del amor al odio hay un solo...¿pato?[Omegaverse][TERMINADA][Corregido]

- Angeles -

Apenas se habían empezado las reformas y el infierno ya estaba mejorando demasiado; la población lo amaba y lo volvía a respetar, no solo a él, también adoraban a su nueva manada.

Y todo era perfecto. Pero había algo dentro de Lucifer que lo hacía pensar, ¿Cuándo caería el otro zapato?

- ¿Papá? - Charlie observó a su padre, que parecía estar absorto frente a una muralla - Alastor, él lo está haciendo otra vez.

- ¿Deberíamos llevarlo a un neurólogo? - Vaggie miró un poco preocupada a Alastor.

El demonio de la radio solo negó con la cabeza y se encaminó hacia el rey del inframundo.

Lentamente puso su mano en el hombro de Lucifer mientras lo llamaba, entre susurros, porque la última vez que Husk lo tomó del brazo terminó colgado del candelabro.

- ¿Qué pasa? - Lucifer miró sonrientemente a su pareja, no quería preocupar a nadie.

- Te estás disociando otra vez contra la muralla, estoy a punto de llevarte al neurólogo. Si tengo que utilizar a Vaggie y a Charlie contra ti, sabes que lo haré - Alastor amenazó sonrientemente a Lucifer.

Ángel y Husk se estaban muriendo de risa detrás, y Lucifer, al escuchar esas pequeñas risas, se dio cuenta de que no quería perder lo que tenía ahora mismo.

- Solo estoy un poco preocupado.... Ya sabes, realmente no estoy seguro de qué hizo mi padre con los ángeles y si podrían volver. ¿Y si pueden purgar el infierno otra vez? Realmente no estoy de humor para tener que ir contra otra legión de ángeles - Lucifer se pasó la mano por la cara.

- Pero el abuelo dijo que se había encargado de todos ellos - Charlie miró dudosa a su padre.

- Lo sé, lo sé, cariño, eso es solo una corazonada - Lucifer puso su mano en su pecho para sentir su propio corazón latir.

- Bueno... ¿Por qué no vas a esa dimensión y te aseguras de que todos estén atrapados? - Ángel sonrió a los demás.

- Eso es una buena idea - Sir Pentious y Cherri miraron a Lucifer, que inconscientemente miró a Alastor esperando su opinión.

- No me mires como un cachorro atropellado. Mi madre decía que era mejor quitarse las corazonadas de encima. Ve tranquilamente a revisar esa dimensión, pero vuelve para la hora de la cena, estoy haciendo jambalaya - Alastor sonrió mientras quitaba su mano del hombro de Lucifer.

- ¡Volveré de inmediato! - Antes de largarse, Lucifer utilizó sus poderes para protegerse contra el frío, abrió un portal y rápidamente se metió dentro, cayendo en una gran montaña de nieve.

Solo tenía que hacer eso rápido y volver con todos los demás.

Se levantó del frío invernal. Se supone que este lugar sería su castigo eterno, pero tuvo la suerte de caer aquí, quedando atrapado en el infierno, salvándose de este anillo infernal que su padre había creado para él, el que habría sido el anillo de la traición, donde habría estado congelado por toda la eternidad.

- ¡Mierda que hace frío! - Lucifer frotó sus brazos y comenzó a caminar. Era un poco difícil porque él era pequeño y la nieve era demasiado alta, pero no quería sacar sus alas porque le dolerían por el frío.

Mientras comenzaba a caminar, se encontraba con ángeles congelados en témpanos de hielo gigantes, gritando en diferentes posiciones, e incluso algunos movían los ojos.

Solo tenía que asegurarse de que Adán estaba por ahí y que Lute estaba encerrada sin poder liberarlos. Claro que era complicado escapar del frío invernal que su propio padre había creado.

Pero las estadísticas le decían que nada era imposible en estos momentos... Era mejor asegurarse. No tenía realmente claro cuánto poder habían conseguido Adán y Lute purgando el Inframundo.

- Aquí está este maldito - Lucifer sonrió cuando vio a Adán, abrazado a Lute, ambos totalmente congelados con horror en sus rostros.

- Bueno... Por lo menos puedo decir que conseguiste el amor verdadero - Lucifer sonrió. Se había sentido un poco mal por haberle robado la novia, pero ya no se sentía tan mal. Después de todo, esa novia era una maldita.

Caminó un poco más solo para asegurarse de que será estaba por ahí. Cuando la encontró, se sorprendió al ver que no tenía alas. Era como si algo o alguien se las hubiera quitado, como si se las hubieran arrancado con gran fuerza.

Y él conocía esa sensación. Estaba 100% seguro de que había sido su padre. Él había castigado a sera y le había arrancado las alas.

Pero algo más le llamó la atención.

Detrás de sera, había una forma humana. Caminó para llegar frente a frente al témpano de hielo, y su boca se abrió de para en par al encontrarse con Lilith congelada en el frío.

Los ojos de la humana se movían hacia Lucifer, desesperada, deseosa de salir del castigo.

Lucifer no sabía qué decir. Era imposible que Lili estuviera aquí por mucho tiempo. Eso solo significaba que cuando le contó a su padre lo sucedido, él tomó la situación en sus propias manos.

Siempre supo que su padre era demasiado protector con todos sus ángeles. ¿Pero el haber llegado a este punto solo por él? ¿Después de todos los baches en el camino que tuvieron a través de su relación?

Lucifer no iba a mentir, su corazón estaba realmente emocionado y feliz.

- Sabes, Lilith, nuestra hija ahora es una gran princesa del infierno, una señorita realmente estupenda, y tengo un fabuloso omega y una fabulosa manada - Lucifer comenzó a contarle mientras rodeaba el témpano burlándose de la mujer.

-Pero eso es algo que tú jamás podrás ver ni tener. Sé que entiendo el punto de mi padre, el castigo eterno y todo eso... Pero no creo que se enfade si yo me tomo las libertades de tener mi propia venganza- Lucifer sonrió maliciosamente hacia la mujer; la mirada de Lilith se llenó de un miedo horrible.

Lucifer caminó lentamente hasta quedar completamente cerca del témpano de hielo, y con todas sus fuerzas lo empujó hacia abajo. Cuando el hielo chocó contra una piedra congelada, no solo el témpano, sino también el cuerpo de Lilith que estaba dentro se partió en miles de pedazos.

-Es hora de volver... Alastor, pero está preparando jambalaya... Y tal vez después pueda darle un pago, y podamos tener un poco de paw chika Paw Paw- Lucifer sonrió mientras se iba.