Estilizado y con un buen traje, como hace tiempo no se habían visto. Felizmente la madre de Hyunjin aceptó cuidar a Yeji desde más temprano y desde su departamento, porque sabía que su hija al igual que él no podía despertarse más temprano por voluntad propia y dos días seguidos.
Los nervios los consumían. Se encontraban al frente de la casa, como tres pollitos intimidados, pero confiados.
-Okey chicos. Entramos, demostramos que somos lo mejor que pueden llegar a ver y nos contratan, firmamos y mejoramos nuestra vida, nos compramos una casa y… – Han intentaba calmar sus nervios, pero estaba hablando tan rápido que no sé dio cuenta que ponía nervioso al resto.
-Y si sigues diciendo eso, ni siquiera vamos a ver si somos aceptados. Respira y tranquilízate – Hyunjin lo detuvo e intentó calmarlo. Chan los miraba con una sonrisa intentando calmar sus ansias de volver a ver a Seungmin.
-Buenos días, ustedes deben ser los nuevos para los puestos de guardaespaldas, ¿verdad? – salió un sirviente de la casa, sorprendiendo a los muchachos.
-Sí, somos nosotros. Mi nombre es Chan, él es Hyunjin y él es Han.
-Un gusto conocerlos chicos, ahora tienen que hacer lo mismo con el señor Kim, pasen – el chico que los atendió fue muy amable y esperaban que su nuevo jefe sea igual – Pasen a la sala, ahí los va a atender.
Pasaron agradeciendo al joven varias veces. La casa era enorme y muy bonita, con cuadros de pintura que Hyunjin amaba ver por lo hermoso que eran y todos los adornos de plata que estaban por varias partes de la casa. Parecía una casa generacional, pero no le quitaba su estilo único y moderno.
Chan estaba volteado viendo un hermoso cuadro que Hyunjin tampoco dejaba de ver. Han era el más nervioso, así que él se mantenía quieto y recto en su lugar.
-Buenos días chicos, disculpen la demora. Me presento, mi nombre es Kim Seungmin, me gustaría primero saber sus nombres – la hermosa y dulce voz del rubio inundó los oídos de Chan quién se volteó. Ambos se veían con sorpresa, más Seungmin, pero esa sorpresa también representaba una emoción envuelta en una dulce melodía de dramatismo.
Hyunjin y Jisung estaban esperando a que Chan les presentara como había pasado en la puerta, pero al verlo muy distraído le dieron un codazo disimuladamente.
-Eh- sí, disculpe. Él es Han Jisung, él Hwang Hyunjin y yo soy Christopher Bang. Un gusto – todos se agacharon.
-Un gusto. ¿Les parecería bien si primero voy con el señor Bang? – ellos no se quejaron – pueden tomar asiento, siéntanse cómodos. Felix, atiéndelos por si necesitan algo, por favor.
Afortunadamente o por desgracia, no solo ellos dos tuvieron un cruce de miradas, sino también el pelinegro y el pecoso parecían perderse en sus memorias, aunque Felix se mantenía sereno y tratando de actuar normal, el otro chico no podía ocultar su emoción de poder hablar con él, esperaba que pudieran hacerlo.
El camino hacia la oficina para los dos que se dirigían parecía largo e incómodo, pero siguieron sus pasos hasta llegar al lugar mencionado.
-Bien – dijo Seungmin con un suspiro sentándose en su escritorio e invitando a Chan que se siente en la otra silla que se encontraba al frente del escritorio – Entonces, ¿te puedo llamar Chan o tengo que decirte señor Bang?
Chan se sorprendió por el tono defensivo en el que el rubio le habló. Lo entendía, él también sentiría miedo, asi que le habló con tranquilidad.
-Como a usted se le haga más cómodo, no tengo problema en eso – Seungmin asintió tratando de describir la actitud del chico que se sentó al frente suyo, intentando quitarse los pensamientos de confusión que desde ese día lo perseguían.
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El Camino De Saber Amar - Chanmin
RomanceSeungmin vivía un verdadero infierno al saber que su padre iba a obligarlo a casarse con Yang Se-Jong para obtener más dinero. Sin embargo, nunca podía llegar a pensar que su vida iba a tomar un gran cambio después de cinco años y con un hijo que am...