Regresa a mi - Taylor Swift y tú.

¿Qué quieres de mi?

✯¸.•'*¨'*•✿ ✿•*'¨*'•.¸✯

Las dudas son lo más complicado de superar cuando tienes a una mujer que durante años te vió como la villana del cuento e asesina de su bebé, que se casó contigo a base de un contrato solo para conseguir reconocimiento y poder.

Eso para ignorarte durante años y luego pedirte el divorcio.

Amo a Taylor. Lo he hecho desde la primera semana de la universidad cuando aún era alguien tan diferente.

Pero ahora me es difícil creer que tanta atención, atracción y deseo es por mi.

Es que esto me altera y no me gusta no tener el control de esta situación.

—¿Amelia estás en otro mundo? -la escucho decir en broma mientras terminamos de almorzar. —A penas has probado algún bocado.

—¿Que quieres de mi, Taylor? -cuestioné.

No soy una mujer de rodeos ni tampoco me gusta ser el papel de la tonta enamorada e ingenua.

—Ehh... ¿Que comas? Debes cuidarte. -respiro profundo y la sigo observando seria. —¿A que viene eso ahora? Ya lo habíamos hablado.

Negué.

—No, no hemos hablado de eso porque solo me dijiste que no quieres que te mienta, cosa que nunca he hecho, dijiste que necesitas creerme, que estás resolviendo asuntos y que quieres ir paso a paso juntas. -recordé.

—Así es, tuvimos cinco años de desconfianza, de peleas y sé que ha sido mi culpa pero en verdad llega un momento en tu vida que empiezas a darte cuenta de que tal vez las cosas no son como las has pensado y tienes que tomar decisiones. Yo las tomé y fue confiar en ti.

—Si, ¿Pero por qué? Me refiero a que la gente tiene motivos para todo, pero tu llevas cinco años pensando que soy la responsable de que tu bebé no haya nacido, el cual estoy segura de que era inexistente. -su expresión cambia a rabia y eso es algo que me llena de dudas. —No entiendo que crees que fue lo que hice para obligarte a que te casaras conmigo. Incluso aún recuerdo tu mirada y las cosas que me dijiste cuando me pediste el divorcio, estabas llena de odio, igual al trato que me has dado durante estos años pero de repente cambias a la Taylor que conocí hace siete años, la que yo siempre quise. -me mira con una expresión que no refleja nada. —No me malinterpretes porque me agrada esta versión y lo que hemos vivido estos días es un sueño para mi pero yo no soy tonta, Taylor. Nadie cambia un sentimiento tan profundo como esos de la noche a la mañana, y mucho menos sin pruebas, yo sé que una parte de ti aún sigue creyendo que hice todo eso. -mira para un costado seria. —Te lo vuelvo a preguntar. ¿Que quieres de mi? Se sincera porque no me voy a enojar, pero de verdad quiero saber donde estoy parada en todo esto.

—Amelia tu eres una fría, indomable y directa, siempre has sido así. -sonríe. ¿Yo fría? ¡Ja! —Pero también eres divertida, inocente cuando quieres, cariñosa, espontánea, atenta... E incluso haces que las personas que están a tu alrededor te quiera. Así que me pregunté ¿Cómo una persona como ella pudo ser capaz de hacerme tanto daño si no se ve así? El día que te pedí el divorcio y por primera vez tocamos el tema... -hace una pausa, sé que le cuesta hablar de eso, su actitud y expresión me lo dicen. —Yo te vi, tu expresión era desconcertada y sorprendida, una persona no puede mentir tan bien, después te giraste y firmaste los papeles así como si nada, no entendia nada porque la Amelia que he creido que eres durante estos años no hubiera hecho eso; hubiera peleado, exigido, amenazado, y chantajeado sobre todo cuando sabes mi secreto, pero luego empecé a ver como los socios te admiraban y dije 'Es una buena actriz, pero los ojos no mienten.' Y tu bien dijiste que sé leer a las personas.