Apolo Dubois, un chico de ascendencia francesa y americana, se encontraba en el andén 9 y 3/4, listo para embarcar en el tren hacia Hogwarts. Había sido transferido de Ilvermorny, la escuela de magia de Estados Unidos, a Hogwarts debido al traslado de sus padres al Ministerio de Magia de Londres.
Apolo se sentía un poco confundido y desorientado. Todo en Hogwarts era nuevo y diferente para él, desde el castillo hasta las costumbres. Pero lo que más le afectaba era la actitud de algunos estudiantes hacia él, especialmente la del famoso trío de oro.
Harry Potter, en particular, parecía tener un cierto resentimiento hacia él, simplemente porque había sido seleccionado para Slytherin. Aunque Hermione Granger y Ron Weasley eran un poco más amables, Apolo no podía evitar sentirse como un extraño.
Apolo no entendía por qué había tanto prejuicio contra Slytherin. En Ilvermorny, las casas no tenían la misma rivalidad que en Hogwarts. Pero a pesar de todo, Apolo estaba decidido a demostrar que no todos los Slytherin eran malos.
Así que, con una determinación renovada, Apolo decidió enfrentar los desafíos que se le presentaban. No permitiría que los prejuicios de otros definieran quién era él. Después de todo, no importaba en qué casa estuvieras, lo que realmente importaba era lo que llevabas en tu corazón.
Ahora más familiarizado con los pasillos de Hogwarts y las costumbres de Slytherin, comenzó a notar una extraña tensión entre dos de sus compañeros de escuela: Harry Potter y Draco Malfoy. Aunque no estaba seguro de la naturaleza exacta de su relación, era evidente que había algo más que la típica rivalidad entre Gryffindor y Slytherin.
Apolo observaba a Draco de vez en cuando, notando cómo su habitual arrogancia parecía desvanecerse después de ciertos encuentros con Harry. Había momentos en los que Draco parecía genuinamente triste, una expresión que parecía fuera de lugar en su rostro normalmente altivo.
Apolo se preguntaba qué podría estar causando tal angustia en Draco. ¿Era posible que la rivalidad entre él y Harry fuera más personal de lo que parecía a primera vista? ¿O había algo más en juego?
A pesar de sus propias luchas para adaptarse a su nueva vida en Hogwarts, Apolo no pudo evitar sentir simpatía por Draco. Después de todo, ambos eran Slytherins, y Apolo sabía lo que se sentía ser juzgado y mal entendido.
Así que, con una determinación tranquila, Apolo decidió que intentaría acercarse a Draco. No para entrometerse en sus asuntos, sino para ofrecer su amistad. Tal vez, pensó, eso era lo que Draco necesitaba: alguien que pudiera ver más allá de la casa a la que pertenecía y ofrecerle una mano amiga.
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𝑪𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 & 𝑬𝒔𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 || 𝑨𝒑𝒐𝒍𝒐×𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐
FanfictionMiré a Draco, sus ojos brillaban con una intensidad que siempre me había parecido fascinante. - Draco- comencé - Siempre he encontrado algo increíblemente interesante en ti. Me gusta cómo tus ojos brillan cuando hablas de algo que te apasiona. Esa...