El olor de la comida flotaba por la mansión. Alastor estaba cocinando; él se encargaba de la cocina, luego Niffty limpiaba. Tenía su delantal negro con toques dorados, un regalo de Husk en su primer año como conocidos. Alastor había ganado el alma de Husk, pero decidió otro trato con el felino. Necesitaba un amigo leal, a cambio de ser tratado como un aliado y no como una voz. Husk aceptó, y todo ha funcionado perfecto desde entonces. Lo mismo se le otorgó a Niffty; ellos dos eran especiales.
Siempre tuvo familia cuando estuvo vivo, y como omega necesitaba un círculo cercano. Así que cuando vio a esos dos, sintió una conexión. Ahora tenía una familia más grande.
Mientras Alastor recordaba al cocinar, Lucifer lo miraba desde una esquina, camuflado. No podía dejar de mirar al demonio de la radio. Su cintura es pequeña. Charlie estaba sentada en la barra de la cocina, trabajando mientras murmuraba una melodía junto a Alastor. Estaba celoso; ya lo había decidido: mañana él se encargaría del desayuno.
Pasó el día normal. Charlie y Vaggie se encargaron de que se mantuvieran alejados, por lo menos un tiempo.
Al día siguiente, Lucifer se levantó temprano y se apoderó de la cocina. Cuando todos bajaron, él estaba tratando de cocinar. Porque tenía que cocinar; no tenía que hacer aparecer la comida con sus poderes. Tenía que demostrar que era bueno en esto para ese cervatillo molesto.
— Estás en la cocina — Alastor lo miró con los ojos entrecerrados, un poco molesto. Él se encargaba de la cocina, no Lucifer.
— Sí, decidí que haría el desayuno para ustedes esta mañana. Tranquilo, no voy a envenenar a nadie — Lucifer sonrió mientras rompía un huevo.
— Ja, lo dudo — Alastor estaba enfadado. A él le gustaba cómo tenía su cocina; no le gustaba que alguien más entrara en su terreno.
Todos lo sabían y le sonrieron nerviosos a Alastor.
— Vamos, Alastor, ¿por qué no me ayudas con el piano? Dijiste que tomo como si estuviera en estado de rigidez mortal; seguro que tú puedes ayudarme con eso — Vaggie tomó la mano del cervatillo que le sonrió. Bien, ayudaría a su mocosa enfadosa.
— Sí, ustedes hagan eso — Charlie miró a Angel y a los demás — Ayuda.
Todos asintieron y siguieron a Vaggie; tenían que distraer a Alastor.
— Hey, Alastor, ¿me ayudas con mi vestido para esta noche? Tengo que ir elegante a mi trabajo — Angel sonrió hacia Alastor, que asintió. Siempre era un placer ayudar.
— ¿Papá, qué estás haciendo? — Charlie se sentó en la barra de la cocina mientras Lucifer mezclaba la masa.
— Quiero demostrarte que soy mejor que ese cervatillo. Yo puedo ser mejor en la cocina — Lucifer sonrió con confianza.
— Papá, no es por desanimarte, pero tú solo sabes crear cosas con tu magia. No eres bueno en la cocina. ¿No recuerdas cuando me estabas "enseñando" y quemamos el agua? Por eso yo no cocino; Vaggie me lo tiene prohibido — Charlie sonrió mientras su padre seguía con su misión culinaria.
— Hija, confía en tu padre. Soy Lucifer, rey del infierno. Puedo cocinar unos hot cakes — Lucifer sonrió mientras comenzaba a poner la masa en la sartén.
Vaggie regresó rápidamente a la cocina.
— Angel se está encargando. ¿Qué pasa aquí? — Vaggie se sentó junto a Charlie al ver al rey del inframundo tratando de despegar desesperadamente la masa de la sartén.
— Solo son unos malditos hot cakes — Lucifer gruñó mientras trataba de sacar la masa pegada.
— Sin ganas de ofender, ríndase. Hasta a mí, que me gusta cocinar, sé que la cocina es el terreno brutal de Alastor. No hay quien cocine como él. Lo hace con tanto amor y pasión; dice que su madre le enseñó. No puede... — Vaggie y Charlie cerraron los ojos ante la explosión brutal de un huevo — a Alastor.
— Me rindo — Lucifer levantó las manos.
— ¡ALASTOR, PAPÁ, YA SE RINDIÓ! Por cierto, tienes que pedirle perdón — Charlie se rió de su padre. Lucifer suspiró; está bien, él podía aceptar sus propios errores.
— Eso es bueno. Niffty, limpia esto rápido para que pueda cocinar — Rápidamente la chica comenzó a limpiar a una velocidad brutal.
— Lucifer quiere decirte algo — Vaggie sonrió mientras el rey los miraba traicionado.
— Yo... lo siento por haberme metido en tu cocina sin preguntar. Pensé que podía hacerlo bien, pero no resultó como pensaba. No volverá a suceder — Lucifer miró a Alastor, que rápidamente se iluminó.
— Por supuesto, vamos a hacer hot cakes — Alastor entró en la cocina apenas estuvo limpia. Rápidamente los demás llegaron divertidos mientras reían. Era un ambiente tan familiar. Lucifer se sentía realmente celoso; él quería ser parte de esto con su hija. No sabía por qué sentía estas emociones dirigidas hacia Alastor; era extraño.
— Alastor, vamos a hacer un comercial — Charlie rió mientras anotaba algo en unos papeles.
— Yo puedo hacer comerciales muy buenos — Angel se rió.
— Esperemos que no sea necesario, Angel — Charlie rio mientras Vaggie le hacía ceños a Husk. Estaban intentando que Angel no necesitara fingir alrededor de ellos, pero las mañas son realmente difíciles de quitar.
— Solo no se coman a mis huevitos — Sir Pentious puso los ojos llorosos.
— Está bien, tranquilo — Cherri suspiró mientras su novio llorón abrazaba a sus bebés.
— Listo — Alastor rápidamente sirvió los alimentos a la mesa y todos se sentaron a comer tranquilamente. Era demasiado hermoso para ser verdad; Lucifer había pasado demasiado tiempo desde que no se sentaba con una familia a la mesa para disfrutar de un desayuno. Lo había extrañado.
Quería demostrarle a su hija que podía ser un buen padre, y quería luchar. Por eso tal vez no le gustaba Alastor, pero debía agradecérselo al demonio de la radio porque sus extraños sentimientos hacia él, y hacia esta mini familia, le estaban dando ganas de luchar contra la depresión que lo había mantenido atrapado en la habitación de patitos hace demasiados años.
— Está delicioso — Lucifer le dijo a Alastor. Era cierto, pero no debía pelear más con él. Su hija no lo apreciaría.
Alastor miró abajo; su corazón latió raro.
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del amor al odio hay un solo...¿pato?[Omegaverse][TERMINADA][Corregido]
FanfictionAlastor [Omega] lucifer [alfa] lucifer y alastor se conocen, sentimientos extraños entran al juego