Gavi se había ido a Valladolid para jugar un partido con la selección aquella mañana, bastante temprano.
La llegada a Nueva York había sido una auténtica locura.
David y Javier nada más llegar a la habitación habían empezado a bailar y a liarla parda.
Paula y yo habíamos colocado nuestro equipaje y estábamos preparándonos para salir y dar una vuelta.
– ¿Has hablado con él?– preguntó.
– No.– dije secándome el pelo y peinándolo.
– No entiendo por qué sigues con él si no os queréis ninguno de los dos.
– Porque hay algo llamado "contrato" sobre la mesa, Paula.– dije mientras subía mis medias y me ponía los pantalones cortos de cuero y una camisa blanca.
– Entonces habrá periodistas que te hayan seguido hasta aquí ¿no?
– Me temo que sí.
– Pues entonces salgamos a pasarlo bien.– respondió sonriendo.
Me puse mis botines y salimos juntas del hotel.
Nada más salir me encontré con periodistas, a los que evité a toda costa.
No quería entrevistas. Estaba de vacaciones y pensaba tomármelas al cien por cien.
– ¿Qué hacemos primero?– preguntó Paula.
– Vamos a ir a la Quinta Avenida y después buscaremos un Starbucks, quiero un café.
Ella asintió y entonces caminamos sintiendo las cámaras detrás de nosotras.
Después de burlar a los periodistas estuvimos en Central Park y luego nos fuimos a comer algo.
Narra Gavi
Acababa de llegar de entrenar y cerré la puerta mientras me deshacía de la chaqueta y encendía la televisión de mi hotel en Valladolid.
Lo primero que me salió fue Gia huyendo de periodistas allí en Nueva York.
Me fijé en su ropa y casi me da un infarto.
Nunca la había visto usar ropa así cuando estaba conmigo y estaba un poco cabreado.
Me senté en el sofá y vi que la habían seguido por varios sitios.
De lejos en algunas ocasiones se le veía haciéndose fotos.
Miré mi móvil sobre la mesa y después miré la tele.
"No Gavi. Ni de coña. Ni siquiera estáis saliendo de verdad, no tienes que preocuparte por ella de verdad"
Lo siguiente que captaron las cámaras fue a ella con un vestido que estaba seguro de no haberle visto.
Demasiado corto y rojo para usarlo sin mi presencia.
Dos chicos la acompañaban.
Luego la enfocaron bailando y cantando.
Uno de esos chicos la agarró de la cintura y bailó con ella mientras se reían.
"Esto ya tiene que ser broma"
Agarré el teléfono y entonces marqué su teléfono.
Me lo cogieron al tercer tono.
Aunque no fue ella quien atendió.
Sino una voz masculina.
– ¿Sí? ¿Quién eres?– preguntó.
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𝐅𝐈𝐋𝐋 𝐓𝐇𝐄 𝐕𝐎𝐈𝐃 +18 | Pablo Gavi
Teen FictionGia sabía que su vida no iba a ser fácil después de que sus padres le obligaran a tener una relación con un chico con el que no tenía nada en común. ¿Cuánto sería capaz de soportar el peso de la fama?