XVIII

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Mi madre no paraba de insistir en que fuera a comer a su casa, cosa que no me apetecía en absoluto.

Para lo único que iba era para acabar hablando siempre del mismo tema: Pablo Gavi.

Cosa que ya empezaba a cansarme.

No quería saber nada de él, por mi bienestar mental.

Paul me pellizcó la cintura y entonces parpadeé volviendo a la realidad.

– ¿Quieres hacer algo esta tarde?

– Pues no sé, podríamos quedarnos en casa.

– Paula está preocupada por ti. ¿Por qué no sales con ella esta noche? Te vendrá bien despejarte un poco.

Asentí dándole la razón y entonces acabé escribiéndole.

Estuvimos planeando todo y entonces me fui a la ducha.

Estuve en un buen rato bajo el agua intentando destensar mis músculos.

"Tarde, yo sé que se no' hizo tarde
Que piensa' que soy un cobarde
La carencia de empatía
Y el rencor que te recorre me llevó a alejarme
Y a que te odien mis padres
Se te da bien esquivarme"

Salí de la ducha y cambié la canción instantáneamente.

Después me fui a buscar algo en condiciones para salir, aunque más tarde me di cuenta de que necesitaba ir a renovar el armario.

Cogí un vestido azul eléctrico y después me arreglé el pelo.

Me puse algo de rímel y pintalabios y después de despedirme de Paul salí de casa.

Llegué a casa de Paula y estuvo contándome qué tal le había ido la cita con el chico del que me había hablado hace unos días.

– ¿Qué prefieres, Ron o Ginebra?– preguntó abriendo su estante de alcohol.

– Lo que me lleve directamente al hospital.– solté.

– Wow, tranquila fiera.– dijo riendo y la vi echar ron en dos vasos de tubo.

Nos bebimos un par de copas en su casa y entonces bajamos una de las calles para ir a un pub.

Entramos y miré a mi alrededor algún sitio para poder estar sin morir.

Cuando lo encontré vi a Paula venir con dos vasos de chupito.

– Al camarero le has gustado.– murmuró.

Miré por encima de Paula y vi al chico.

Pelo castaño, ojos marrones y buenos brazos.

– Ataca.– dijo Paula.

La miré riéndome y entonces me acerqué para pedir dos chupitos más.

– ¿De qué los quieres?

– Lobo.

Él asintió y me echó de aquel líquido en dos vasos de chupito.

Iba a pagar cuando entonces negó con las manos.

– Invita la casa.– murmuró guiñándome el ojo.

Sonreí y tras agarrar los dos vasos me fui hasta Paula bailando "Fiebre" de Bad Gyal.

"Entré en el dancehall, estaba ardiendo
Había muchos tipos pero a ti te vi el primero
Camiseta Armani con pantalones negros
Yo solo te bailo a ti
Y me estaba' mirando, 'taba temblando
Todo aceleraba, tú me seguías dando
Desde ese momento supimos que iba pa largo
Yo solo te bailo a ti"

𝐅𝐈𝐋𝐋 𝐓𝐇𝐄 𝐕𝐎𝐈𝐃 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora