Cap 8

27 2 0
                                    

Habían pasado algunas semanas desde que Chan empezó a trabajar y con todo lo que vio y escuchó. Se hacía el loco ya que Seungmin parecía no querer saber algo sobre la persona con la que se casó y tampoco tenía alguna duda, él no vivió lo que Chan sí, así que no podría suponer algo. Sin embargo, la actitud de Se-Jong si se notaba que había cambiado y mucho, los fines de semana se iba y no podían hablar sobre algo en la noche porque siempre llegaba tarde y Seungmin se cansaba de esperarlo todas las noches y se iba a dormir. Jeongin ya había empezado sus clases, pero se sintió muy solo con todo el proceso de matrícula y útiles escolares, Se-Jong solo mandaba dinero y se excusaba con la empresa. El pequeño niño había vuelto a llorar por eso, pero luego recordó que también podía confiar en su nuevo amigo.

Eso no podía negarse, Jeongin era un niño encantador y amaba pasar tiempo con Chan, su mejor amigo, y él no se quejaba, a veces extrañaba cuando jugaba con Yeji, así que de cierta forma se sintió cómodo cuando el pequeño se acercó y le pidió si podían jugar a las escondidas junto a Hyunjin. Seungmin no se molestaba, ya que le parecía muy tierno la relación que estaban creando los dos y amaba ver a su hijo feliz, porque en los últimos días lo único que hacía era llorar por su padre. Agradecía infinitamente a Chan, quién también se ganó mucho la confianza del rubio en tan poco tiempo que entró a trabajar.

Desde la última vez, la salud de Seungmin empeoró un poco por el gran estrés que tenía con su hijo, la mantención de su huerto, los papeleos de su empresa y la llegada de su nuevo empleado. Sin embargo, prometió hacer lo mejor de sí para mejorar y estar bien para su hijo.

-¿Chan? - llamó desde su oficina. Al ver que Se-Jong ya no pasaba mucho tiempo ahí, decidió mudarse a ese lado y hacerlo su propio espacio.
Ahora se encontraba viendo los papeles que tenía desde hace semanas, pero recién pudo darse un tiempo para chequearlas mejor.

-Dígame, señor - entró el chico que fue llamado mientras cerraba la puerta.

-¿Podrías llamar a Felix para que venga un momento? ¿Sabes si está desocupado? - desde que Jeongin entró a clases, la casa se sentía vacía y con ello Felix se sentía solo, pero se distraía ayudando a Florián o con el huerto de Seungmin.

-Claro, ahora lo llamo. ¿Desea que le traiga algo? - el tono de piel del chico que estaba sentado, era pálido y un poco apagado. Chan siempre se preocupaba por la salud de su jefe. Quería matar a su esposo cada vez que lo veía demasiado cansado o con ganas de dormir a cada rato. Ellos a veces se quedaban hablando, pero Seungmin siempre mostraba un constante cansancio y dolor en su espalda baja. Definitivamente, ese no era el chico que conoció por primera vez en el restaurante.

-No, no se preocupe. Después yo me traigo algo de tomar - le mostró una sonrisa, algo que nunca cambió de su ser. Su hermosa sonrisa.

Esperó un momento, pero no mucho. Felix llegó.

-Minnie, ¿qué pasó? - Felix también quería ayudar en lo que sea a su amigo, aunque su ayuda fuera poca.

-¿Podrías atender a Changbin? Recién pudo venir de un viaje que tuvo, así que recién se une a nosotros. Pero justo hoy día tengo demasiadas cosas que hacer y revisar. Tengo que volver a la notaría - Seungmin se agarró la cabeza, un poco estresado.

-¿Otra vez? ¿Por qué no le dijiste a Se-Jong que te ayude?

-No, no quiero que él sepa que estoy haciendo esto. Además, estuvo de viaje de negocios, recién vuelve hoy, no puedo pedirle mucho, tampoco quiero que se estrese.

-¿Pero tú si tienes que hacer... - se calló de inmediato mientras Seungmin lo miraba con asombro - Perdón, no quise hablar mal de él.

-A veces pienso lo mismo... - podía quejarse y hasta él también lloraba de la frustración, su matrimonio hace tiempo estaba roto, pero ambos habían prometido hacer que vuelva a funcionar, lástima que solo él lo intentó más que nadie - ¿Puedes hacerlo? - volvió al tema principal.

El Camino De Saber Amar - ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora