Era viernes. El resto de la semana, Liam prefirió mantener su distancia con Samantha y evitó estar con ella, aunque también se apartó de sus amigos de siempre.
La lluvia continuó el resto de los días, su intensidad bajaba o disminuía, sólo se detenía por las noches, aunque era por poco tiempo, quizá la bruja presentaba problemas para conciliar el sueño; podía deberse a la semana de exámenes que alteraba a cualquiera.
Lily, como alumna ejemplar que era, se dedicó en cuerpo y alma a estudiar, no importaba si estaba en casa o en la florería, sostenía un libro y hacía ejercicios de práctica, debía seguir cumpliendo con ese papel.
El profesor Charles ya esperaba a sus alumnos, Samantha como siempre, fue la primera en terminar.
Acabó la clase entre el nerviosismo y la preocupación del resto, muchos sí que estaban asustados.
—Señorita Black, me permite un momento.
La chica se acercó al escritorio del profesor cuando los demás los dejaron solos.
—¿Ocurre algo, profesor?
—Excelente examen—reconoció y se acomodó en su asiento.
—Gracias.
—También, los ensayos que has entregado y tu desempeño en mis clases son estupendos.
El maestro se puso de pie y se aproximó tanto a la chica que invadió su espacio personal, quedó un poco incomoda, cohibida.
—Me gustaría saber si ya has pensado en qué harás después de la escuela.
—No—dijo casi en un susurro.
—Bien, pues, pensaba que tal vez podría hablarle a un amigo mío de la universidad y darte una recomendación.
A cada palabra, un paso más cerca a la chica, hasta dejarla contra la pared, sus cuerpos casi rozaban.
—¿Samantha?
Liam entró a su rescate, consiguió salir y su maestro sólo la miró.
—Espero que tome en cuenta lo que le dije—comentó el maestro.
La chica sólo se alejó, Liam no supo que pensar y trató de hablarle.
—¿Estás bien?—le preguntó.
Se detuvieron cerca de la esquina del pasillo.
—Por favor, sólo déjame en paz.
—Mira, sólo dame cinco minutos, quiero hablar contigo y ya, es todo.
—¿De qué quieres hablar?—preguntó molesta—. ¿De llevarme a la cama?
Se giró sobre los talones dejándolo confundido, de inmediato se apresuró a alcanzarla.
—¿Qué?
La gente se sorprendió con los fuertes vientos que agitaron la lluvia en Spring Hill.
—¿De qué hablas?—preguntó Liam.
—Ya sé quién eres, eres el chico por el que todas mueren, pero yo no, así que por favor...
Siguió su camino con Liam siguiéndola.
—¿En serio me crees capaz de hacerte algo así?
Existe una habilidad entre las brujas para poder ver la verdad o la mentira en los ojos de las personas, le sería útil en ese momento, pero no necesitó magia para descubrir que Liam era sincero.
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HECHIZO
ParanormalLa lluvia no es muy común en Spring Hill, un bonito pueblo soleado, donde nunca pasa nada extraordinario, hasta que la llegada de Samantha Black, una enigmática chica, junto con su padre, parece estar relacionada con el clima y mantiene a todos intr...