- aventuras -

1.7K 237 88
                                    

Lucifer estaba ordenando papeles como loco, tenía problemas con algunos rebeldes lo cual era irónico, pero no importa, sabía que no eran rebeldes por malvados, quería ayudarlos, eran solo niños que habían tenido la mala suerte de nacer en el infierno.

- ¿Puedes dejar esos papeles? - Alastor apareció desde una esquina.

- Lo siento yo... solo necesito trabajar un poco más - Lucifer ni siquiera levantó la vista de sus papeles y Alastor gruñó.

- Ni siquiera me has mirado en más de una semana - Alastor nunca pensó que su Omega interior lo estuviera haciendo rogar por un poco de atención, Vaggie y Charlie estaban ocupados con el bebé, los demás en sus nuevos papeles y él debía mantener su radio, pero aún así quería tener atención de Lucifer, aunque sea una sola mirada.

- Lo siento... solo... - Lucifer necesitaba terminar esto, pero cuando terminó y levantó la cabeza ya no había nadie... mierda, ¿no podía dejar de ser un tarado y dejar estos papeles para después? ¡Ni siquiera eran importantes! ... no tanto como Alastor.

Cuando salió de la oficina vio a todos en el salón con caras de asustados.

- ¿Qué le hiciste a Alastor, papá? - Charlie miró nerviosa a su padre, nunca había visto a Alastor así de enojado.

- Yo... ¿Hacia dónde se fue? - Lucifer bajó rápidamente las escaleras.

- Hacia su habitación, será mejor que toques antes de entrar porque no creo que le guste que lo molestes - Angel sonrió nervioso.

- Eso fue rudo - Vaggie suspiró doblando ropita de bebé.

- Cuidado - Husk le gruñó a Lucifer, el príncipe caminó rápidamente hacia la habitación de Alastor.

Lucifer llegó a la puerta de la habitación de Alastor, y escuchó cómo un montón de cosas eran lanzadas y destruidas, tragó saliva y iba a retroceder por el momento, pero de repente todo dejó de chocar y lo único que escuchó Lucifer fue un sollozo.

Rápidamente Lucifer se lanzó hacia la puerta y la abrió de un golpe, lo primero que vio fue a Alastor sentado en el nido de su cama llorando acurrucado debajo de sus mantas.

- ¿Cervatillo? - Lucifer se acercó al nido de Alastor.

- Lárgate - Alastor gruñó debajo de las mantas, no quería ver a Lucifer, no quería rogar por amor.

- Yo... lo siento, solo... estaba demasiado ocupado y preocupado, no quería hacerte sentir mal, tú eres más importante que cualquier otra cosa... - Lucifer puso su mano sobre la manta tratando de tirarlas para retirarlas.

- ¡No! - Alastor no quería que Lucifer lo viera en un estado tan vulnerable.

- ¡Te he visto de un montón de maneras, cariño! - Lucifer quería darle un gran abrazo y una gran sesión de besos a Alastor.

- ¡Pues no quiero! - Pero Lucifer consiguió quitarle las mantas y se quedó paralizado cuando vio el rostro de Alastor lleno de lágrimas y las orejas hacia abajo, triste, su alfa interior se revolvió en su propia culpa, era un alfa idiota, tarado, estúpido, ¿qué clase de alfa hace llorar a su Omega?

¡Solo el rey de los tarados, Lucifer Morningstar! ¡Saluden a su reinita! ¡Saludos reales! ¡Saludos reales!

- Alastor... lo siento, no quería hacerte sentir así - Lucifer se acercó a él para darle un abrazo.

- Ni siquiera me has mirado... - el murmullo de Alastor hizo que el corazón de Lucifer diera un vuelco y comenzara a latir, Alastor era la cosa más hermosa y tierna que había visto en todos los mundos.

- Lo siento, no volveré a hacerlo, me aseguraré de tener tiempo, siempre para ti... para ustedes, lamento haberme dejado consumir por el trabajo - Lucifer suspiró.

- Es tu trabajo... - Alastor se sentía avergonzado por sentirse mal por esto.

- ¡Estaba adelantando! Eso podía esperar - Lucifer miró abajo sintiéndose culpable.

- ... no vuelvas a hacerlo, angelito - Alastor se secó las lágrimas, mirando a otro lado con una sonrisa.

- ¡Claro que no lo volveré a hacer! ¿Qué puedo hacer para compensar lo que sucedió? - Lucifer podía darle cualquier cosa que Alastor deseara, su omega solo tenía que mover sus hermosos labios.

- Bueno, ¿puedes decirle a todos que vamos a tener un bebé? - Alastor lo miró con una sonrisa de la ternura.

- ... - a Lucifer se le fue la voz y de repente toda la habitación se llenó de estrellas, Alastor miraba impresionado, cuando regresó su mirada a Lucifer los ojos del rey del inframundo estaban llenos de emoción.

- ¡Un bebé! ¡Otro bebé! - Lucifer se levantó de la cama rápidamente lleno de emoción mientras Alastor reía.

- Sí... otro bebé, Lucifer - Lucifer miró a Alastor y en sus ojos era como una musa.

- ¿Pero cómo? ¿Pensé que no querías un bebé? - Lucifer se sentó en la cama con Alastor, no quería obligar a su Omega a nada.

- Bueno... quería tanto un bebé, y eso me hizo pensar en cómo sería criar contigo... - Lucifer apretó los labios, esperando no haber obligado a Alastor a nada - y pensé... que no me molestaría criar un pequeño engendro a tu lado... en realidad ... suena maravilloso. - Alastor se sonrojó mirando a otro lado con las orejas abajo, tragándose el orgullo.

- Te prometo que vamos a ser los mejores padres - de la espalda de Lucifer salieron alas de ángel que revoloteaban de emoción.

- ¡¿QUÉ PASÓ?! - de la nada aparecieron Dios y Emenadiel encontrándose con la pareja a punto de comenzar una sesión de "amor".

- ¡¿Qué carajo?! - Lucifer cubrió a Alastor con la manta.

- ¡Creaste estrellas de la nada y llegó la energía al cielo! - Emenadiel miró a otro lado mientras Dios sonreía.

- ¿Lo que siento es un... no, dos Omegas en embarazo? - Dios preguntó como un niño.

- Sí, papá, Alastor y Vaggie están esperando estrellitas - Alastor saludó con su mano.

- ¡Eso es encantador, un bisnieto y otro nieto! - Dios se acercó rápidamente a Alastor, pero por instinto, Lucifer lo cubrió con sus alas.

- ¡Aún tienes tus alas, Lucifer! - Emenadiel se acababa de dar cuenta.

- Pues sí - Alastor rodó los ojos divertido, se levantó y se fue con Vaggie y los demás mientras Dios, Lucifer y Emenadiel comenzaban a discutir sobre no informarles cosas tan importantes, reinados, bebés y un montón de cosas que ahora mismo a Alastor no le importaban.

Niffty corrió detrás de Alastor.

- ¿Bebé? - Niffty tenía los ojos llenos de emoción.

- Sí, cachorra... un bebé - Alastor tomó a la chica en sus brazos y se acercó a su manada.

del amor al odio hay un solo...¿pato?[Omegaverse][TERMINADA][Corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora