Narra Gavi
Me desperté tras sentir los rayos del sol en mi cara e intenté moverme, pero no pude.
Abrí un ojo y vi a Gia acurrucada como un koala a mí y sonreí.
"Así pareces hasta más simpática"
Intenté moverla y toqué su frente viendo que todavía tenía fiebre.
Cuando conseguí que se apartara un poco me levanté volviendo a arroparla y bajé a la cocina para hacerme un Cola Cao.
Estaba sacando la taza del microondas cuando vi a Gia bajar las escaleras mientras arrastraba una manta que llevaba encima.
No pude evitar reírme y entonces me fusiló con la mirada.
– ¿Se puede saber qué te hace tanta gracia?
– Por las noches estás más simpática, amor.
– Que te den.– murmuró agarrando una caja de pastillas.
La vi hacerse un café y entonces se fue al sofá para tomárselo allí.
Yo subí a ducharme y después me puse la ropa del entrenamiento.
Al bajar la vi dormida de nuevo.
Así que me fui sin ella.
Al llegar vi a Balde y a Pedri bajar de sus coches.
– ¿Qué tal con la fiera?– preguntó Balde.
– Mal. Da más coñazo que un cachorro.– dije quejándome.– Encima está mala con fiebre ahora.
– Eso es bueno.– murmuró Balde.– Tiene las defensas bajas y cae en todo.– bromeó.
– No pienso besarla a no ser que sea estrictamente necesario.– recordé.
– ¿Vas a decirme que no te han entrado ganas de hacerlo cuando se ha cabreado contigo?– preguntó Ferrán uniéndose a la conversación.
– Vosotros alucináis.– dije.
Dejamos nuestras cosas en el vestuario y salimos a entrenar.
Después nos fuimos a las duchas y mi móvil empezó a sonar.
Lo agarré y entonces vi que era Laporta.
Lo cogí y entonces me dijo que estaba nominado al Premio Kopa y que tendríamos que viajar a Paris.
Me puse a celebrarlo y mis amigos me felicitaron dándome alguna que otra colleja.
Al llegar a casa vi a Gia leyendo una revista hecha bolita en el sofá.
– Hola.– saludé.
Ella me saludó con la mano y entonces me fui a la cocina a por un paquete de galletas saladas.
Me senté a su lado y entonces la miré.
– Dentro de unos días nos vamos a Francia. Me han nominado al Premio Kopa y bueno, se sopone que tienes que estar allí conmigo.
Ella asintió y me levanté para prepararme algo de comer. Estaba hambriento.
Me senté a comer mientras miraba Tik Tok.
Escuché una carcajada y miré de reojo a Gia, que llevaba el teléfono en la oreja y se había levantado del sofá para encaminarse a la cocina.
Entró y la vi ponerse a cocinar.
En algún momento escuché una voz masculina a través del teléfono y sonreí negando con la cabeza.
En aquel momento me llegó una notificación de Tinder y la abrí encontrándome con una de las chicas con las que había hablado antes.
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𝐅𝐈𝐋𝐋 𝐓𝐇𝐄 𝐕𝐎𝐈𝐃 +18 | Pablo Gavi
Teen FictionGia sabía que su vida no iba a ser fácil después de que sus padres le obligaran a tener una relación con un chico con el que no tenía nada en común. ¿Cuánto sería capaz de soportar el peso de la fama?