Mi nombre es Apolo Dubois. Cuando me enteré de que mi familia y yo nos mudaríamos a Londres, sentí un shock inicial.Había crecido en Estados Unidos, asistiendo a Ilvermorny, la escuela de magia de allí, pero mis padres, ambos altos funcionarios del Ministerio de Magia, habían sido transferidos a Londres, y con ellos, yo.
La cultura británica era diferente a la que estaba acostumbrado. Todo, desde la comida hasta la forma en que la gente hablaba, era nuevo para mí, sin embargo a pesar del shock cultural, también sentía una emoción burbujeante en mi pecho. Estaba emocionado por la oportunidad de compartir nuevos momentos con mi familia en esta ciudad desconocida.
El día que subí al tren hacia Hogwarts, mi corazón latía con una mezcla de emoción y nerviosismo; caminaba por el estrecho pasillo del expreso de Hogwarts, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho. Era mi primer viaje hacia la famosa escuela de magia británica, y no podía evitar sentirme nervioso. Buscaba desesperadamente un lugar donde sentarme cuando divisé un compartimento con algunas personas adentro. Me acerqué cortésmente y pregunté si podía unirme a ellas.
—¡Claro, adelante!—respondió la chica pelirroja con una sonrisa amigable—. Soy Ginny Weasley, y esta es Luna Lovegood.
Me presenté con timidez y tomé asiento frente a ellas. La conversación empezó a fluir, y me sorprendí al darme cuenta de lo fácil que era hablar con Ginny y Luna. Me hicieron sentir bienvenido desde el principio, y me alegró ver que estaban interesadas en mí y en mi historia.
Conforme hablábamos, me sentí cada vez más relajado en su compañía. Les conté sobre mi vida en Estados Unidos, mi herencia francesa y mi reciente mudanza a Londres. Ellas escuchaban con atención, y pronto nos encontramos inmersos en una conversación animada sobre nuestras experiencias mágicas y nuestras expectativas para el año escolar en Hogwarts.
A medida que el expreso de Hogwarts avanzaba hacia su destino, me di cuenta de que, en medio de la incertidumbre de mi nueva vida en el Reino Unido, había encontrado dos nuevas amistades en Luna y Ginny. Estaba agradecido por su amabilidad y por hacer que mi primer viaje a Hogwarts fuera mucho más llevadero.
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El viaje en el Expreso de Hogwarts había sido emocionante, pero nada podía igualar la sensación de llegar a Hogsmeade. Cuando Luna y Ginny tomaron el camino hacia los carruajes, no pude evitar sentirme intrigado por la misteriosa criatura que tiraba de ellos. Aunque no podía verlos, sabía que Luna podía, y eso me hacía sentir un poco nervioso.
Subí al carruaje junto con Luna y Ginny, y pronto nos encontramos en camino hacia Hogwarts. Mientras el carruaje se deslizaba suavemente por el oscuro sendero, mis pensamientos se centraron en el misterioso chico que había visto a lo lejos; su presencia había sido como un destello entre la multitud, y aunque nunca lo había visto antes, me había dejado una impresión duradera.
Aquel chico parecía pertenecer a otro mundo, con su piel pálida y sus ojos grises penetrantes. Caminaba con una elegancia natural, como si el mundo estuviera a sus pies. Aunque no lo conocía, no pude evitar sentirme atraído por su misteriosa presencia.
Finalmente, llegamos a Hogwarts, donde fuimos recibidos por la profesora McGonagall. Su mirada severa y su voz firme dejaron claro que no era alguien a quien debía subestimar. Escuché atentamente mientras explicaba el proceso de selección de casas y qué esperar en los próximos días. A medida que hablaba, sentí una mezcla de emoción y nerviosismo por lo que me esperaba en mi nueva escuela.
Me encontraba parado en la entrada de Hogwarts, nervioso pero emocionado por lo que vendría. A mi lado estaba la formidable subdirectora McGonagall, quien me miraba con su característica seriedad pero también con una chispa de curiosidad en sus ojos. Me sentía un tanto fuera de lugar con mi ropa muggle, así que decidí seguir a McGonagall hacia un vestidor cercano para cambiarme.
Mientras caminábamos, la subdirectora comenzó a explicarme el proceso de selección de casas en Hogwarts. Sus palabras resonaban en mi mente mientras me cambiaba, consciente de la importancia que tenía este momento. Elegir la casa adecuada definiría mi experiencia en Hogwarts y, en cierto modo, mi futuro como mago. McGonagall me brindó un breve resumen de la historia y los valores de cada casa: Gryffindor, valentía y coraje; Hufflepuff, lealtad y trabajo duro; Ravenclaw, sabiduría e ingenio; Slytherin, astucia y determinación.
Escuchaba atentamente, tratando de imaginar dónde encajaría mejor.Nuestra conversación se tornó un poco más amigable mientras caminábamos por los pasillos del castillo.
—¿Estás listo, Apolo? —preguntó McGonagall con un tono tranquilizador.
—Sí, creo que sí —respondí, tratando de ocultar mis nervios.Sin embargo, nuestro intercambio fue interrumpido por la voz del director Dumbledore resonando en el Gran Comedor.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza cuando la voz del director Dumbledore resonó en el Gran Comedor, anunciando que había un estudiante mago que sería seleccionado en una casa esa noche. Me sentí como si todos los ojos estuvieran puestos en mí, como si fuera un bicho raro por estar siendo seleccionado de esta manera tan particular.
Caminé con paso firme hacia el taburete frente al sombrero seleccionador, consciente de las miradas curiosas que me seguían. Me senté y el sombrero cayó sobre mi cabeza, sumergiéndome en la oscuridad.
—Hmm, interesante, muy interesante —escuché una voz en mi cabeza, que reconocí como la del sombrero seleccionador.
—¿Qué? ¿Qué es interesante? —pregunté, sintiéndome un poco incómodo por hablar con un sombrero.
—Tu mente, Apolo Dubois, está llena de curiosidad e ingenio. Veo mucho potencial en ti —respondió el sombrero.
—Gracias, supongo —murmuré, sintiéndome un poco abrumado por el cumplido del sombrero.
—Veamos, ¿dónde te colocaremos? —continuó el sombrero, como si estuviera pensando en voz alta.
Hubo un momento de silencio tenso antes de que el sombrero finalmente anunciara su decisión.
—Slytherin —exclamó el sombrero seleccionador, y un murmullo de sorpresa recorrió el Gran Comedor.
Me levanté del taburete con una mezcla de emoción y nerviosismo. Slytherin, la casa de las serpientes y la astucia. Nunca me había imaginado en ese lugar, pero algo dentro de mí resonó con la idea.
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𝑪𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 & 𝑬𝒔𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 || 𝑨𝒑𝒐𝒍𝒐×𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐
FanfictionMiré a Draco, sus ojos brillaban con una intensidad que siempre me había parecido fascinante. - Draco- comencé - Siempre he encontrado algo increíblemente interesante en ti. Me gusta cómo tus ojos brillan cuando hablas de algo que te apasiona. Esa...