𝐁𝐁 | Haciendo todo lo posible por ascender en el mundo policial, aceptas un trabajo de encubierto en un famoso club dirigido por un presunto señor del crimen: Anakin Skywalker. Tu trabajo consiste en descubrir los secretos letales que se esconden...
"El verdadero amor es incondicional. Cualquier amor con limitaciones es tan fraudulento como la persona que las impone."
¿Alguien ha notado que las citas coinciden con los temas de los capítulos 🥺?
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He matado antes, dos veces, en cumplimiento del deber.
He matado para salvar mi propia vida y las de los demás. ¿Pero eso hizo que las secuelas fueran más llevaderas? No. Siempre tuve que ver a uno de los terapeutas que me proporcionaban cuando esto sucedía, por la culpa que me generaba. Le quité un hijo a alguien y tal vez un padre a un hijo -no me permití nunca indagar más en sus vidas para saberlo- y como alguien que perdió a un padre, ese pensamiento me atormentaba. Pero siempre me recuperé con el tiempo porque sabía que era algo que tenía que hacer.
Pero con Clovis... no tenía que hacerlo, de hecho ni siquiera era mi intención. Sólo intentaba alejarlo de Ahsoka, con la esperanza de que quedara inconsciente. Pero con el subidón de adrenalina, lo golpeé mucho más fuerte de lo que pretendía y fue la primera vez que maté a un hombre desarmado.
Así que por eso me encuentro en el estado en el que estoy ahora. Muchos podrían pensar que al ser policía, podría estar acostumbrada a algo así y que no me afectaría. Pero no es así en absoluto.
Anakin pasó sus manos por su cabello mientras miraba a Clovis después de que Ahsoka explicara todo lo que había sucedido. Fue ella quien tuvo que hacerlo, porque cada vez que yo intentaba explicarlo, me trababa con mis palabras, apenas logrando decir algo con algún sentido. Ella todavía estaba un poco afectada y su voz estaba ronca por el estrangulamiento, pero sin duda lo estaba llevando mejor que yo.
—Entonces se lo merecía— escupió Piett sobre el cadáver y se giró hacia su novia, con los ojos furiosos clavados en su cuello magullado. —¿Estás bien?— pasó con delicadeza la punta de sus dedos por los hematomas. —¿Necesitas algo? ¿Hielo?
—Estoy bien, no necesito nada— susurró, mirándolo a los ojos.
—Sí, se lo merecía— dijo Anakin en voz baja, sin apartar la mirada de Clovis. —Pero aún así es el hijo de nuestro jefe y nos matará cuando se entere de esto.
Piett bajó la mirada al suelo y pude ver cómo la realidad se adueñaba por fin de sus pensamientos, ahora que no estaban nublados por la ira por lo que le había pasado a su novia. Ahsoka también tragó saliva nerviosa mientras miraba el cadáver.
—Anakin, lo siento— susurré con los ojos llenos de lágrimas de nuevo. —Lo siento mucho, no quise hacer esto— mi voz se quebró. —Estaba asustada por Ahsoka y solo intentaba dejarlo inconscien...
De repente estaba frente a mí, sus palmas encontraron su camino a mis mejillas mientras usaba su pulgar para limpiar las lágrimas que se habían escapado. —No estoy enojado contigo, ¿de acuerdo?— dijo dulcemente. —No estoy enojado contigo en absoluto.
