⚠️ Contenido Explícito
Narra Gavi
Gia había estado unos días fuera debido a un asunto familiar al que debía acudir.
Me hubiera encantado ir con ella, pero tenía rehabilitación y no podía perdérmelas.
Cuando llegué al aeropuerto me apoyé en el coche y entonces la vi caminar hacia mí con una sonrisa de oreja a oreja.
Los hombres la miraban cuando pasaba por su lado, aunque ella ni se fijaba. Estaba demasiado ocupada en mí.
"Eso es nena"
Llegó hasta mí y la levanté cogiéndola en brazos y la besé como un animal. La había echado de menos.
Mucho.
Solo con tocarla ya estaba receptivo.
La dejé en el suelo suavemente y entonces la miré con una sonrisa.
– Venga, vamos a comer.
– ¿Va a invitarme, Páez?
– Por supuesto cariño, venga.– murmuré sonriendo.
La guié hasta el asiento del copiloto y antes de que se montase le di en el culo.
"Que os jodan babosos"
Cuando me monté en el coche encendí la radio y automáticamente le pasé el teléfono a Gia.
Ella sonrió y se metió en Spotify para poner música.
Iban sonando canciones cuando Gia bajó la ventanilla y cerró los ojos.
El aire movía su pelo suavemente y me picaban las manos por tocarla, sentirla contra mí.
Cuando llegamos al restaurante me bajé del coche y abrí su puerta.
Ella se bajó y agarró su falda bajándola un poco. Llevaba una falda excesivamente corta y un top con el que se veía claramente que no llevaba sujetador.
Se había puesto las Jordan beige que le regalé y estaba a punto de morirme.Caminó a mi lado y agarró mi mano para llevársela a los labios y besarla.
Al entrar nos dieron una mesa y nos sentamos uno frente al otro.
– He tenido una idea.– murmuré.
– Sorpréndeme.– contestó con una sonrisa.
– Podemos ir a Francia.– dije.– Voy a estar de descanso de las rehabilitaciones unos días y me apetece estar todo el día pegado a tu culo bonito.– dije.
Ella me miró y tras apoyar los brazos en la mesa me sonrió.
Tan coqueta como siempre. Seguía coqueteando conmigo como al principio y eso me volvía loco.
– Muy bien Páez, enséñame el Louvre.
– Te enseñaré lo que me pidas cariño.– murmuré.
Sonrió y clavó sus ojos en los míos.
– Amor, quítate la ropa interior.– susurré.
– ¿Qué?– soltó.
– Hazme caso.– respondí.– El tanga. Ya.– pedí.
La vi doblarse un poco y entonces se deshizo del tanga y me lo dio rápidamente por encima de la mesa.
Bebió del vino y entonces me miró fijamente.
Cuando terminamos de cenar salimos del restaurante y nos montamos en el coche.
Arranqué y llevé una de mis manos a su muslo y empecé a subirla hasta que la introduje por debajo de la faldita.
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𝐅𝐈𝐋𝐋 𝐓𝐇𝐄 𝐕𝐎𝐈𝐃 +18 | Pablo Gavi
Teen FictionGia sabía que su vida no iba a ser fácil después de que sus padres le obligaran a tener una relación con un chico con el que no tenía nada en común. ¿Cuánto sería capaz de soportar el peso de la fama?