Capítulo 15: Anillo

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Desde hace semanas, me he visto atrapado en una situación incómoda. Potter, ha comenzado a fastidiarme de formas cada vez más evidentes. Al principio, eran simples comentarios sobre mi desempeño en Quidditch, pero pronto se convirtieron en críticas mordaces y directas.

En los entrenamientos de Quidditch, Potter no perdía la oportunidad de señalar cada pequeño error que cometía. —¿Eso es todo lo que puedes hacer, Apolo? —se burlaba con una sonrisa despectiva en los labios, su voz cargada de desdén. Sus palabras comenzaron a minar mi confianza, haciendo que dudara de mis habilidades en el campo de juego.

Pero el tormento de Potter no se limitaba al Quidditch. En las clases de pociones, se convertía en mi sombra, observando cada movimiento que hacía con una mirada afilada y crítica. —¿Así que ese es tu intento de hacer la poción de la suerte? Patético —murmuraba con desprecio, mientras los otros estudiantes se reían nerviosamente a sus espaldas.

Incluso en materias más simples, como Herbología y Encantamientos, Potter encontraba formas de menospreciar mis esfuerzos. Cada logro era recibido con un gesto de desdén y cada error era resaltado con crueldad, creando un ambiente hostil y desafiante para mí.

Al principio, me sentí abrumado por la constante presión de Potter. Sus palabras hirientes me afectaban más de lo que estaba dispuesto a admitir, y comencé a dudar de mí mismo y de mis habilidades. Pero con el tiempo, algo cambió dentro de mí.

En lugar de dejarme llevar por el desaliento, comencé a encontrar un extraño placer en la competencia con Potter. Cada insulto y cada crítica se convirtieron en combustible para mi determinación, y me negué a dejar que sus acciones me derrotaran.

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—¿Eso es todo lo que puedes hacer, Apolo? —espetó Potter con una sonrisa burlona, mientras observaba mis movimientos en el campo de Quidditch.

—No te preocupes, Potter. Todavía tengo mucho más guardado bajo la manga —respondí con calma, tratando de mantener mi compostura a pesar de sus provocaciones.

—Lo dudo —replicó, con un tono despectivo—. Parece que estás más interesado en hacer el ridículo que en jugar en serio.

Me mordí la lengua para no responderle con la misma moneda. No iba a permitir que me sacara de quicio, no esta vez.

En medio de la tensa situación en el campo de Quidditch, Potter, al ver que sus intentos de provocarme no surtían efecto, decidió cambiar de táctica y comenzó a lanzar insultos hacia Draco. Sus palabras hirientes resonaron en el aire, provocando una oleada de rabia dentro de mí.

—¿Qué tal tu amiguito? —espetó Potter con una sonrisa despectiva—. Debería mantenerse en su casita de oro en lugar de estar aquí, molestando a los demás con su presencia.

Mis puños se cerraron con fuerza mientras luchaba por contener mi ira. Cada palabra de Potter era como una afrenta personal contra Draco, y no podía quedarme de brazos cruzados mientras lo insultaba de esa manera.

—¡Basta, Potter! —exclamé, mi voz temblorosa pero llena de determinación—. No tienes derecho a hablar así de Draco, o de cualquier otra persona. Eres un completo idiota.

Potter me miró con desdén, sin mostrar señales de arrepentimiento por sus palabras.

—¿Y qué vas a hacer al respecto, Apolo? —dijo con una sonrisa arrogante—. ¿Vas a defender a tu amiguito Slytherin? Deberías buscar mejores compañías si no quieres que te manchen con su reputación.

Mi ira alcanzó su punto máximo. Mis manos temblaban de furia mientras luchaba por contenerme y mantener la compostura.

—No me importa lo que pienses, Potter —respondí entre dientes, luchando por mantener la calma—. Pero nunca, bajo ninguna circunstancia, permitiré que insultes a Draco o a cualquier otra persona. Eso no está bien y no lo toleraré.

𝑪𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 & 𝑬𝒔𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 || 𝑨𝒑𝒐𝒍𝒐×𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora