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Las mañanas eran iguales y todo estaba perfectamente establecido. Después del fallecimiento de su padre, Seungmin y Minho quedaron a cargo de todas las empresas de la familia, que en realidad solo eran dos. La primera, seguia siendo dirigida por Kim Minho, el primogénito de la familia y la segunda, también, pero con un cincuenta porciento para Kim Seungmin, aunque esa empresa era más manejada por su esposo, Yang Se-Jong, que juró que cuidaría esa empresa como si su vida dependiera de eso, mentira no era; de hecho si sus padres de este se enteran que perdieron todos sus millones con esa empresa lo matarian primero a él.
La vida continuó tormentosa, pero no todo fue malo. Seungmin lo llama su gran tesoro y su razón de seguir en este mundo. Su hijo, Yang Jeongin, un hermoso niño que apenas cumplía 5 años. Seungmin era inmensamente feliz cuando de su hijo se trataba, y siempre buscaba ser un mejor padre y madre que alguna vez sus progenitores fueron y eso también significa intentar llevar bien su matrimonio, que a pesar de los años, no se sentía una unión con amor, ni mucho menos de cariño, pero al menos lo intentaban, él lo intentaba.
-Señor Kim, disculpe la interrupción, pero su esposo quiere verlo - se escuchó a Felix del otro lado de la puerta
-En un momento voy - dijo acercándose a la puerta de su huerto, Seungmin ama la jardinería y tiene un espacio para su hobby, con hermosas plantas. Abriendo la puerta se encuentra con un hermoso rubio pecoso - y ya te dije que no me llames señor Kim, llamame Seungmin, no me gustan las formalidades - Felix era más que su sirviente, era su gran amigo, pero él siempre estaba empesinado en seguir las reglas de jerarquización.
-Lo intentaré, pero no prometo nada- sonrió el pecoso- Por cierto, Jeongin aun no se despierta.
-¿Sigue dormido hasta estas horas? Ese pequeño - se reía entre dientes, en realidad era culpa de su hermano que decidió jugar con su sobrino hasta las once de la noche, hora muy tarde para que Jeongin se duerma - yo lo despierto, no te preocupes. Mas bien, ¿Podrías ir preparándole su desayuno, por favor? Mañana yo te ayudo, te lo prometo
- Ay, no se preocupe, sabe que ese es mi trabajo
-Para nada, me gusta ayudarte, asi podemos hablar por más tiempo. Bueno, me voy, gracias Felix.
Seungmin se dirigió al cuarto de su pequeño y con una gran sonrisa se acercó a este que dormía placidamente en su pequeña cama.
-Mi cielo, ya levantate, que se te van a caer los ojitos de tanto dormir- acarió el pelo de su el ahora rubio. Creía que teñirse el pelo significaba una nueva etapa para él.
-Mami- dijo el pequeño azabache sobándose los ojos y mirando a su madre con su hermosa sonrisa - ¡Mami! ¡Mañana cumple!
- Sí, mi vida, y vas a poder invitar a quién tú quieras a tu fiesta.
-¡Síii! Hoy diré a mis amigos de la clase de dibujo, y me diran que me siente con ellos... ¡Me invitarán paaan!
-¿Por qué pan, cielo?
- Eso siempre comparten cuando se sientan con sus amigos
-Bueno, entonces sí, te darán muchos panes - dijo Seungmin batiendo el pelo de su hijo - vamos, a desayunar y mientras tú desayunas, yo voy a ir a hablar con tu papá...
-¿Tú no vas conmigo? - replicó el pequeño con un puchero, Seungmin se acercó y tomó la manito de su hijo.
- Te prometo que después hacemos algo juntos antes que te vayas a tus clases de pintura, ¿te parece?
-¡Ya! - gritó feliz el menor, Seungmin le sonrió y le dejó un beso en su mejilla.
Después de dejar a Jeongin comiendo, fue a la oficina de su esposo, que se encontraba hablando por teléfono con los Choi, una pareja de recién casados que querían hacer varios tratos con ellos y sus empresas.
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El Camino De Saber Amar - Chanmin
RomanceSeungmin vivía un verdadero infierno al saber que su padre iba a obligarlo a casarse con Yang Se-Jong para obtener más dinero. Sin embargo, nunca podía llegar a pensar que su vida iba a tomar un gran cambio después de cinco años y con un hijo que am...