- niñero -

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Lucifer ya se decidió. Debía ser mucho mejor que Alastor. De cualquier forma, tenía que encontrar un área en la cual ayudar a su hija y ser mucho mejor que Alastor, así que se mantuvo cerca de Charlie para ver qué problemas tenía y poder ayudar lo mejor posible a su manzanita.

— Charlie — Sir Pentious se acercó tímidamente con sus huevitos hacia Charlie.

— ¿Qué pasa, Sir Pentious? — Charlie le sonrió al demonio serpiente. Parece que necesitaba ayuda.

— Bueno, es que... tengo que anidar para pasar mi celo... y Cherri no estará hasta la tarde para cuidar a mis Egg Boiz — Sir Pentious estaba sonrojado. Nunca pensó que tendría una de estas conversaciones con un alfa que no fuera su pareja.

— ¿Necesitas que los cuide por ti mientras Cherri llega? — Charlie sonrió. Sabía que Cherri aún no podía pasar su celo con Sir Pentious porque, bueno, Angel se lo prohibió; el demonio serpiente era demasiado tierno como para la intensidad de Cherri... aun.

— Sí, por favor. — La serpiente le entregó a sus bebes a Charlie mientras se despedía, y Alastor, Angel y Vaggie lo esperaban en el primer piso con sonrisas.

— ¿¡Van a ayudarlo a conseguir material de anidación!? — Charlie estaba preocupada. Esta era la primera anidación de Sir Pentious en el hotel.

— Sí, querida, nosotros nos encargamos — Alastor sonrió mientras Angel le mandaba un beso y Vaggie la saludaba con la mano y una sonrisa tierna. Lentamente se alejaron juntos hacia el cuarto de ropa.

— Charlie — la princesa del infierno saltó del susto al escuchar la voz de su padre detrás de ella.

— Papá, no me des esos sustos, por favor... Realmente necesito un poco de ayuda por aquí. ¿Husk, te encargas de uno? — Charlie miró al demonio que estaba haciendo limpieza en su zona. El felino asintió y tomó a un huevo, sentándolo en la barra mientras movía sus piececitos.

— Genial, entonces son dos para cada uno, papá — Charlie sonrió mientras su padre tomaba a dos de los pequeños con una gran sonrisa.

— No te preocupes, mi manzanita, soy realmente bueno con los niños. Tengo experiencia — Charlie se preocupó ante eso, recordando cuando su padre la dejó jugar con un perro de 3 cabezas y luego tuvieron que sacarla de la boca del perro demonio.

— Bueno... solo ten cuidado, papá. Son los cachorros de Pentious — Charlie sonrió mientras mecía a los dos pequeños en sus brazos y los llevaba al sofá.

— Vamos a divertirnos — Lucifer sonrió mientras se llevaba a los niños.

Esto... era el maldito infierno. Dejó a los dos eggs en el piso, se dio la vuelta un momento para conseguir unos lápices de colores y, de repente, ya le faltaba uno. Le preguntó al otro dónde estaba su hermano, pero no lo sabía. Tomó al huevo en sus brazos y buscó al huevo por todos lados, pero no lo encontraba.

— ¿Papá, todo bien? — Lucifer miró a Charlie en el sofá; dos de los eggs estaban durmiendo en el regazo de su hija. Suspiró.

— Sí, nos estamos divirtiendo, estamos... ¡jugando a las escondidas! — Lucifer sonrió.

— ¿De verdad? A mí no me dejaron esconder — El egg no pudo terminar porque Lucifer le cubrió la boca con una mano.

— Voy a buscar a este pequeño travieso, jaja — Lucifer salió corriendo fuera del hotel. ¿Dónde estaba ese demonio?

— Jajaja — Lucifer volteó su cabeza para ver al huevo haciendo equilibrio en el balcón mientras estaba a nada de caer y romperse el cascarón, cuando de repente, sí se cayó.

Lucifer sacó sus alas y voló tomando al huevo en sus brazos y entrando por la misma ventana donde estaba el huevo.

— ¿Qué haces aquí? — Angel preguntó al ver a Lucifer entrando con dos huevos en la sala donde estaba eligiendo ropa para sus nidos. Lucifer sonrió nervioso.

— ¿Por qué estabas volando con mis bebes? — Sir Pentious se levantó nervioso y Lucifer tragó duro ante la mirada seria de Alastor.

— Porque... porque — Lucifer miraba a todos lados.

— ¡Estábamos jugando! — Los eggs rieron mientras Sir Pentious se relajaba.

— Bueno, será mejor que regresen porque es hora de que nosotros terminemos nuestro trabajo — Alastor se levantó abriendo la puerta para Lucifer, que aceptó gustoso el poder salir de la habitación.

Cuando Lucifer salió del cuarto, Alastor le puso su micrófono en la cara de manera amenazante.

— Sé que ese cachorro no estaba realmente jugando contigo. Más te vale hacer bien tu trabajo, porque si algo les pasa, no solo todos se enfadarán contigo; Charlie no querrá ni verte. Esos son los bebes de un amigo cercano. Me quedaré en silencio esta vez — Alastor sonrió mientras Lucifer se iba rápidamente de regreso al sofá. Ese era un lugar seguro para evitar estas situaciones.

Alastor miró cómo se iba y se sonrojó; el egg estaba feliz y a salvo, así que su omega lo tomó como si Lucifer fuera bueno con los niños.

— Pero eso no importa porque es un estúpido enano — Alastor se dio la vuelta para regresar con los demás.

— ¿Todo bien, Alastor? — Vaggie miró al demonio de la radio que se sentó a su lado otra vez.

— Sí, solo diciéndole que no debe batirlos — Alastor vio cómo Sir Pentious asentía feliz.

Lucifer bajaba las escaleras con los huevos jugando en sus brazos, su corazón iba realmente rápido. Alastor lo hizo sentir extraño con ese regaño, porque bueno, lo había regañado a él, el rey del inframundo, dueño de todas las almas que vivían en su terreno infernal.

No, no podía ser ninguna otra sensación; era vergüenza por haberse sentido atrapado con las manos en la masa frente a todos. No podía ser nada más. Corrió hacia el sofá donde su hija y Egg jugaban en el suelo.

Husk mientras le daba leche a uno, mientras sonreía imaginando si alguna vez llegaría a tener un bebé con Angel. Sería el mejor padre del mundo, él estaba realmente seguro de eso.

Charlie cantaba una melodía para los Egg que dormían. Ojalá Vaggie le dijera que sí sobre tener un bebé, pero aún no habían llegado a pasar su celo juntas. Sentía que Vaggie tenía un secreto con ella.

del amor al odio hay un solo...¿pato?[Omegaverse][TERMINADA][Corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora