"Con este matrimonio nuestras empresas se fusionaron, convirtiéndose en la más importante y poderosa del gremio. Somos socias con los mismos deberes y derechos.
Ella me odia, soy la mujer que arruinó su vida, solo un contrato...
A penas hablamos y...
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Esto es embarazoso, ¿Por qué me tiene que pasar a mi? ¡Ese idiota! Sabía que iba a salir con alguna pedantería, menos mal que estaba Taylor.
Ahhh Taylor, en estos momentos debe de estar burlándose de mi, que tonta soy.
—¡Amelia! -entra Steven a la habitación. —¿Otra vez aquí?
—Hola Steve, este no es tu hospital, ¿Te llamaron?
—Si así es, veo que se están volviendo costumbre tus visitas al médico.
—Se me olvidó tomarme el medicamento, fue un día de locura pero creo que con un poco de suero mejora.
—No puedes jugar de este modo Amelia, el problema del azúcar no es una broma, un día de estos te vas a ver grave.
—Es solo una hipoglucemia Steven, no exageremos. Además para eso estás tu, para cuidarme.
Vemos que entra Taylor con muy mala cara.
—Veo que ya despertaste, Steven ¿Cómo estás?
—Bien Taylor, sorprendido de que estés aquí.
—¿Por qué? Amelia es mi esposa, ¿Dónde más podría estar? -la veo extrañada. —¿Qué tanta droga consumió?
—¿Droga? -Steve nos mira. —¿Qué droga? -niego y Taylor está extrañada.
—La razón por la que se puso de ese modo es por necia, se puso a beber casi una botella de vino y si eso no es suficiente el idiota con el que estabas le hecho algo en la última copa. -Steve me mira algo molesto.
—¿Vino? Amelia sabes que no puedes tomar bebidas dulces y mucho menos sin tomarte el medicamento. -recuerda. —Espera dijiste droga pero en los examenes no indicó nada fuera de lo normal, no había ninguna sustancia extraña.
—Es porque no estoy drogada. -miro a Taylor. —Boté el trago cuando el se descuidó, te dije que me sé cuidar.
—Botaste el trago pero estás aquí y si no fuera por mi sabrá Dios que te habría hecho ese imbécil. -me dice con la actitud más fría y soberbia que existe. —Fuiste imprudente Amelia.
—Estoy de acuerdo contigo Taylor. -interviene Steven. —Fuiste imprudente al beber vino y no tomar el medicamento pero. -mira a Taylor. —No hay ninguna gota de algún tipo de droga en tu cuerpo, eso si te hubiera matado.
—Si no esta drogada es que bebió tanto que se emborrachó, ¡Que lindo! En el hospital cuidándote de la borrachera después de darle una paliza a ese idiota.
—Yo no te pedí que te quedaras, puedes irte ¡No te necesito!
—Se calman las dos. -interviene Steven otra vez, mira a Taylor y prosigue. —Ella no esta borracha, y tu. -me mira. —Aún no estás bien, vamos a esperar que el tratamiento haga efecto. Taylor por favor, ella tiene que estar tranquila.
