𝑪𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 & 𝑬𝒔𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 || 𝑨𝒑𝒐𝒍𝒐×𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐

Capítulo 17: Sombras de celos

Draco Malfoy

Mientras el tiempo pasa y las estaciones cambian en Hogwarts, he notado un cambio sutil pero significativo en la dinámica entre Apolo y yo. Desde que le pedí tiempo para reflexionar sobre nuestra relación, él ha respetado mi espacio de una manera que me ha sorprendido y conmovido profundamente. Ha sido paciente, comprensivo y ha evitado presionarme para tomar una decisión apresurada. Aunque aprecio enormemente su actitud, no puedo evitar sentir una punzada de culpabilidad por hacerlo esperar.

Sin embargo, en medio de esta pausa en nuestra relación, me he dado cuenta de que Apolo ha estado pasando cada vez más tiempo con una chica llamada Herzen. Es una belleza nórdica con una presencia que no pasa desapercibida. Sé que pertenece a la casa de Gryffindor, y aunque intento convencerme de que no debería importarme, no puedo evitar sentir un leve cosquilleo de celos en el fondo de mi corazón.

¿Por qué me siento así? ¿Por qué me importa tanto con quién pasa su tiempo Apolo? Después de todo, he rechazado sus avances incontables veces, negándome a permitir que su amor penetre en las murallas que he construido alrededor de mi corazón. ¿Es justo que me sienta celoso ahora, cuando él finalmente está buscando conexión en otros lugares?

Recientemente, he escuchado a una Ravenclaw llamada Violett mencionar que Apolo está interesado en la cultura de Herzen. Aunque sé que es solo eso, interés en su cultura, y que Apolo no se siente atraído hacia ella de la misma manera en que lo hace hacia mí, no puedo evitar sentirme extraño al respecto.

Estos celos son injustos y absurdos, lo sé. Apolo es libre de pasar tiempo con quien quiera, de explorar sus intereses y hacer nuevas conexiones. No tengo derecho a reclamar su atención exclusiva, especialmente cuando he sido tan reacio a ofrecer la mía. Pero a pesar de mi razonamiento lógico, no puedo evitar sentir un pellizco de ansiedad cada vez que veo a Apolo y Herzen juntos.

Quizás sea hora de que enfrente mis propios sentimientos y tome una decisión sobre nuestro futuro juntos. Pero por ahora, me encuentro atrapado en un torbellino de emociones contradictorias, luchando contra la sombra de los celos mientras intento encontrar mi camino hacia la claridad y la paz interior.

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El tiempo avanza inexorablemente hacia las vacaciones de verano, un periodo de descanso y reflexión que se avecina con la promesa de nuevas experiencias y desafíos. En unas pocas semanas, Apolo partirá hacia Estados Unidos para visitar a algunos familiares, y luego emprenderá un viaje a Francia. La noticia de su partida me llena de sentimientos encontrados: por un lado, siento una leve punzada de tristeza al saber que estaremos separados por un tiempo, pero por otro, la perspectiva de reunirme con mi madre en Francia me llena de emoción y anticipación.

Antes de que pueda siquiera salir del dormitorio de Slytherin para comenzar a hacer mis preparativos para el viaje, Apolo se acerca a mí con una sonrisa cálida en los labios. En sus manos sostiene un pequeño regalo envuelto con cuidado, un gesto tan inesperado como conmovedor.

—Draco, quería darte esto antes de partir —dice Apolo, extendiéndome el regalo con gentileza—. He notado que tu madre suele enviarte dulces preparados en casa, así que pensé en hacer algo similar para ti.

Mis ojos se iluminan con sorpresa y gratitud mientras acepto el regalo con manos temblorosas. Después de todo este tiempo, Apolo sigue encontrando maneras de sorprenderme y alegrar mi corazón. Abro el regalo con cuidado y descubro una selección de dulces caseros, cuidadosamente elaborados con amor y dedicación.

—¡Son increíbles! Muchas gracias, Apolo —expreso sinceramente, una sonrisa radiante extendiéndose por mi rostro—. No puedo esperar para probarlos.

Apolo devuelve mi sonrisa y me abraza suavemente, un gesto de cariño que me llena de calidez y afecto. En ese momento, me siento agradecido por tenerlo en mi vida, por su generosidad y su amor incondicional.

—Cuídate mucho durante el verano, Draco —dice Apolo, su voz cargada de afecto—. Te extrañaré mucho.

—Yo también te extrañaré, Apolo —respondo sinceramente, con el corazón lleno de emociones—. Espero que tengas un viaje seguro y lleno de momentos maravillosos.

Con un último abrazo y una mirada llena de promesas de reencuentro, Apolo se despide y se aleja, dejándome con el regalo en las manos y el corazón lleno de gratitud y amor.