"Con este matrimonio nuestras empresas se fusionaron, convirtiéndose en la más importante y poderosa del gremio. Somos socias con los mismos deberes y derechos.
Ella me odia, soy la mujer que arruinó su vida, solo un contrato...
A penas hablamos y...
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Sigo sin entender cómo esta mujer hace que yo pierda los estribos de esta manera.
—Señora, hemos llegado. -escucho a Marcus pero observo y esta no es la casa.
—¿Dónde estamos?
—En el departamento de la Señora Amelia.
—Marcus te dije que nos llevaras a casa, ¿Te parece que esta es la casa?
—Pero... -lo miro y baja la mirada, observo a mi lado y Amelia está dormida.
—Vamos... Pensé que Amelia había vendido este departamento cuando nos casamos. -cuando Marcus me responde es que me doy cuenta que lo dije en voz alta.
—No señora, la señora Amelia venía una o dos veces a la semana y se quedaba aquí.
—¿Por qué? Tiene una casa enorme para ella sola.
—¿Quién entiende a las mujeres, no cree señora?
La miro, se ve tan sencilla, inocente así como en día en el que la conocí. recuerdo que me quedé boba al verla bajándose del auto, toda glamurosa pero fresca.
Luego en clases se veía tan imponente e inteligente, no era la clásica chica que solo estaba pendiente de ropa y fiestas.
¿En qué momento cambiaste Amelia? Si me hubieras permitido acercarme a ti y no te hubieras ido con el idiota de Jake Gyllenhaal ahora todo sería diferente...
¿Por qué tuviste que mentir y hacer algo tan cruel para casarte conmigo? Si eso era lo que querías me hubieras dicho, te hubiera hecho tan feliz.
¿Pero como podría si mataste a mi bebé?
—¡Dios!
—¿Pasa algo señora? -niego porque mis pensamientos y sentimientos están por volverme loca.
—Ya llegamos. -me bajo del auto y cargo a la castaña, al entrar veo a Dorotea.
—Señora, ¿Qué le pasó?
—Nada, solamente una baja de azúcar pero el médico ya la revisó.
—¿Otra vez olvidó el medicamento?
La subo ala habitación y la recuesto, se ve tan frágil.
—Dorotea te dije que solo podía comer cosas sanas y que estuvieras pendiente de sus medicamentos, y si es que se ponía mal me llamaras. ¿Por qué me tengo que enterar por su médico que ha tenido varias crisis en estos últimos tres meses?
Bajó su mirada apenada. —Lo siento señora, pero le aseguro que come sano, todo como usted lo indicó y sus medicamentos estaban al día.
—¿Y entonces? ¿Cómo es que ha terminado en el hospital?
