- Cielo -

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Dios y Amenadiel comenzaron a hacer preguntas importantes, ahora que podían tener contacto directo con el infierno, el trabajo mutuo entre las dos zonas sería beneficioso para ambos lados.

¿Cómo eliges si las almas son buenas o malas, hijo? - Dios estaba curioso con eso, él revisaba tranquilamente cada expediente, lo que era mucho trabajo.

Sí, ¿también lees expediente por expediente? - Amenadiel sonrió.

Bueno, leo sus pecados, leo por qué pecaron y peso sus almas en una balanza - Lucifer reconocía que lo de la balanza era un poco arcaico, pero nunca le había fallado.

¿Y los asesinos y caníbales? - Amenadiel miró dudoso a su hermano.

-Bueno, solo los dejo pasar si fue por defensa propia o hicieron otra cosa-, Lucifer miró al horizonte. -Bueno, es algo ambiguo porque no me interesan muchos pecadores, que vivan y se maten en el infierno, pero al momento de subir es diferente. Bueno, son muchos factores para mantener el infierno; para los más desquiciados hay zonas de batalla, pero en general mantenemos a la gente bien, trabajando y todo eso.

-Ya veo, claro, no tienes que asegurarte de que todos se porten bien, ya que en el infierno hay muy pocas reglas-, dijo Dios. Concedió eso, era inteligente de parte de su hijo no tratar de controlar pecadores. Él sabía que eso era un camino demasiado pedregoso como para seguirlo uno solo, y ni siquiera eso, en manada seguía siendo brutalmente complicado.

-Entonces, ¿cómo castigas a los que realmente, bajo tu concepto, pecaron de una manera brutal?- preguntó Amenadiel, mirando a su hermano.

Bueno, los meto en su propio infierno. Por ejemplo, tengo un asesino sería que adoraba tener el control sobre jóvenes y adolescentes. Metía ácidos en sus cerebros para tratar de traerlos de regreso a la vida, a el lo tengo torturado en un pozo de ácido del cual jamás podrá dejar de ser quemado, y cuando logra salir es brutalmente violado y cortado en pedazos para ser lanzado otra vez dentro, donde se une y se vuelve a quemar, lo hago sufrir lo que sus víctimas sufrieron - Lucifer suspiró

Es una buena técnica, hijo. Supongo que aprendiste muchas cosas -dijo Dios, sonriendo nervioso mientras miraba a su hijo.

Ajá, ahora me van a decir la verdad de por qué me siguieron para conversar, porque si esa es la única razón no les creo para nada -suspiró Lucifer mirando a su padre y hermano.

Nosotros, ¿cómo crees, hermanito?... ¿Somos acaso tan obvios? -suspiró Emenadiel nervioso.

Sí -Lucifer se cruzó de brazos. El diablo nunca tenía misericordia.

Bueno, hijo, queríamos hablar contigo, sobre... bueno, después de todo lo que ha pasado, he pensado que la mejor manera de recompensarte es... bueno... jeje -Dios se rió nervioso, porque en realidad no sabía cómo sería la reacción de su hijo. Emenadiel estaba igual de nervioso.

Ve al grano, padre -Dios se atragantó. Lucifer no solía decirle padre cuando aún era un ángel a menos que fuera algo serio, siempre era papá o papi. ¡Cómo extrañaba esos tiempos!

Papá quiere decir que, como su hijo, quiere que seas el heredero al trono del cielo cuando él decida que es tiempo de retirarse -Emenadiel puso la mano sobre el hombro de Lucifer con una gran sonrisa.

¿Qué? -Lucifer no estaba entendiendo. En todos los infiernos pensó que volvería a estar en contacto con su familia y después de todo esto, era demasiado.

Bueno, es lo que te mereces, es la única forma que encuentro para enmendarte -Dios miró a su hijo con una sonrisa. Sabía que el cielo estaría en buenas manos.

No -Lucifer fue rápido y tajante con su respuesta. No se iba a meter en este embrollo, apenas y si se estaba poniendo las pilas con el infierno para que le dijeran que tenía que encargarse. Aparte de su manada, también del cielo. ¡Ja! Sí que estaban locos.

Pero hijo, no tengo otra forma de enmendar mis errores -Dios se puso la mano en el pecho, preocupado de que la grieta se mantenga en la relación con su hijo.

No, a mí no me gustaría ser el rey del cielo. En realidad, me gusta solo el infierno. Puedes enmendarme siendo un buen padre y un buen abuelo de ahora en adelante, ser... ser parte de mi familia. Tú, Emenadiel y Emily -Lucifer miró a los ojos de su padre, que estaba nervioso ante las dudas. ¿Y si lo hacía mal? Entonces Lucifer cerró los ojos y cuando los abrió, mirando a su padre, la mirada de Lucifer era una mirada de gatito llena de estrellas.

Está bien, está bien, no me mires con esos ojos porque me quitarás la inmortalidad y moriré de un solo paro cardíaco -Dios se cubrió los ojos con las manos. Su hijo era demasiado tierno para la mismísima existencia.

Además, el que se merece ser tu heredero es Emenadiel -Lucifer sonrió cuando vio cómo los ojos de su hermano se abrían de par en par, nervioso, sonrojado, tímido.

Dios miró a Emenadiel, siempre lo había visto como su hijo, su fiel guerrero. Emenadiel siguió las instrucciones, aprendió las lecciones, domesticó la creación al igual que Lucifer. El mayor y el menor estaban muy igualados en nivel, perfectos para el futuro que él había planeado, nivelar la balanza.

Emenadiel, si estás de acuerdo con este futuro que veo para ustedes, hijos míos, tú como heredero del trono de los cielos y tú, Lucifer, en el trono del infierno, ambos gobernantes en sintonía -ambos chicos asintieron con sonrisas.

Entonces volvamos a disfrutar de nuestra reunión familiar, Lucifer tiene trabajo que hacer en el infierno con sus nuevas reformas y tú, Emenadiel, tienes que aprender a mover todos los hilos del cielo. Yo mismo te enseñaré cómo se hace -Dios se levantó junto a sus hijos y mientras caminaban de regreso, sintió todo el amor del mundo. Aunque sus otros hijos habían demostrado la verdadera traición, descubrió que el árbol familiar también se podía, como decían los humanos.

Puso una mano en el hombro de Lucifer y la otra en el de Emenadiel, caminando hacia las risas, en paz.

del amor al odio hay un solo...¿pato?[Omegaverse][TERMINADA][Corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora