𝐁𝐁 | Haciendo todo lo posible por ascender en el mundo policial, aceptas un trabajo de encubierto en un famoso club dirigido por un presunto señor del crimen: Anakin Skywalker. Tu trabajo consiste en descubrir los secretos letales que se esconden...
"No puedes volver atrás y cambiar el principio. Pero puedes empezar donde estás y cambiar el final."
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Obi-Wan abrió la boca para hablar, pero rápidamente me llevé el dedo a los labios para hacerle saber que debía guardar silencio. —Hola Jim— dije en voz alta, asumiendo que Anakin estaba escuchando. Obi-Wan frunció el ceño confundido y toqué mi oreja con el mismo dedo, señalando hacia donde estaba Anakin mientras le decía en silencio, 'él está aquí'. —¿Has vuelto a recibir mi correo por accidente?
La comprensión cruzó por sus facciones y asintió lentamente. —Sí, lo hice— dijo con un tono distinto al habitual, ya que Anakin ya había escuchado su voz real. Se metió la mano en el bolsillo y sacó un pequeño sobre antes de ofrecérmelo. Fruncí el ceño preguntándome qué importancia tendría para él entregarlo personalmente en lugar de enviarlo por correo electrónico o enviarlo con otra persona. —Parece que solo uno esta vez, perdón por las molestias— su voz se entrecortó cuando sus ojos se deslizaron hasta mi cuello.
Me tensé, sabiendo qué era lo que había llamado su atención y torpemente estiré la mano para arrebatarle el sobre. —No te preocupes, gracias por traerlo— tiré del papel para quitárselo, pero él no lo soltó.
Lo miré a los ojos con el corazón latiéndome tan fuerte que podía sentir las vibraciones golpeando mis tímpanos. Permaneció unos instantes con cara de satisfacción mientras yo esperaba un estallido de rabia, pero en lugar de eso y para mi sorpresa, sonrió. —Veo que va todo bien, voy a necesitar que me pongas al día sobre esto— susurró guiñándome un ojo. —Por supuesto, que tengas una excelente noche, cariño— dijo en un tono más alto para mantener nuestra fachada.
Finalmente soltó el sobre y lo señaló con un gesto, antes de usar lenguaje de señas para decirme que lo mantuviera oculto de Anakin hasta que se fuera. Asentí con la cabeza para demostrar que entendía, mi lenguaje de señas era un poco básico pero logré entender lo suficiente como para captar la idea de lo que decía.
Se fue poco después y yo cerré suavemente la puerta con un suspiro. —¿Todo bien?— salté con un pequeño chillido y me giré para ver a Anakin, que estaba apoyado en la pared con el cuerpo de frente a mí. Se rió ante mi reacción —Lo siento.
—No pasa nada— dije riendo mientras recuperaba el aliento. —Y sí, todo está bien, solo correo basura— abrí el pequeño cajón de la mesa junto a la puerta y arrojé el sobre al interior junto con un montón de revistas antes de cerrarlo.
Asintió antes de apartar la mirada del cajón y mirarme. —Bueno, las galletas están casi listas, si es que has guardado espacio para el postre— me tendió la mano con una dulce sonrisa.
Acepté su mano y él entrelazó sus dedos con los míos. —Si son de mantequilla de cacahuete, me arriesgaré al coma alimentario— dije mientras caminábamos de vuelta a la cocina, haciéndole soltar una risa entrecortada.
