"Con este matrimonio nuestras empresas se fusionaron, convirtiéndose en la más importante y poderosa del gremio. Somos socias con los mismos deberes y derechos.
Ella me odia, soy la mujer que arruinó su vida, solo un contrato...
A penas hablamos y...
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¡¡Me besó!!
Taylor me está besando por primera vez y se siente bien.
Esto es mejor de lo que siempre imaginé.
Está tan pegada a mi que a penas puedo moverme, solo puedo sentir sus labios en mi, su ansiedad, su necesidad, su ansiedad.
La abrazo y respondo a su beso después de seis años queriendo besarla como no podría. No pienso, no razono, no quiero nada demás de aprovechar esto por unos minutos, o al menos los que duré antes de que la razón volviese a mi.
Sentirla por primera vez sin odio ni resentimiento siendo sincera se siente tan bien.
Se aparta de mi, su frente está pegada a la mía mientras respira agitada con sus manos aún sosteniendo mi rostro.
—Eso es lo que siempre he querido pero no puedo.
—No puedes pero lo acabas de hacer. ¿Por qué ahora Taylor?
—Porque... -me mira con tantas dudas en su mirada. —Estoy confundida Amelia.
¡Confundia!
Nose por qué eso me da rabia. Pienso en todo lo que acaba de reclamarme.
—En vez de hablar conmigo hace cinco años tu decidiste odiarme y creerle a todos menos a mi, fuiste tu quién decidió que viviéramos un infierno. ¿Y es ahora que me dices que estás confundida?
—Amelia no me entiendes, ¿Cómo puedo...? -se termina de apartar de mi, respira profundo pero aún así se ve transtornada.
¿Qué es lo que no me dice?
—¿Taylor, qué es lo que te atormenta? Creo que estamos en medio de puros malos entendidos y es hora de aclararlos todos, aunque lo nuestro no tenga remedio. -me mira y sé que se está debatiendo en que hacer.
—Tienes razón Amelia, debemos de hablar pero no ahora, no puedo. Come bien por favor.
Se trata de ir.
Pero... ¡Esta mujer!
—¿En serio? -le digo cuando abre la puerta. —Vienes hasta acá con excusas tontas, luego me dices lo de la empresa y tu diseño ¡Y al final terminas besándome! Te digo que debemos hablar y me dices que ahora no. ¡¡Demonios Taylor!!
—No tengo a cabeza clara ahora Amelia.
—¡Ni ahora ni antes! -estoy tan molesta por arruinar el beso que termino dándole una cachetada. —¡¡Eso es para que en tu vida me vuelvas a besar!! -la empujo terminando se sacarla de mi apartamento.
—¿Pero que haces? -cabe destacar que a penas la movía, es que la idiota es fuerte y comparada con mi cuerpo que es claramente más pequeño no tengo la fuerza necesaria para sacarla. Pero aún así lo sigo intentando.
