⚠️ Contenido Explícito
Narra Gavi
Acababa de salir de rehabilitación y entonces Gia estaba esperándome en el coche.
Lo primero que pensé fue en lo buena que estaba y en lo jodidamente corta que era esa falda.
Lkevaba una falda cargo de color verde y un top blanco que se ceñía a todas sus curvas.
Los hombres la miraban al pasar y estaba a punto de saltarme las recomendaciones y darles una patada a todos en la cabeza.
El fisio me había dicho que todo iba como la seda y que ya podía cargar un poco de peso y el primero que pensaba cargar: el culo de mi espectacular novia.
– Gavi, ¿me estás escuchando?
– Lo siento cariño, estoy un poco adormilado, hoy me ha costado dormir.– murmuré.
– Si quieres puedo darte un masaje después.– ideó.
– Yo te lo doy a ti, me relaja más.– dije.
Ella aceptó con una sonrisa y entonces llegamos a casa.
Entramos y tras darnos una ducha la vi llegar a la habitación desnuda.
Se tumbó boca abajo en la cama y miré su espalda. Estaba repleta de lunares y quería besarlos todos y cada uno de ellos.
Abrí el cajón de mi mesilla y saqué un aceite de coco y empecé a esparcirlo por su espalda suavemente.
Instantáneamente mis manos bajaron a su culo y sentí como se tensaba bajo mi tacto.
– Gia... ¿sabes lo qué me ha dicho el fisio?– dije.
Ella movió la cabeza para hacerme saber que me escuchaba.
– Que ya puedo cargar peso, no en exceso.
Di un apretón a su culo y soltó un quejido.
– Levanta el culo, cariño.
Ella apoyó los brazos en la cama y entonces levantó el culo dejándolo totalmente expuesto para mí.
Me permití pellizcar su clítoris e introduje dos dedos después, haciéndole gemir.
– ¿Me echabas de menos?
Ella asintió y soltó otro quejido cuando los abrí en su interior.
– Que sepas que ha sido culpa tuya por no haber querido follar antes...– murmuré.
Volvió a gritar cuando le di un azote y entonces me puse detrás suya.
– Cariño, prepárate porque pienso hacerte gritar durante toda la noche.
– Gavi... Por favor...– rogó.
Agarré sus caderas y me introduje en su interior.
Gemí y entonces golpeé su culo de nuevo.
Gia soltó un gemido de nuevo y empezó a moverse al compás de mi cuerpo, haciéndolos chocar.
Yo agarré su pelo y tiré suavemente de él.
– Eso es nena... venga, muévete para mí, llevaba tanto tiempo sin sentirte... Joder...
Empezó a moverse rápidamente y se mordió el labio.
Yo salí de ella y tras sentarme, la puse sobre mí y ella se agarró a mis hombros y empezó a subir y bajar.
Verla saltar encima de mí era uno de los mejores momentos de nuestras sesiones de sexo.
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𝐅𝐈𝐋𝐋 𝐓𝐇𝐄 𝐕𝐎𝐈𝐃 +18 | Pablo Gavi
Teen FictionGia sabía que su vida no iba a ser fácil después de que sus padres le obligaran a tener una relación con un chico con el que no tenía nada en común. ¿Cuánto sería capaz de soportar el peso de la fama?