Carlos, pero Checo escuchó la preocupación subyacente en el tono de su mejor amigo.

Sergio se pasó una mano por el cabello. Había esperado evitar la ira de Daniel. Había estado seguro de que no sería una preocupación ya que parecía haber superado a Max.

—¿Por qué?— Se atrevió a preguntar.

—Aparentemente, Max nunca aceptó salir temprano del trabajo para tener una cita con Daniel a pesar de que él se lo pidió varias veces. Tiene la impresión de que eres algo especial y Lance cree que ahora te ve como una amenaza.—

—¿Una amenaza?— Sergio chilló.

—Lance tiene teorías, y estoy seguro de que te las contará mañana. Pero amigo, tuviste una cita con Max Verstappen, ¿Cómo te fue?—

Sergio comenzó a caminar por su habitación, pasando por encima de la ropa desechada que había tirado en su pánico anterior para prepararse.

—Fue... extraño.—

—Me lo puedo imaginar. ¿Qué hiciste?— Carlos presionó.

—Yo, eh, traté de tratarlo como si fuera una cita real, pero apenas conozco al chico. Lo llevé a Vino y Diseño.—

Carlos se rió a carcajadas ante eso.

—Sí, no lo sé, pensé que el alcohol podría ayudar.—

—Luego le pedí un favor a Jo. En realidad, fue una buena decisión. Resulta que le encanta el béisbol. Luego terminé la cita con una cena en Trapp Door. Pareció disfrutarlo, pero no puedo entenderlo. Me da señales contradictorias. Un segundo estoy seguro de que me odia y al segundo siguiente dice que no le importó pasar la noche conmigo. No sé cómo salir con alguien con quien no estoy...ya sabes... saliendo.— Divagó Checo mientras su paseo continuaba.

Hubo un momento de silencio al otro lado de la línea.

—¿Carlos?— Sergio miró su teléfono para asegúrese de que la llamada no haya sido desconectada.