Cap 7

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Él pensó que su peor trabajo había sido el primero que tuvo porque su jefe era insoportable. Ahora que lo ve desde perspectiva, tal vez esa había sido la razón por la que se cambió de trabajo, aunque estuvo una buena época sin uno, se negaba a volver de rodillas rogando por su puesto, respetaba mucho su integridad y no permitiría que nadie le trate mal.

Sin embargo…

Ahora su mente estaba en una disyuntiva muy grave.

Kim Minho, ese era el nombre de su problema y odiaba que así fuera. Ese chico era muy lindo y hasta juraba que era su tipo de chico ideal, pero sus acciones lo traían derrotado y eso que solo era la mañana de su primer día.

Hace unos momentos antes

-Tienes que tener mucha fuerza y valor para tratar al señor Minho, él puede llegar a ser muy dulce con su sobrino, pero es un monstruo con los demás – Florián le estaba dando algunos tips para su nuevo puesto y le agradecía demasiado, sino fuera porque los nervios lo carcomían.

-¿Monstruo…? – Han vio al chico con el que hablaba ver la ventana.

-Oh, justo llegó tu taxi – lo miró – tranquilo, respira y ve con todo… Ah, hola Felix, justo llegas. Le estaba dando ánimos al nuevo, se llama Han – le presentó al pecoso quien recién llegaba un poco despeinado y desarreglado por la notable tardanza con la que llegaba a su trabajo.

-Es un placer Han. Lo lamento, tengo mucha prisa, voy a maquillarme para mi funeral. Mucha suerte – mencionó muy rápido el rubio pecoso luego de salir un poco apresurado de la cocina para pasar al baño a arreglarse un poco antes de pasar a ver a su amigo-jefe que de seguro lo mataría con un fuerte abrazo.

-G-gracias – se inclinó y salió en dirección a su taxi.

El viaje era un poco largo, pero la vista le ayudaba a distraerse un rato, aunque fuera una gran parte de tráfico y varios carros.

No conocía a Minho y el día anterior pareció que no le agradaba, así que no tenía ni idea de cómo podrá reaccionar ante su visita.

-Muchacho, aquí es – el taxista le mencionó al nervioso hombre que se había perdido completamente en sus pensamientos.

-A-ah, gracias. Emm, el costo… - Han estaba revisando sus bolsillos, no tenía plata. ¡Que desastre! Pensó que el taxista lo iba a insultar y exigir su pago obligándolo a pedirle prestado dinero a su nuevo jefe.

-Nono, no se altere. El señor Kim ya me pagó por el viaje – lo volteó a ver – Tranquilo muchacho, Minho no es tan malo como te lo pintaron.

Eso dejó más tranquilo a Jisung, quien se bajó del carro agradeciendo el largo viaje.

Ahora sí.

Llegó el momento.

Tocó la puerta.

Una…

Dos…

¿Cuatro?

¿Le habrá pasado algo malo?

Pero ni siquiera comenzaba a hacer su trabajo.

Intentó forcejear la puerta, pero no tuvo que hacer mucho esfuerzo porque se abrió con facilidad. Mala señal.

Caminó con lentitud, tratando de ver todo su escenario del crimen. La casa era enorme, pero no tan grande como la de Seungmin, tuvo la facilidad de poder escuchar mejor todo lo que pasaba y de agarrar el rodillo que se encontraba en la cocina, estaba demasiado atento, no perdía de vista nada.

El Camino De Saber Amar - ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora