Después de nuestra noche en la Torre de Astronomía, Apolo y yo nos encontramos una vez más bajo el manto estrellado, pero esta vez en un lugar más íntimo y tranquilo: el jardín secreto de Hogwarts.
Nos sentamos juntos en un banco de piedra, rodeados por la suave luz de las luciérnagas y el suave susurro de las hojas en el viento. Aunque el ambiente es tranquilo, puedo sentir la emoción palpable en el aire mientras nos preparamos para abrir nuestros corazones el uno al otro.
Apolo me mira con determinación, sus ojos brillando con una mezcla de ansiedad y esperanza.
—Draco, hay algo que quiero discutir contigo. Algo que creo que es importante para ambos —dice Apolo, su voz tranquila pero cargada de emoción.
Asiento con curiosidad, sintiendo un cosquilleo de anticipación en mi estómago.
—Claro, Apolo. ¿De qué se trata? —pregunto, tratando de ocultar mi propia ansiedad.
Apolo toma una profunda inspiración antes de continuar.
—Quiero conocerte mejor, Draco. Quiero saber más sobre tu pasado, tus sueños, tus miedos. Quiero entender quién eres realmente y qué te hace feliz —confiesa Apolo, su mirada intensa y sincera.
Me quedo sin palabras por un momento, sorprendido por la honestidad y la vulnerabilidad de sus palabras. Sin embargo, también siento una oleada de gratitud y alegría al saber que Apolo está tan comprometido con nuestra relación.
—Yo también quiero conocerte mejor, Apolo. Hay muchas cosas que me gustaría preguntarte, sobre todo acerca de tu experiencia en la escuela de Ivelmorny. Sé que no siempre fue fácil para ti y no quiero que te hagas daño recordando esos momentos, pero me gustaría entender mejor tu pasado y cómo te ha moldeado en la persona que eres hoy —le digo con sinceridad, mi corazón latiendo con afecto.
Apolo asiente con gratitud, sus ojos brillando con una mezcla de nostalgia y determinación.
—Gracias, Draco. Significa mucho para mí que estemos dispuestos a abrirnos el uno al otro de esta manera. Espero que esta conversación nos acerque aún más como pareja —dice Apolo, su voz llena de esperanza.
Apolo escucha con atención mientras comparto con él una parte de mi vida que rara vez revelo a alguien más. Le hablo sobre mi familia, sobre el peso de llevar el apellido Malfoy y las expectativas que siempre han pesado sobre mis hombros. Le confieso cómo en ocasiones me he perdido a mí mismo tratando de encajar en el molde que mis padres han creado para mí, sacrificando mis propias necesidades y deseos en el proceso.
—Es difícil ser un Malfoy, Apolo. Siempre se espera que estemos a la altura de un cierto estándar, que mantengamos la pureza de nuestra sangre y que protejamos el honor de nuestra familia a toda costa —le explico con sinceridad, una sombra de tristeza cruzando mi rostro.
Apolo me mira con comprensión, su expresión llena de empatía.
—Puedo imaginar lo difícil que debe ser para ti, Draco. Pero quiero que sepas que no tienes que enfrentar eso solo. Estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites, sin importar cuán desafiante sea el camino por delante —me dice con voz suave pero firme.
Una sensación de alivio y gratitud me invade al escuchar sus palabras, y sé que he tomado la decisión correcta al abrirme a él de esta manera.
—Gracias, Apolo. Significa mucho para mí tener tu apoyo y comprensión. Quiero ser una mejor persona, no solo para ti, sino también para mí mismo. Sé que no siempre he sido la mejor versión de mí mismo, que en algún momento llegué a molestar a Harry y a detestar a cualquiera que no compartiera mi linaje sanguíneo. Pero estoy decidido a cambiar, a dejar atrás esas actitudes tóxicas y a ser la persona que sé que puedo ser —le confieso con determinación, mi voz temblorosa pero llena de sinceridad.
Apolo me mira con orgullo y admiración, su amor por mí brillando en sus ojos.
—Draco, sé que no es fácil cambiar, pero estoy seguro de que eres capaz de hacerlo. Ya has dado el primer paso al reconocer tus errores y estar dispuesto a trabajar en ellos. Estoy aquí para apoyarte en cada paso del camino —me asegura, su voz llena de confianza.
Mi corazón late con anticipación mientras escucho atentamente la historia de Apolo sobre su familia y su pasado. Sé que la familia Dubois es muy conocida y respetada en el mundo mágico, pero siempre he sentido curiosidad por conocer más sobre quiénes son realmente.
—¿Te importaría contarme un poco más sobre tu familia, Apolo? Sé que los Dubois son muy famosos, pero me gustaría saber quiénes son en realidad —le pido con sinceridad, esperando no invadir su privacidad.
Apolo asiente con una sonrisa comprensiva, como si supiera que este momento era inevitable.
—Por supuesto, Draco. Mi padre, Liam Dubois, estudió en la Escuela de Beauxbatons antes de hacer un intercambio estudiantil para irse a estudiar a Ivelmorny, donde conoció a mi madre, Alice. Se enamoraron y después de graduarse se casaron. Ambos se especializaron en biología y alquimia, y encontraron trabajo en el Ministerio de Magia de Estados Unidos. Decidieron formar una vida allí, y fue donde yo crecí y estudié en la escuela de Ivelmorny —me cuenta Apolo, su voz llena de nostalgia y cariño por sus padres.
Me siento intrigado por la historia de Apolo, pero sé que hay más bajo la superficie. Recuerdo la marca en su brazo y me pregunto cómo ocurrió.
—¿Alguna vez te atacaron en Ivelmorny? —pregunto con cautela, sintiendo una punzada de preocupación por lo que pueda haber enfrentado.
Apolo asiente, su expresión sombría mientras recuerda el incidente.
—Sí, fui atacado por algunos compañeros de clase que no estaban de acuerdo con mis creencias sobre la igualdad entre magos y muggles. Fue un momento difícil, pero mis padres me ayudaron a superarlo y a seguir adelante. Aunque la marca en mi brazo es un recordatorio constante de esa experiencia —explica Apolo, su voz cargada de emociones.
Una sensación de empatía y solidaridad me inunda al escuchar su historia, y estoy agradecido de que haya confiado en mí lo suficiente como para compartirla.
—Lo siento mucho, Apolo. Nadie debería ser atacado por sus creencias —expreso con sinceridad, sintiendo una mezcla de indignación y tristeza por lo que ha tenido que enfrentar.
Apolo asiente, agradecido por mi comprensión.
—Gracias, Draco. Significa mucho para mí tener tu apoyo. Aunque ha sido difícil, creo que es importante hablar sobre estas experiencias para que podamos aprender y crecer juntos —dice con determinación, su voz llena de resolución.
Asiento en acuerdo con sus palabras, reconociendo la importancia de enfrentar los desafíos del pasado para construir un futuro mejor.
—Estoy de acuerdo, Apolo. Creo que es importante que sigamos adelante juntos, apoyándonos mutuamente en cada paso del camino —respondo con sinceridad, mi corazón lleno de gratitud por tener a Apolo a mi lado.
Una sensación de cercanía y conexión nos une mientras compartimos nuestras experiencias y nuestros deseos para el futuro.
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𝑪𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 & 𝑬𝒔𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 || 𝑨𝒑𝒐𝒍𝒐×𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐
FanfictionMiré a Draco, sus ojos brillaban con una intensidad que siempre me había parecido fascinante. - Draco- comencé - Siempre he encontrado algo increíblemente interesante en ti. Me gusta cómo tus ojos brillan cuando hablas de algo que te apasiona. Esa...